El español, formado por el técnico gallego Santi Veiga, se convirtió en el primer nadador en ser campeón del mundo en treinta años
16 feb 2024 . Actualizado a las 21:26 h.Una última brazada, apenas una décima de segundo menos que su rival, Roman Mityukov, lo justo y necesario para detener el crono en 1.55,30 y que Hugo González se convirtiese en campeón del mundo en los 200 metros espalda. Algunos dirán que la ausencia de grandes nombres de la prueba como Ryan Murphy o Hubert Kos el triunfo queda desvirtuado. Sin embargo, el éxito del balear va directo a la historia de la natación española.
Hugo González de Oliveira (Palma de Mallorca, 1999) accedió a la prueba con la segunda mejor marca de las semifinales. Desde la calle 5 el nadador cimentó su éxito en los subacuáticos y en una poderosa reacción a partir de los 100 metros. Tras quedarse a escasas milésimas del oro en los 100 el pasado martes, sabía que en esta distancia no se le podía escapar.
Un paso por el 150 colocado en tercera posición fue rematado con un viraje profundo que lo sitúo cerca del suizo Roman Mityukov. A partir de ahí, Hugo González se fue lanzado a por el oro. Un cambio de ritmo explosivo en el último largo lo puso líder y no la soltó.
Visualizó las banderillas, contó hasta tres y se proclamó campeón del mundo. Una amplia pero comedida sonrisa le iluminaba el rostro tras tal hazaña. El español selló su campeonato firmando la mejor marca mundial del año de la prueba. Con la plata en los 100 y este oro, es el momento de preguntarse hasta dónde puede llegar este superdotado de la natación nacional masculina.
Hugo González ha traído consigo el éxito mundial a España un deporte que llevaba treinta años huérfano de éxito mundial. El último oro fue de Martín López-Zubero, en el 100 espalda del Mundial de Roma 1994.
Un éxito con sabor gallego
El trabajo de Hugo González viene gestándose desde su etapa formativa. El balear fue entrenado entre el 2014 y el 2017, durante su etapa júnior, por el lucense Santi Veiga, actual responsable de Desarrollo de Deportistas de la RFEN.
El técnico gallego, que mantiene una buena relación con el nadador, destaca: «Es un superclase de la natación. Tiene la gran suerte de que goza de una genética privilegiada para este deporte. Tiene un tren superior muy fuerte y una gran técnica. Durante el tiempo que coincidí con él ya se le veían muchas capacidades para ser un deportista de élite».
Veiga relata el buen hacer de González fuera de la piscina durante sus años de formación: «Es un chico muy humilde y que tiene la cabeza muy bien amueblada. Tiene un grupo humano a su alrededor que le ha orientado en todo momento cuando las cosas no van tan bien».
Para Santi Veiga este éxito es algo que no puede pillar de sorpresa a nadie. El gallego rememora los Juegos Olímpicos de Río 2016 en los que Hugo González acudió siendo menor de edad. «Era el más pequeño de toda la delegación española. Ir a los Juegos siendo tan joven es algo al alcance de muy pocos», sentencia.
«Sabía que estaba entre los mejores, pero esta vez ha sido al revés, no quería pensar mucho», dice el campeón
El balear Hugo González, nuevo campeón del mundo de los 200 espalda, se quedó sin palabras tras colgarse el oro y mostró su agradecimiento a todos aquellos que le han ayudado en su carrera. González se convirtió en el primer nadador español desde 1994 en convertirse en campeón mundial. Entonces fue Martín López-Zubero con su oro en los 100 espalda.
«Pocas palabras tengo ahora más allá que de agradecimiento. A todo el equipo que ha estado detrás mío, a Taja (José Ignacio González), desde el Canoe a Dave Durden desde California, a mi novia Linda, mi familia, mis hermanos que están desperdigados por el mundo, pero siempre están detrás, a mis padres Juan Miguel y Nadia», recordó el nadador.
Hugo González se mostró satisfecho por haber tenido la oportunidad de competir en Doha «con algunos de los mejores del mundo». «Sé que hay gente que no está aquí», reconoció, por lo que se emplazó a seguir trabajando para que «cuando estén», pueda estar «también a su nivel».
En cuanto a la carrera, el mallorquín comentó que sabía que estaba luchando «por puestos altos», pero no por el oro. «Sabía que estaba entre los mejores y cualquiera de la final estaba preparado para ganar, se trataba de ver quien tenía la mejor tarde. Muy agradecido de que me haya tocado a mí esta vez», insistió.
«Esta vez ha sido al revés, no quería pensar mucho. Tuve la mañana libre y quería recuperar lo mejor posible. He estado trabajando con Antonio, con Taja, sobre todo en estos campeonatos, y me estaba preguntando para analizar la carrera y le dije que no, que mi objetivo era recuperarme. La carrera era igual que las semifinales, pero con más energía. No sabía que hacía treinta años que un nadador español no ganaba un oro en un Mundial», aseguró.