La exdeportivista es una de las referencias ofensivas de la selección que aspira, ante Francia, a conquistar la Liga de Naciones
28 feb 2024 . Actualizado a las 09:45 h.En el Barrio Pesquero de Santander empezó con seis años su idilio con el balón Athenea del Castillo Beivide (Solares, 2000), nacida en un pueblo que dista un cuarto de hora de la capital cántabra. Los primeros pasos futbolísticos los dio a los once en la Sociedad Deportiva Reocín, antes de pasar al Ave Fénix, el club que acabaría absorbiendo el Racing para su proyecto de fútbol femenino. Allí, jugando en la Segunda División, sobresalió Athenea marcando 37 goles en 46 partidos, lo que hizo que Pablo Pereiro, entonces director deportivo del Dépor Abanca, recién ascendido a la élite, le ofreciese un contrato. El Dépor ya había intentado su fichaje el verano anterior, pero se encontró con la firme oposición del cuadro cántabro. Del Castillo aceptó la propuesta coruñesa, lo que desató un sonado culebrón por la negativa del Racing Féminas a liberarle la ficha. Junto a Teresa Abelleira, se erigió en la referencia del equipo que dirigió Manu Sánchez.
En A Coruña encontró esta atacante, que destaca por su potencia física y su habilidad con el balón, y que puede desplegarse en cualquiera de las tres plazas ofensivas, el espaldarazo definitivo a su carrera. Pablo Pereiro pasó de ser su secretario técnico a su agente. Athenea recibió la llamada de las selecciones españolas inferiores desde categoría sub-17, pero no llegó a debutar hasta la sub-19, cuando se proclamó campeona de Europa en Suiza junto a Teresa Abelleira. Antes de partir hacia Australia y Nueva Zelanda, donde la selección absoluta disputó el Mundial el pasado verano, Athenea le dejó manuscrita a su padre, Pedro del Castillo, una nota: «Seremos campeonas del mundo», ponía en ella. Con los 15.000 euros que la Federación otorgó a cada jugadora para su conciliación, Athenea le pagó el viaje y la estancia a Pedro para que comprobase, personalmente, que cumplía su promesa. España quiere agrandar este martes (19.00 horas, La 1) su leyenda con el título de la Liga de Naciones que se juega ante Francia.
Antes de los cuartos de final del Mundial contra los Países Bajos, Del Castillo confesó la peculiar forma con la que combate la presión. «Lo que más me relaja en estos partidos es estar con mi peluche y tocar la etiqueta antes de salir a calentar. Así es como afronto los partidos». Un osito blanco, con un corazón rojo en la zona central, al que llama Teddy es, junto a una estampa de la Virgen del Carmen, patrona del Barrio Pesquero, el amuleto inseparable de Athenea.
En el Deportivo conoció Athenea a su pareja, el también futbolista Isra Pérez, que entonces jugaba en el Fabril y ahora lo hace en el Bergantiños. Un par de fotos de la pareja, durante unas vacaciones, fue el detonante de su último desahogo público. Una era en el Valle de los Caídos. La otra, junto a un puente en el que podía leerse «viva Vox», lo que llevó a que se le vinculara con la extrema derecha. «¡Por unas fotos! ¡Como puede opinar eso la gente por esas fotos! Pobrecito mi chico y pobrecita yo. Es que la gente que me conoce flipa. Y la que lo conoce a él flipa más. Ahora me río, pero al principio me molestaba»,admitió en una entrevista horas antes de la decisiva final ante Francia. «Por favor, que soy una persona normal», reivindicó.