Por presupuesto y por la clasificación en la liga previa, Real Madrid y Panathinaikos parten como favoritos en la final a cuatro de Berlín. Fueron primero y segundo, y los dos sobrepasan el listón de los treinta millones de euros. Olympiacos y Fenerbahçe están por debajo de ese umbral, pero llegan tras dejar en la cuneta al Barcelona y al Mónaco, que tenían el factor campo a su favor. Coinciden cuatro de las mejores plantillas y también cuatro de los mejores equipos.
El del Real Madrid es el plantel más veterano. Rudy Fernández (39 años) ya ha anticipado que esta será su última temporada. Para Sergio Rodríguez (37), Llull (36) o Causeur (36) tampoco van a quedar muchas oportunidades de conquistar grandes títulos. Y, desde otra perspectiva, todo apunta a que jugadores como Poirier y Hezonja se irán en busca de más dinero y más protagonismo. Suena a cambio de tercio en el equipo blanco.
El Panathinaikos está en el camino inverso. Partió con un equipo renovado en su casi totalidad, con fichajes de alto rango como los de Lessort, Sloukas o Juancho Hernangómez. Al frente ha puesto a Ataman, un entrenador que venía de marcar época en el Efes Pilsen. Y ya anuncia más refuerzos de lujo para el nuevo curso.
En los otros dos banquillos de la fase final habrá dos entrenadores que están sacando un altísimo rendimiento a sus plantillas: Bartzokas en el Olympiacos y Jasikevicius en el Fenerbahçe. Dos técnicos que son claros exponentes de que el colectivo está por encima de las individualidades, por más que tengan a sus órdenes nombres propios de altísimo nivel. El conjunto griego acreditó la mejor defensa en la liga regular y, el turco, el tercer mejor ataque, solo por detrás del Maccabi y del Real Madrid.
Jugarse toda la temporada en solo dos partidos, que decidirán el campeón, no es lo más justo. Pero, para el espectador, será todo un lujo. Son cuatro clásicos, cuatro equipos muy reconocibles y con mucho talento.