Alcaraz sufre para lograr el pase a la tercera ronda de Roland Garros

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CHRISTOPHE PETIT TESSON | EFE

El tenista español derrotó en cuatro sets (6-3, 6-4, 2-6 y 6-2) al neerlandés Jasper de Jong

29 may 2024 . Actualizado a las 17:33 h.

El español Carlos Alcaraz sufrió para conseguir el pase a la tercera ronda de Roland Garros, en un partido de oficio y sacrificio frente a un rival desconocido, el neerlandés Jasper de Jong, procedente de la fase previa, 176 del ránking a sus 23 años, que acabó ganando un set, 6-3, 6-4, 2-6 y 6-2.

Por cuarta vez en otras tantas participaciones, Carlitos optará a los octavos de final, dentro de dos días contra el vencedor del duelo entre el estadounidense Sebastian Korda y el surcoreano Soonwoo Kwon. Pero lo hará habiendo sembrado de dudas su futuro en el torneo, las mismas que él mismo tuvo que espantar cuando De Jong, que disputaba su cuarto partido en un Grand Slam, le arrebató el tercer set y le colocó contra las cuerdas en el cuarto.

El español, que llegaba a París tras haber superado problemas en el brazo derecho que le mermaron en Madrid y le hicieron renunciar a Roma, dejó una de sus peores versiones, en el mismo escenario donde hace un año los calambres le impidieron rivalizar contra Novak Djokovic en semifinales.

Sin brillo en los dos primeros sets, que se adjudicó casi por el peso de su tenis, estuvo a la deriva durante el tercero, a merced de un tenista, correoso y peleón, pero que nunca había actuado en un escenario de esa enjundia.

«No me lo quito de la cabeza», le decía a su banquillo, dejando entender que había vuelto la aprensión a golpearle con ganas que le frenó en Madrid, la que quería quitarse del todo antes de afrontar París, pero de la que, tras su fácil primera ronda, dijo que quedaba algún resquicio.

Los ánimos le mantuvieron a flote tras perder de forma abrupta, casi sin pelea, el tercer set y comenzar el cuarto cediendo su saque, lo que hizo que el neerlandés se creciera. Tenía al alcance de su mano el golpe de efecto que lleva tiempo buscando, el que no pudo dar en Australia en su primera comparecencia en el cuadro final de un Grand Slam, donde tras superar al argentino Pedro Cachín colisionó contra el italiano Jannik Sinner.

Pero Alcaraz se rehízo con un parcial de 6-1 y puso el partido de su lado, camino de convertirlo en un mero trámite. Pero no fluyó nunca su tenis, que fue suficiente para apuntarse por la mínima el segundo set. Pero en el tercero fue la debacle total, 15 errores no forzados, la cabeza fuera de la pista, desconexión máxima que hicieron las delicias del neerlandés, que no debía creerse lo que estaba pasando.

La reacción se hizo esperar, porque cedió su servicio de salida en el cuarto, pero De Jong no tuvo la ambición de matarlo, cuando las dudas comenzaban a instalarse en el español. Sin jugar un gran tenis, Alcaraz supo mantenerse a flote, esperó que el neerlandés bajara el nivel y ahí cerro una victoria que le deja mucho sufrimiento y algunas dudas.