Curtida en el cros y en las carreras populares, a sus 34 años, la viguesa sube al podio en su primera gran competición siendo la segunda española
09 jun 2024 . Actualizado a las 23:26 h.Ester Navarrete ha explotado cumplidos los 30 y tras la maternidad. Curtida en el cros, en las carreras populares (el pasado 3 de mayo corrió la última en O Porriño) y en las distancias largas de la pista, nada anunciaba que la viguesa fuera a pisar un podio internacional. Pero esta enfermera que enarboló a lo largo de toda su vida la bandera de la perseverancia dio un salto de varias leguas cuando su hijo Isco vino al mundo. Entonces decidió pasarse a las distancias más largas y en ellas ha encontrado la felicidad: campeonato de España de maratón, seleccionada para los Juegos y, desde ayer, flamante medallista de bronce por equipos en su primera comparecencia en un Campeonato de Europa.
Por eso cuando ayer cruzó la línea de meta en el Estadio Olímpico, la gallega hizo un gesto de rabia y de felicidad. Ester entró en el décimo tercer lugar con un tiempo de 1:11.08, siendo la segunda española por detrás de Laura Bueno y contribuyendo de un modo decisivo a la que la selección española se colgara la medalla de bronce por equipos por detrás de Gran Bretaña y Alemania. España fue tercera por un segundo. «Esto es una experiencia increíble, ha sido un debut muy bueno. Veníamos con un equipo potente. Me he encontrado con mucha fuerza, yendo de menos a más. Muy contenta con mi actuación», comentó con el bronce al cuello.
La atleta gallega llegaba a Roma en un gran estado de forma, pero la cita continental solo era una estación de paso camino del maratón de París. Bajo ese contexto, Navarrete planteó una carrera de menos a más, viajando durante muchos kilómetros en el paquete intermedio (en el kilómetro 15 era décimo octava con un tiempo de 50:38) pero con fuerzas para apurar el paso en los últimos cinco kilómetros y medio hasta entrar en la décimo tercera posición, un puesto por debajo de la mejor española en la media maratón que acabó en el Foro Itálico.
Para muchos, Navarrete es la reencarnación de la mítica Julia Vaquero. Con una mentalidad espartana para trabajar, con un cuerpo menudo y fibrosos privilegiado para el fondo y con una fortaleza mental fuera de lo común. Y lo más importante, con un entorno ideal: primero sus padres, que devoraron kilómetros para llevarla a todas partes, y ahora su pareja y su hijo, que no se perdió la primera medalla de mamá en un gran campeonato. Sin olvidar a Manolo Vigo, su entrenador desde que tenía 15 años y se mudó a Santiago para estudiar, y una persona esencial para entender el salto de calidad de la viguesa.
Con el subidón de verse con el bronce al cuello, en poco más de un mes, el próximo 11 de agosto, la viguesa afrontará su primer maratón olímpico con el reto poner el mejor colofón a un año para enmarcar. «El objetivo son los Juegos. Me he encontrado muy bien y esto me da más fuerza para darlo todo en los Juegos. Ahora seguimos entrenando porque el objetivo es París». Será su segundo maratón y en el primero marcó la segunda mejor marca de todos los tiempos (2:24:40). Un dato para ilusionarse aunque sea en un circuito infernal.