La doble realidad de Memphis Depay

IGNACIO TYLKO BERLÍN / COLPISA

DEPORTES

MAURICE VAN STEEN | EFE

Koeman pide respeto para el segundo máximo goleador histórico de la «Oranje», un agente libre muy criticado por sus lesiones y excentricidades

15 jun 2024 . Actualizado a las 17:51 h.

 Cuesta creerlo si se analiza su rendimiento en el fútbol español, marcado por un sinfín de lesiones, pero Memphis Depay es la estrella de los Países Bajos, una Oranje pocha pero siempre a tener en cuenta. Atento a la moda, estrafalario y rapero empedernido, el ariete de origen ghanés nunca pasa desapercibido. Sin equipo tras causar baja en el Atlético y con 30 años, necesita lucir en el escaparate de la Eurocopa para encontrar nuevo destino. El estreno, este domingo en la sede de Hamburgo ante una Polonia seguramente sin Robert Lewandowski, lesionado, Su extravagante personalidad está muy definida, pero Memphis vive una constante paradoja.

Salió del Barcelona hace dos mercados invernales porque precisamente Lewandowski le había comido la tostada. El Atlético buscó en él otro caso Luis Suárez, campeón de Liga como rojiblanco tras dejar el Camp Nou, pero la apuesta por el tulipán le salió rana. Ha permanecido en torno a 200 días y 25 partidos de baja y ha sellado 13 dianas en 1.435 minutos repartidos en 40 partidos. Pésimo bagaje para un ariete de su talla, aunque estando en forma el Simeone le situó por delante de Álvaro Morata.

Mosqueado ante tanta lesión, el Cholo le lanzó una andanada hace más de un mes, antes de la fundamental visita del Atlético a Son Moix, aún sin la cuarta plaza liguera garantizada. Vino a airear que Memphis se estaba reservando para llegar en plena forma al torneo continental. «Falta poco para la Eurocopa, que será una motivación para él. Así que seguramente la semana que viene nos ayudará porque los jugadores también visualizan la Eurocopa y harán un esfuerzo para llegar a esa competición de la mejor manera», espetó el preparador argentino.

Cuestión de prioridades

En una entrevista a la UEFA en vísperas de disputar su segunda Eurocopa tras caer en octavos en la anterior, Depay ha venido a reconocer sus prioridades. «En primer lugar, uno se da cuenta de que su salud es lo más importante, pase lo que pase. Llegas a conocer realmente tu propio cuerpo, sabes cómo sentirte antes de un partido y eso es muy útil para mí. Tengo que decir que estar tan en forma ahora y ser capaz de marcar la diferencia es fantástico para mí».

En los últimos días, en los Países Bajos no se habla ni del juego de Memphis, ni de su estado físico, ni de su gol en el amistoso contra Canadá. El revuelo se ha generado por la cinta blanca que el atacante lució. No es la primera vez que es objeto de polémica en su país, donde analistas y aficionados neerlandeses ya criticaron su estilo de vida y que apareciese con un gorro en una de las concentraciones de la selección.

Se le acusa de frivolidad, de llevar algo exclusivamente superficial que nada tiene que ver con su utilidad real en el campo. La cinta no evita que el sudor caiga en los ojos, puesto que lleva el pelo recogido con unas trenzas. «Acaba de lanzar una nueva canción, justo antes del Campeonato de Europa en Alemania. Depay siempre está ocupado con la moda y el arte. Destaca por querer ser el centro de atención», subrayó Van Laar, un destacado periodista del país. El exfutbolista Rafael Van der Vaart, ahora comentarista, ironizó durante la transmisión. «Quizás juegue al tenis», apuntó. También se le censuró la forma de festejar el gol marcándose un bailecito con su compañero y amigo Frimpong, lateral del Bayer Leverkusen que también tiene raíces ghanesas. «Por supuesto que defendemos a los Países Bajos, pero esto lo llevamos en la sangre», tuvo que justificar Memphis.

En España puede sonar a broma semejante estrechez de mente en algunos críticos neerlandeses, pero la cuestión llegó hasta Ronald Koeman, fracasado como técnico en nuestro fútbol pero respetado en los Países Bajos. Fue uno de los mejores centrales de la historia y titular en la selección que conquistó ante la URSS el título europeo en 1988. Todavía no había nacido ninguno de los actuales internacionales. «Frene, está hablando de alguien que puede acabar siendo el máximo goleador de la historia de Países Bajos (está a cinco goles)», zanjó Koeman a un periodista.

Memphis suma 45 goles en 92 partidos con su país, casi a uno de media cada dos encuentros, y solo le supera Robin Van Persie. Supera entre otros históricos como Van Basten, que por graves lesiones solo pudo participar en 58 partidos con 24 dianas , Patrick Kluivert, Bergkamp, Van Nistelrooy o el mismísimo Johan Cruyff. Palabras mayores, como el pecado cometido por Depay en la final del Masters 1.000 de Madrid que le ganó Andrey Rublev a Félix Auger-Aliassime. Memphis estaba en la zona de invitados, pero perdió la concentración en medio del partido. «Alguien me distrajo del juego, para ser honesto. Alguien que me envíe su Instagram. Vamos a cenar juntos en la luna», escribió junto a la imagen de una de las recogepelotas.