El de Cotobade es el actual campeón gallego de montaña y de rallymix
17 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Vigente campeón de los campeonatos gallegos de montaña y rallymix, Alfonso, Pisko, Ventín (Cotobade, 1988) lidera esta temporada ambas categorías con la clara intención de repetir el doblete. Pisko es un apasionado del mundo del motor y uno de los referentes del automovilismo en la comunidad.
—¿A qué edad comenzó su pasión por el mundo del motor?
—El gusanillo lo tengo desde pequeño. En las carrilanas ya iba a tope en las curvas, me decían que tenía que ir e iba.
—Sería de los que sacó el carné nada más cumplir los 18.
—El de moto ya a los 16, empecé a trabajar y ya lo saqué. Y cuando cumplí los 18, no dejé pasar más días para ir a por el de coche.
—¿Tiene alguno más?
—El de camión y el de tráiler. Este aún no lo probé, pero en la autoescuela se me daba bien. Lo hice por tener una opción más de trabajo y porque, claro está, me gusta conducir.
—¿Cuándo decidió dar el salto a la competición?
—Fue en el 2018. Tenía un BMW M3, lo vendí y ese dinero tenía que invertirlo en algo que me motivase y me compré el primer carcross. Es más divertido, porque puedes correr en tierra y en asfalto. Primero pensé en algo tipo un Saxo, pero luego me decidí por esta opción porque un amigo tenía uno, lo probé y me dio buenas sensaciones. Fue lo mejor que podía haber hecho. Acabo de venderlo hace nada porque ahora corro con el equipo Yacar Racing y estaba cogiendo polvo en la nave, no hacía nada allí. Reconozco que me dio pena.
—¿Por qué optó por la montaña?
—La primera que hice fue la Subida A Escusa, luego A Estrada y después Barbadás. Fui a por la montaña porque es lo más económico. Los ralis me encantan, pero cuestan bastante dinero. Intento hacer el de Pontevedra por ser el de casa, pero para un campeonato tendría que dejar la montaña de lado. Participé el año pasado en el de Ribeira y en el rallysprint de Piñor.
—Y aún le quedaron ganas de meterse en el rallymix.
—Probé, gané y dije, pues a intentarlo. La verdad es que es muy divertido, ahora casi me gusta más que la montaña. Vas rápido por el medio del monte, deja buenas sensaciones. Hay tierra, asfalto, son muchos kilómetros... ofrece variedad.
—Alguna vez ha salido fuera de Galicia, ¿le gustaría hacerlo más?
—Por España estuve en varias pruebas por el norte y fue bien. También fuimos a Birmingham, pero era más en modo exhibición. El año pasado viajamos a Italia y gané en mi categoría y fui cuarto en la general. Había gente muy buena y con buenas máquinas. Yo, si pudiera, me apuntaba a un bombardeo.
—Cuenta con el apoyo de su familia, que dice que le acompaña allá a donde va.
—Es cierto, salvo a la carrera de Italia que no pudieron venir todos, sí que me acompañan. Es algo que le agradezco mucho, al igual que agradezco el trabajo de Excavaciones y Transportes J Losada, que es mi asistencia. Mi mujer viene conmigo de copilota cuando hago los ralis.
—Fue precisamente en una prueba en donde le pidió matrimonio, ¿no es así?
—Sí, fue en el Rali de Pontevedra. Era para hacerlo cuando acabase, pero no llegamos al final. Nos quedamos en mitad de la autovía del Salnés. Allí aparqué, hinqué la rodilla y le pedí matrimonio. Vio que íbamos hacia donde estaba ella riéndonos y no entendía nada, cuando se dio cuenta flipó un poco. Mi asistencia me tajo el anillo. Al final fue un poco improvisado, pero salió bien.
—Destaca por dar espectáculo pilotando y por ganar. Además de divertirse conduciendo, ¿le gusta saber que se lo hace pasar bien a la gente?
—Intento divertirme yo, pero sí que es cierto que la gente me transmite que le gusta mi estilo de conducción. Me hablan y me escriben mucho y vienen muchos a saludarme. Es cierto que si nos podemos divertir todos, pues mejor.
—¿Tiene alguna manía o ritual antes de salir a correr?
—Tengo algunas cosillas —ríe—. Siempre pongo primero el guante derecho, me persigno, piso varias veces el embrague... soy bastante supersticioso.
—Si tuviera presupuesto ilimitado, ¿con qué coche le gustaría competir o qué prueba desearía disputar?
—Me gustaría correr con un buen coche, un 4x4, en tierra. El mundial es impensable, pero algo de rango inferior estaría bien. Actualmente me encanta la tierra. El asfalto claro que está bien, pero la tierra... es complicado de explicar. Tienes que dominar mucho más el coche, pelearte un poco más con él, y eso engancha. Hay que dosificar el acelerador, ir más fino con el volante, el tema de la tracción... Varía la superficie y cambia todo. También los reglajes del coche son diferentes y fin de semana sí, fin de semana también, hay carreras.
En corto
Ventín es un de los pilotos de moda en el automovilismo gallego, que más allá de los coches también apunta que disfruta de la bicicleta, la música y las películas, entre otras aficiones.
—¿Qué coche utiliza en su día a día?
—Para diario tengo un BMW 535. El carcross a su lado es un juguete —ríe—.
—¿Practica algún deporte o tiene alguna afición más allá del motor?
—Me gusta mucho la bici. También me gustaba el fútbol, pero ya hace tiempo que no lo practico. Tengo una bici eléctrica para salir al monte. Aunque haya quien piense que va sola, también hay que darle al pedal —bromea—.
—¿Prefiere disfrutar de la playa o la montaña?
—La verdad es que me gustan las dos, a pesar de que el sol cada vez me aburre más. Ya no soy tan forofo de tirarme en la arena al sol.
—¿Se le da bien la cocina?
—Si tengo que cocinar, cocino. Lo básico.
—¿Su plato favorito?
—Un clásico plato de patatas fritas con bistecs.
—¿Le gusta la música?
—Sí, y me gusta toda la música en general, del rock a la bachata, el reguetón o el tecno. Depende del día y del momento, a veces apetece un estilo y en otras ocasiones, otro.
—¿Peliculas o series?
—Me quedo con las películas.
—¿Alguna preferida?
—Pues... 60 segundos, de Nicolas Cage, siempre me gustó.
—¿Algún referente en la vida o deportivo?
—Era mucho de Valentino Rossi. Alguna camiseta amarilla del 46 hay por casa.