Ligera, de mínima expresión y en fibra de carbono: así podría ser la máscara de Kylian Mbappé

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AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Este protector, que han llevado futbolistas como Gvardiol y Osimhen, no limita la actividad deportiva

18 jun 2024 . Actualizado a las 16:10 h.

La fractura nasal que sufrió Kylian Mbappé tras un choque con el central austríaco Kevin Danso dejaba este lunes más dudas que certezas. En cuestión de pocas horas, el astro de Bondy fue trasladado a un hospital de Düsseldorf para analizar la situación de su lesión y, si hubiese sido necesario, pasar por el quirófano.

Poco después se conoció que el futbolista francés, que ironizó con la situación en sus redes sociales, no había requerido ser operado. «¿Alguna idea de máscaras?», añadía en su cuenta de X (anteriormente Twitter), dejando entrever que sí podría continuar, aunque portando una máscara protectora.

Según las reglas aprobadas en la International Football Asociation Board (IFAB), este complemento protector debe responder a unos criterios concretos: «Se permite equipamiento protector no peligroso, como por ejemplo protectores de cabeza, máscaras faciales, rodilleras y coderas fabricados con materiales blandos, ligeros y acolchados».

El proceso de creación de estas máscaras está muy cuidado. Todo comienza con el escaneo en profundidad de las facciones del futbolista afectado. Una vez escaneadas, entra en juego el proceso de diseño y creación, siempre en materiales ligeros (habitualmente, fibra de carbono con acolchamiento) y que respondan a estándares de la UEFA y de la FIFA.

Este tipo de protectores, en contra de lo que podría parecer, no limitan a priori el desempeño del futbolista. En el pasado, las máscaras protectoras eran mucho más limitantes, puesto que no se adaptaban del todo al área de visión. Actualmente, ese problema se aplaca muy fácilmente, ya que, además de ser muy ligeras, son de mínima expresión (apenas cubren la zona afectada) y permiten un campo de visión amplio.

Las máscaras protectoras actuales están pensadas para que el deportista no tenga que cambiar nada en su forma de jugar al fútbol. Contar con este complemento no priva a los futbolistas de desempeñar sus roles del mismo modo que si no existiese ninguna lesión. Por ejemplo, pueden rematar de cabeza sin complicaciones.

Futbolistas como Fernando Torres, Martín Demichelis y Mario Mandzukic, y más recientemente Heung-Min Son, Josko Gvardiol y Victor Osimhen han portado máscaras protectoras. El ariete nigeriano utiliza esta protección desde hace más de un año, producto de una grave colisión con Milan Skriniar en la que se fracturó diversos huesos de la cara, si bien desde hace unos meses solo lo hace porque «le da una sensación de seguridad», según expone el médico del Nápoles, Roberto Ruggiero.

Sin embargo, el tiempo de uso de las máscaras depende de cada caso concreto. Si bien lo más común es que el deportista deba portar esta protección durante al menos un mes, todo depende de cuál sea la lesión concreta y, sobre todo, si requiere operación alguna para resolverlo o no.

El precio estimado de estas máscaras podría rondar los 300-400 euros, aunque la cuantía depende del diseño y la patología concreta del deportista.