El centrocampista del Inter, que hoy se mide a España, llegó con dos años en patera a Italia y hasta hace tres trabajaba de camarero en verano para sobrevivir
24 jun 2024 . Actualizado a las 17:03 h.El albanés Krstjan Asllani, centrocampista acostumbrado a ejercer en un segundo plano en un Inter plagado de talento que se ha coronado en Italia, es una figura paradigmática de la multiétnica selección que conduce el brasileño Sylvinho. Ha desatado la locura de sus emigrantes en Alemania y esta noche (21.00 horas, La 1) sueña con dar la sorpresa contra España tras complicarle la vida a Italia y dar la sorpresa frente a los croatas con un gol en el descuento que valió el empate a dos.
«Sabíamos de antemano que nuestro grupo era muy fuerte pero no nos rendimos. Tenemos un gran plus que es la afición, que esperamos sea fuego», advierte este jugador de 22 años que sobre todo vivió un momento muy especial en el estreno ante la Azzurra pese a la derrota. Nació en Albania, pero vive en el país transalpino desde los dos años y hasta hace apenas tres trabajaba como camarero para sacarse un dinerillo durante los veranos. Se ha criado en Italia, pero se considera un patriota albanés: «Mi sangre es albanesa, en casa hablo el idioma de vez en cuando. Y con mis abuelos mantengo vivas mis raíces. Si estoy en Tirana con la selección y tengo la tarde libre siempre voy a verlos a su casa en Elbasan», situada en el centro de su país, a orillas del río Shkumbin.
La historia de Asllani sorprende tratándose de un deporte de élite que mueve ingentes sumas de dinero, pero es una más de las que sufren sus compatriotas. Según la ONU, Albania tiene 1,2 millones de emigrantes, lo que representa más del 44 % de su población. En la selección que dirige Sylvinho, solo siete de los 26 elegidos para la Eurocopa nacieron en el país. El resto fueron reclutados buceando en sus orígenes y en muchos casos gracias a un proceso de inteligencia artificial. Tres jugadores proceden de Kosovo, que no es reconocido como país independiente por varias naciones como Serbia y la propia España, y además hay cinco suizos, tres macedonios, tres griegos, dos alemanes, un italiano, un inglés y el español Iván Balliu, del Rayo Vallecano.
«Mi padre llegó a Italia en patera y me cuenta lo dura que era la vida en Albania. Mi madre me tuvo con 18 años y no fue fácil. Sufrieron mucho y lo que hicieron por mí y por mi hermano no tiene precio: siento que no puedo pagárselo, pero lo intento», describió Asllani desde la concentración de Albania en Kamen, ciudad de poco más de 40.000 habitantes en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia que forma parte de la región del Ruhr.
Hoy, con el presente y seguramente el futuro económicamente resueltos, Asllani trata de recompensar el esfuerzo de sus progenitores. Cuando fichó por el Inter, se llevó a toda su familia con él a Milán. Su vida ha cambiado desde que ejercía como profesional de la hostelería y salía con sus amigos a la calle para celebrar la victoria de Italia en la pasada Eurocopa.
Asllani apela simbólicamente al fuego de su hinchada, que será mayoría respecto a la española hoy en Düsseldorf, pero este tipo de proclamas inquietan a las autoridades locales. Tras su derrota ante Italia, la UEFA ya abrió un proceso disciplinario a la Federación Albanesa por el mal comportamiento de su afición en el Signal Iduna Park de Dortmund. Se le imputaron los cargos de lanzamiento de objetos, encendido de juegos de pirotecnia, invasión del terreno de juego y transmitir un mensaje provocador impropio de un acontecimiento deportivo. La invasión tuvo lugar en el minuto 90 del partido, poco después de que Albania desperdiciara una gran ocasión para empatar el partido que desbarató Donnarumma.
140 diputados, en Alemania
La UEFA también expedientó a los albaneses por los incidentes ocurridos en el derbi balcánico ante los croatas, disputado el pasado miércoles en Hamburgo. Lo hizo día después de que Serbia lanzase un órdago al amenazar con dejar la Eurocopa si no había sanciones. En el Volkparkstadion de la ciudad portuaria, radicales ajedrezados y ultras albaneses se unieron al grito común contra su rival histórico. Y lo hicieron coreando el cántico «¡Kill the serb!» (¡Mata al serbio!) antes y durante el partido.
Según informa la prensa albanesa, hasta el Parlamento de este país ha suspendido sus plenos durante la Eurocopa porque buena parte de los 140 diputados que componen la cámara viajaron a tierras germanas para presenciar los partidos de la primera fase. Un escándalo que se justifica porque es la segunda vez que Albania disputa este torneo y lo hace tras clasificarse como primera de grupo, por delante de la República Checa.
Sanción de dos partidos y 48.000 euros al albanés Daku por insultos Pablo Lodeiro
El delantero de Albania Mirlind Daku recibió ayer una dura sanción de la Comisión de Ética y Disciplina de la UEFA después de sus cánticos contra Macedonia del Norte, que no participa en la Eurocopa aunque sí tiene una fuerte rivalidad con el país del jugador. Ocurrió el pasado miércoles, después de que su equipo empatase contra Croacia (2-2) en la segunda jornada del torneo, situación que hizo que Daku cogiese un altavoz y comenzara a insultar al país vecino. Sus acciones le han costado un castigo de dos partidos y una multa de 48.000 euros. Por lo tanto, lo que es seguro es que el jugador del Rubin Kazán ruso no podrá saltar al campo esta noche, cuando Albania se enfrenta a España en el último duelo del grupo B. El segundo encuentro de sanción lo cumplirá si Albania avanza a los octavos de final o en el siguiente campeonato de selecciones en el que participe.
Sentaron muy mal los gritos de Daku a la Federación de Fútbol de Macedonia del Norte, que tan pronto se viralizaron sus ataques pidió inmediatamente un castigo ejemplar. «Este comportamiento es inaceptable y contrario a los valores fundamentales de deportividad y respeto mutuo que promueve el fútbol. La Federación de Fútbol de Macedonia del Norte enviará una carta oficial a la UEFA por este escandaloso comportamiento», aseguró. «Pedimos al futbolista Mirlind Daku que se disculpe públicamente por su comportamiento, reconociendo el daño que ha causado», añadió.
Petición de perdón
Daku pidió perdón poco después en sus redes sociales. «Lo siento si ofendí a alguien tras el partido contra Croacia. Lo que ocurrió en el césped —Albania consiguió el empate en el descuento— me poseyó. Continúo trabajando con el resto de mis compañeros para cumplir nuestros sueños, pero siento la necesidad moral y profesional de disculparme con todos aquellos a los que pude herir». Pero la decisión ya estaba tomada. «La Comisión de la UEFA ha decidido suspender dos partidos al futbolista albanés, que no podrá disputar el próximo partido contra España, previsto para este lunes 24 de junio en Düsseldorf», informó ayer la Federación Albanesa de Fútbol.