Lukaku y Dovbyk, dos arietes en apuros

Ignacio Tylko BERLÍN / COLPISA

DEPORTES

DUMITRU DORU | EFE

Belgas y ucranianos disputan en Stuttgart el partido más atractivo del grupo más igualado y abierto

25 jun 2024 . Actualizado a las 18:18 h.

No precisamente por el brillo y potencial de los contendientes sino más bien por la irregularidad e igualdad a la baja que muestran, resulta que el verdadero grupo del equilibrio en este torneo es el E. Es el único de la Eurocopa que alcanza su última jornada con sus cuatro selecciones igualadas a tres puntos y, por consiguiente, con un desenlace completamente abierto.

Rumania, Bélgica, Eslovaquia y Ucrania llegan a la tercera jornada por este orden, con solo la diferencia de goles estableciendo un orden que podría saltar por los aires con los últimos partidos: Rumanía y Eslovaquia se medirán Fráncfort (18.00 horas, La 2), en tanto que los belgas y los ucranianos apurarán sus opciones a la misma hora en Stuttgart (18.00 horas, La 1).

Pese a la ausencia de Thibaut Courtois, el mejor portero del mundo, los Diablos Rojos eran los grandes favoritos, pero han pecado de una preocupante falta de efectividad en sus dos primeros partidos del torneo y necesitarán que sus atacantes afinen la puntería para no repetir la temprana eliminación en fase de grupos del Mundial de Catar que acabó con la etapa de Roberto Martínez en el banquillo de la supuesta mejor generación belga.

La cita de Stuttgart, a priori la más atractiva, presenta un curioso duelo de arietes entre el gafado Romelu Lukaku y el seco Artem Dovbyk, ambos exigidos para terminar con su mala racha de aciertos y conducir a sus selecciones a octavos. Es increíble que dos de los delanteros más voraces de las ligas europeas aún no se hayan estrenado en el campeonato. Lukaku es el máximo artillero de la historia de Bélgica (85 tantos en 117 partidos) y acabó entre los diez mejores de la Serie A al sellar 13 tantos con la Roma. Y el ucraniano sorprendió en la Liga española al conquistar el pichichi con 24 dianas.

El corpulento atacante belga ha dispuesto de numerosas ocasiones, pero no hay manera de que marque. Ante Eslovaquia, falló tres clarísimas y le anularon dos goles, uno por mano previa de Doku y otro por fuera de juego; contra Rumanía, se estrelló contra el portero Florin Nita y también celebró un tanto luego invalidado porque la punta de su bota derecha estaba adelantada. Aún se recuerdan también sus fallos en el duelo decisivo ante Croacia en el Mundial de Catar y los errores en la final de la Champions que hace dos años jugó con el Inter frente al Manchester City.

Tanto sus compañeros como el técnico Domenico Tedesco han cerrado filas en torno a Lukaku, convencidos de que más pronto que tarde romperá su sequía y facilitará el avance de los belgas. Existe cierto optimismo en el país después de la mejoría experimentada contra los rumanos, con una descollante actuación de Kevin de Bruyne.

La situación del ucraniano Dovbyk no es comparable a la de Lukaku, pero tampoco está realizando un buen torneo. Al ariete del Girona igual le distraen los cantos de sirena que le llegan de diversos clubes europeos, pero no parece el delantero que ha deslumbrado este curso con Míchel en el banquillo. Ni ha marcado en la Eurocopa, ni, a diferencia de Lukaku, ha dispuesto de grandes ocasiones. Su selección defraudó en su estreno ante los rumanos (3-0), pero experimentó una reacción de orgullo ante Eslovaquia con una remontada salvadora firmada por Shaparenko y Yaremchuk, que había sustituido a Dovbyk mediada la segunda mitad. Ahora le toca al técnico Serhiy Rebrov decidir si mantiene al del Girona o apuesta por el valencianista.

El ejército de Iordanescu hijo

En el otro partido, las miradas se dirigen hacia el eslovaco Ivan Schranz, autor de dos dianas y atacante del Sparta de Praga que se ha convertido hasta ahora en una de las revelaciones del torneo. Es el más peligroso en los centroeuropeos y la principal amenaza por lo tanto para los rumanos. El combinado que dirige Francesco Calzona solo tiene una duda importante en la alineación y se refiere a Hancko, central o lateral zurdo que pretende el Atlético de Madrid y que sufre molestias musculares. Eslovaquia ambiciona pasar a octavos para repetir al menos el techo alcanzado en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en la Eurocopa de Francia 2016.

Enfrente, son capaces de lo mejor y de lo peor los rumanos de Edward Iordanescu, hijo del mítico Anghel, general, campeón de la Copa de Europa con el Steaua de Bucarest como jugador y segundo entrenador, exseleccionador que condujo a Rumanía a los cuartos de final en el Mundial de Estados Unidos 94 y hoy metido en política como senador en el Parlamento con sede en Bucarest. Rumanía se caracteriza por sus altibajos pero tiene armas para destruir a Eslovaquia. El capitán Nicolae Stanciu, que actúa como centrocampista en el Damac saudí, ha lucido en el escaparate como el jugador más brillante de un país que no supera la criba de la primera fase desde el 2000, cuando alcanzó los cuartos.

Alineaciones probables

Ucrania: Trubin; Tymchcyk o Konoplya, Matvienko, Zabarnyi, Zinchenko; Shaparenko, Brazhko; Yarmolenko o Tsygankov, Sudakov, Mudryk; y Dovbyk.

Bélgica: Casteels; Castagne, Faes, Vertonghen, Theate; Onana, Tielemans, De Bruyne; Trossard, Lukaku y Doku.

Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra).

Estadio: Stuttgart Arena.