Kvaratskhelia: de pintar el 14 de Guti en las camisetas a ser el heredero de Maradona en Italia

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Bernadett Szabo | REUTERS

Nieto e hijo de futbolistas, es muy tímido y profesional, y en Nápoles ya le apodan Kvaradona porque sus regates recuerdan a los del argentino

30 jun 2024 . Actualizado a las 18:49 h.

Cualquiera diría que con la confianza y calidad que irradia sobre el césped Khvicha Kvaratskhelia (Tiflis, 2001) sería en su intimidad una persona tímida y muy recelosa. Nieto e hijo de futbolista, siguió los pasos marcados por sus ascendientes. Criado en la Georgia rural, comenzó a golpear balones descalzo en las orillas de un riachuelo próximo a su casa. Ahora, años más tarde, ya es una estrella internacional a la que apodan Kvaradona por sus semejanzas con el icónico Diego Maradona a la hora de regatear.

Quienes le conocen lo tildan de buena persona, un chico simpático, que es capaz de hacer buen equipo y, sobre todo, muy profesional. «Era un niño tímido que vivía para el fútbol. Desde pequeño estuvo plenamente centrado en este deporte, que hoy es para él más que un trabajo. Por eso sus regates, su juego, su carrera y su aceleración son tan alegres», recuerda Levan Salukvadze, expresidente del Dinamo Tbilisi.

«Nunca faltó a ningún entrenamiento. Fue un ejemplo para el equipo como un jugador talentoso y extremadamente decidido que siempre hacía todo lo posible para ganar», apunta por su parte Teimuraz Ugrekhelidze, que trabajó como cazatalentos del club.

Kvaratskhelia comenzó en la academia de dicho equipo con 11 años y, en el 2017, comenzó su carrera sénior en el club. Aunque los directivos temían que no estuviera físicamente preparado para jugar con los profesionales, no decepcionó. «Me recomendaron que esperara un par de años para incorporarle al equipo, pero les dije que en dos jugaría en el Liverpool o el Real Madrid», añade Salukvadze. Se confundió de equipo, pero no de sentimiento. Porque si hoy podemos disfrutar de Khvicha es, precisamente, gracias a un inesperado ex del conjunto blanco. «Amo el fútbol por culpa de Guti», ha reconocido el georgiano en muchas ocasiones.

En una entrevista para Corriere dello Sport contó que, en su infancia, solía escribir con un bolígrafo el nombre del español y su dorsal en la parte trasera de una camiseta blanca. Las elásticas del Real Madrid no se podían conseguir todavía en Georgia, pero nada le impedía intentar emular sus gestos y sus jugadas por las calles de la ciudad.

Su abuelo Mamia y su padre Badri fueron futbolistas de éxito en Georgia. A su abuela, Dunia, no le quedó otra que aficionarse. Aunque lo hizo a su manera. Siempre quería que los partidos terminasen en empate, para que nadie se ofendiese. Hasta que su nieto empezó a triunfar. Desde que llegó al Nápoles, y antes de cada partido, ella hacía la señal de la cruz en la televisión y le dedicaba una oración para que venciese.

Debieron de funcionar, porque en el primer año del delantero en Italia se proclamó campeón de la Serie A con el Nápoles. Ya no llevaba el 14 a la espalda, sino el 77 en honor a su otro ídolo, Cristiano Ronaldo. Dunia, el amuleto de Kvaratskhelia, falleció en enero.

Aunque este curso ha bajado el nivel, es muy evidente que el Nápoles tiene un talento innato entre sus manos. «Es capaz de controlar cualquier balón y dejarlo limpio. Tiene una forma muy tímida de hacer las cosas, nunca quiere ser el centro de atención, pero cuando juega al fútbol tiene mucha confianza», apuntó en una ocasión Spalletti.

«Mejor que toda España»

El jugador del Nápoles no es el único que destaca entre las figuras georgianas. También están Mikautadze, máximo goleador de la Euro, y Mamardashvili, uno de los mejores —si no el mejor— guardameta del campeonato. El todavía jugador del Valencia quiso añadir algo de picante a la previa del partido de esta noche. «Kvaratskhelia es mejor que toda España», dijo de forma rotunda.

Siempre intentando estar alejado de los focos mediáticos, Khvicha es un aficionado del tenis, el senderismo, los videojuegos y el baloncesto. Fiel seguidor de la NBA, es fan de los Golden State Warriors y, sobre todo, de Stephen Curry. La montaña de su Georgia natal es su lugar por excelencia para relajarse, lo que demuestra su estilo de vida sencillo. Simplista en su día a día, ambicioso en el campo.