Cristóbal Rodríguez: «Siento algo de pena por llegar a los Juegos Olímpicos y que no sea para competir»

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

DEPORTES

XAIME RAMALLAL

Tras rozar el sueño olímpico como pentatleta, el viveirense irá a París 2024 ya retirado como oficial de operaciones y eventos de la UIPM

08 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristóbal Rodríguez Fidalgo (Viveiro, 1991) lleva casi toda la vida persiguiendo su sueño olímpico. Tras iniciarse en el triatlón y ser seducido por el pentatlón moderno, con solo trece años ingresó en el Centro de Alto Rendimiento en Sant Cugat, en Barcelona. Durante más de una década fue el casi indiscutible rey de la disciplina en España y batalló por alcanzar los Juegos. En Londres 2012 rozó el pase en el Europeo, a Río de Janeiro asistió como primer suplente por los puestos del ránking mundial y el covid frustró su asalto a Tokio, pero el próximo mes de agosto sí tomará parte en París 2024. Aunque lo hará como supervisor de la competición para la Unión Internacional de Pentatlón Moderno (UIPM).

«Siento algo de pena por llegar a los Juegos y que no sea para competir. Todavía noto algo, me cuesta asimilar cuando voy a los campeonatos que ya no soy un deportista de élite», confiesa un hombre que decidió retirarse hace más de dos años al verse lejos de su nivel tras superar el coronavirus. «Creo que nos pasó a muchos atletas. Venía bien antes de la pandemia, pero tras tanto tiempo encerrados, pillé el covid y luego no volví a recuperar el nivel a pesar de intentarlo», cuenta.

«Si analizo mi carrera con frialdad, estoy muy satisfecho por lo que logré, fui campeón de España ocho o nueve veces, ya ni lo sé, pero tengo una espina clavada por no haber alcanzado unos Juegos Olímpicos», admite Cristóbal Rodríguez, que incluso fue campeón del mundo de triathle con España en una prueba disputada en su Viveiro natal, ahora afianzado en su nuevo rol. Tras ejercer como seleccionador español en varios conjuntos de base, actualmente es oficial de operaciones y eventos de la UIPM, además de instructor de entrenadores y juez internacional. Su cargo lo llevó recientemente al Mundial élite de China y al júnior en Alejandría (Egipto) y ahora le abre las puertas de París 2024. 

Un descanso en Celeiro

«Estoy feliz porque trabajo en lo que más me gusta, en lo que he hecho toda mi vida. Trato de devolver algo de lo mucho que me dio el deporte», apunta el mariñano, residente en Mónaco, mientras da un respiro a su apretada agenda con unos días de descanso en Celeiro. «Cuando me retiré empecé a trabajar con las selecciones españolas de base hasta júnior, y ahora estoy con la UIPM yendo a un montón de eventos internacionales», relata.

Rodríguez disfruta ahora el deporte desde el otro lado, aunque se mantiene activo ya sin grandes metas competitivas en mente: «Sigo haciendo deporte porque me encanta y por salud, pero ya no tengo grandes objetivos de rendimiento».

«Estoy feliz porque trabajo en lo que más me gusta, en lo que he hecho toda mi vida. Trato de devolver algo de lo mucho que me dio el deporte»

El 2 de agosto se marchará a París para asegurarse junto a la UIPM y al comité organizador de los Juegos Olímpicos de que todo marcha cómo debe en la competición de pentatlón moderno. «Mi trabajo será analizar junto al comité organizador que todo transcurre conforme al reglamento y que la sede, en Versalles, cumple todos los requisitos, además de dar soporte técnico a los jueces», relata sobre un deporte que une hípica —tras estos Juegos se sustituirá por una carrera de obstáculos—, esgrima, natación y la combinada de carrera de campo a través y tiro con pistola láser.