Inglaterra llegaba a la final favorecida por un cuadro en el que Países Bajos había sido el único rival de entidad al que había tenido que enfrentarse. Por otro lado, España contaba todos sus encuentros con victorias ante selecciones de la talla de Croacia, Italia, Alemania y Francia. Aunque con más pena que gloria, la selección de los Three Lions cumplió los pronósticos y su papel de favorita les obligaba a vencer el encuentro y llevarse el título. Por otro lado, España había sobrepasado las expectativas e, independientemente del resultado, el éxito en esta Eurocopa ya estaba asegurado. Los méritos previos nos permitían confiar en la victoria de España, aunque con mucha cautela, porque el rendimiento previo puede proporcionar confianza y motivación, pero como dijo Cruyff «el fútbol es un juego de errores; quien cometa el menor error, gana». Y en una final cualquier detalle puede inclinar la balanza hacia un lado. Esta máxima pesó demasiado en la selección española durante la primera parte, en la que Inglaterra se mostró muy cómoda con el marcador igualado, replegada cerca de su portería y con las líneas muy juntas.
Con el primer tanto en los comienzos de la segunda parte, España comenzó a parecerse más a la de partidos previos y creó mucho más juego ofensivo, pero Inglaterra supo reponerse igualando nuevamente.
Con el empate, Inglaterra regresó a su plan especulativo inicial. Por el contrario, España no especula y trata de llevar siempre la iniciativa. Un estilo de juego que le ha llevado a ser la actual campeona de Europa con un pleno de victorias, todas en los noventa minutos —a excepción de los cuartos de final contra Alemania que terminó con un gol de Merino en el minuto 119—. Ser la selección que mejor juego ha desplegado durante todo el torneo y la que ha conseguido todos los premios individuales y colectivos. Les hemos enseñado cómo se juega al fútbol a sus inventores, si quieren que tomen nota. Pero no solo ellos, sino todas las selecciones que con grandes jugadores han mostrado un juego cobarde y decepcionante en esta Eurocopa. Por suerte para los amantes de este fantástico deporte, hemos vuelto a demostrar que se puede tener éxito jugando bien al fútbol.
Claudio A. Casal es miembro del Grupo Interuniversitario de Investigación en Fútbol