El día de Kylian Mbappé y su presentación galáctica en el Bernabéu: «Un sueño no se paga»
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El cortejo más largo y publicitado que haya visto el planeta fútbol se inmortalizó en el coliseo blanco
16 jul 2024 . Actualizado a las 13:23 h.En ocasiones es igual de importante el mensaje como la sonrisa. Y la de Kylian Mbappé (Francia, 1998) fue el fiel reflejo de aquel chaval que visitó por primera vez Valdebebas siendo un adolescente y cumplía su sueño años después en un eufórico y repleto Santiago Bernabéu. Con el 9 a la espalda, dorsal huérfano desde que lo dejara su compatriota Karim Benzema, quien a su vez lo tomó de Cristiano Ronaldo, se inmortalizó el cortejo más largo y publicitado que haya visto el planeta fútbol.
«Durante años he dormido con el sueño de jugar aquí, y ahora soy un chico muy feliz. Es increíble. Daré la vida por este club», expresó el prodigio de Bondy en perfecto castellano, idioma que estudió en el colegio, y vestido con el uniforme Adidas del club, tercer look del día tras el polo beige del reconocimiento médico y el traje con corbata azul marina de la firma en la Ciudad Deportiva. Lo que no cambió fue la mueca de felicidad, el pulgar hacia arriba y los agradecimientos. «Llego con humildad y ambición. La prioridad es adaptarme al equipo. Siempre ganan, siempre lo han hecho. No me importa dónde jugar, quiero ayudar», profundizó.
El delantero parisino apareció en el coliseo de Concha Espina tras recorrer una enorme alfombra azul y después de una proyección visual de leyendas del club más laureado de la Copa de Europa así como otra de los highlights de su vida deportiva. Sonrió Zinedine Zidane viendo su gol de Glasgow con Nessun Dorma de fondo como lo hizo el mediático Bleu durante todo el acto. «Han pasado muchas cosas, pero el presidente siempre confió. Es un placer sentirse querido», destacó el futbolista, que de manera oficial confirmó su fichaje por la entidad blanca el pasado mes de junio, dejando atrás años de montaña rusa emocional para el madridismo.
De la alegría a la decepción, y de la expectación al enfado. Rumores, guiños, y desencuentros hasta la felicidad de las 80.000 personas que se congregaron en la puesta de largo de la estrella que pertenecerá a la galaxia madridista hasta el 2029. Ninguno se acordará de los desplantes. «Sabéis bien que esto es el Real Madrid. No cabe otra opción que seguir alimentando este mito. Aquí se ha escrito buena parte de lo que somos, y ahora está preparado para lo que será un antes y un después. Seguirá disfrutando de los mejores del mundo. Un jugador que cumple el sueño de su vida y nos hará a seguir ganando», dijo Florentino Pérez en un acto en el que sus primeras palabras fueron para felicitar a la selección española por haber conseguido la cuarta Eurocopa de su historia.
«¡1,2 3...Hala Madrid!», entonó el flamante fichaje, recordando a lo que sucedió en 2009 con la presentación de uno de sus ídolos, Cristiano Ronaldo. Lo hizo tras rubricar su firma en un contrato junto al mandamás de la entidad. «Estás aquí por tu fuerza de voluntad», le dijo el presidente. Abrazó a sus padres, Wilfried y Fayza. Se hartó de besar el escudo y fue el éxtasis para un estadio enloqueció con una vuelta de honor infinita sobre el verde mientras coreaban el Historia por hacer del himno moderno del club.
Un evento histórico que superó con creces a la megaestrella del pop Taylor Swift así como al resto de galácticos que aterrizaron en el Paseo de la Castellana durante las últimas dos décadas. Las entradas, aunque gratuitas, se agotaron en pocas horas, demostrando la locura por el astro francés, una granada de mano al que no se le discute sitio alguno en el terreno de juego.
Estrella mundial con años de experiencia que llega para que el club continúe con su idilio con la Copa de Europa y para lograr la meta que siempre quiso el máximo goleador de la historia del PSG con 255 goles en 305 partidos. Mbappé necesita ahora más al Madrid que el equipo a él para buscar un torneo que le ha dado la espalda varias veces mientras es fetiche en Chamartín. «Estoy en el mejor sitio para ganar títulos. Siempre estuve seguro que iba a llegar mi momento, espero estar a la altura», expresó en rueda de prensa el futbolista, que tras las idas y venidas, y después una mala Eurocopa, se pondrá a las órdenes de Carlo Ancelotti en un curso marcado por los sietes títulos que puede ganar. «Estaré listo», anunció. El espectáculo debe continuar.