La nadadora estadounidense se impone por cuartos Juegos consecutivos en los 800 libre e iguala los nueve oros de la gimnasta como olímpica más laureada
03 ago 2024 . Actualizado a las 22:01 h.«Estoy en la piscina. Siempre estoy en la piscina. Horas al día, casi todos los días de mi vida, desde que era una niña pequeña». Así empieza su autobiografía Kathleen Genevieve Ledecky (Washington, 1997), la imbatible reina del estilo libre. Katie se colgó en el 800 su primer oro en Londres 2012. Nadie ha sido capaz de descolgárselo desde entonces. En la Défense Arena, con la australiana Titmus como principal rival, lo ha ganado por cuarta vez consecutiva (8.11,04).
«Hoy la piscina hace daño. Estoy dolorida. Mis brazos y mis piernas parece que estuvieran llenos de cemento. Estoy aumentando la carga de mis entrenamientos para intentar clasificarme para los Juegos de París», describía Ledecky en Just Add Water: My Swimming Life, el libro con su historia, en primera persona, que la editorial Simon & Schuster publicó hace dos meses. Ledecky recuerda sus primeras competiciones con seis años. Su madre, Mary, que nadaba entonces para la Universidad de Nuevo México, fue su inspiración. Su hermano, Michael, su primer compañero en el agua.
En Londres 2012, Katie tenía 15 años. Nadó solamente los 800 libre. Desbancó, contra pronóstico, a Rebecca Adlington, que solo pudo ser tercera. Un año después, en el Mundial del Barcelona, Ledecky paró el reloj en 8.13,86 y le arrebató a la británica el récord mundial que había mantenido durante cinco años.
«Cuando llegamos al campamento olímpico de Río 2016, vi algo de Ledecky que jamás olvidaré», contó Maya Di Rado, nadadora que compartió con ella la expedición estadounidense y el equipo de relevo del 4x200 libre. «Hacíamos los entrenamientos por separado: el equipo masculino por un lado y el femenino por otro. Katie hacía sus series de larga distancia con los chicos. Y no estamos hablando solo de que fueran buenos nadadores universitarios, eran los mejores nadadores de larga distancia del país. Katie se les acercaba y, a veces, incluso, los vencía. Eso fue realmente asombroso para mí, no creo que haya sucedido nunca antes». Ledecky ganó en Río cuatro oros. Tres individuales (200, 400 y 800 libre) y en el relevo que compartió con Di Rado. De Tokio 2020 se trajo dos.
En el Mundial de Fukuoka 2023, Ledecky conquistó su sexto título mundial en los 800 libre. Eso la convirtió en la primera nadadora (entre hombres y mujeres) con seis oros mundiales consecutivos en el mismo evento. «Es la mejor de nuestro tiempo», dijo entonces Phelps, al que acababa de destronar como el nadador con más títulos mundiales de la historia. Ledecky suma 16 oros, por los 15 de Phelps, uno de los tres deportistas en la historia olímpica que habían sido capaces de ganar la misma prueba individual cuatro veces, en los 200 estilos, de Atenas 2004 a Río 2016. Los otros dos eran los atletas Al Oerter en lanzamiento de disco (entre Melbourne 1956 y México 1968), y Carl Lewis en salto de longitud (de Los Ángeles 1984 a Atlanta 1996). Todos eran hombres hasta ahora que Katie Ledecky ha escrito también su nombre al pie.
No hay ya, en la historia olímpica, nadadora con mejor palmarés que Ledecky. Suma catorce medallas, por delante de las doce de Natalie Coughlin, Dara Torres y Jenny Thompson. De ellas, nueve son de oro, una más que las que acumuló la relevista Thompson y las mismas que hizo la legendaria gimnasta de tiempos soviéticos, Larisa Latynina, la deportista olímpica más laureada de la historia. Una mesa en la que todavía podría sentarse también Simone Biles en París.