El análisis de Fernando Rey Tapias: ¿Por qué perdió Alcaraz la final de los Juegos de París ante Djokovic?
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El español firmó puntos espectaculares, pero le faltó continuidad y eficacia ante un rival que impuso su mayor fortaleza mental
04 ago 2024 . Actualizado a las 21:38 h.Tras un disputadísimo partido, Novak Djokovic se impuso en dos sets (7-6 y 7-6) a Carlitos Alcaraz en un duro encuentro, en el que la experiencia del serbio y su mayor fortaleza mental fueron decisivos para su victoria.
El primer set fue determinante. Carlos tuvo hasta ocho bolas de break, cuatro de ellas en el 4-4, y no fue capaz de ganar ninguna. El murciano conseguía puntos espectaculares, pero faltos de continuidad, cediendo en los momentos más importantes errores no forzados que le impedían despegarse en el marcador.
El serbio, como se preveía, hizo varios cambios tácticos con respecto al partido que había perdido en Wimbledon contra el español. Castigó el revés de Carlitos, tratando de darle el menor número de oportunidades de jugar su derecha ganadora. En ocasiones utilizó el saque-red para desconcertar a su rival y restó dentro de la pista los segundos para sacarle la iniciativa al español.
La experiencia del serbio, le dio la oportunidad de aguantar los ataques y brillantes jugadas de su oponente, sin desconcertarse. Carlos conseguía los puntos más vistosos, pero también cometía errores no forzados en los momentos más importantes, lo que mantenía el partido igualado. El disputadísimo juego del 4-4 fue el momento cumbre del partido. Al salvar las cuatro pelotas de break en contra, Djokovic salió muy reforzado, mientras que Alcaraz bajaba su nivel y confianza, algo que se notó en los juegos siguientes y en la victoria de Nole en el tie break.
En el segundo set, se pudo apreciar que la confianza de Novak aumentaba en la medida en que la de Carlitos disminuía. El español jugaba prácticamente sin primer saque, mientras que al serbio su servicio le sacaba de cualquier apuro e incluso, con su segundo, ganaba puntos por errores de su rival.
Según iba avanzando el set, a pesar de la igualdad en el marcador, se percibía un cambio sustancial en el partido. En el primero, a pesar de ese mismo equilibrio hasta el 5-5, Alcaraz dominaba y Djokovic iba a remolque, aguantando los aciertos de su rival. En el segundo, por el contrario, al serbio se le veía con más ritmo, mucho más sólido, con un buen porcentaje de primeros saques y sabiendo en todo momento lo que tenía que hacer, castigando el revés de su adversario y sorprendiendo con anguladas derechas. Esto se traducía en una imagen de ganador, lo contrario que el español.
Las consecuencias
La reacción a la pérdida del primer set no tuvo cambios positivos en Alcaraz, que alternando brillantes jugadas, seguía con un bajo porcentaje de primeros saques y seguía penalizando sus aciertos con errores no forzados, a la vez que su ritmo y agresividad disminuía, dando la impresión de no saber muy bien qué táctica emplear. Carlos sonreía muy poco, lo que era mala señal; mientras que Nole, tras los apuros del primer set, ofrecía una imagen de ganador, la que le ha acompañado a lo largo de su excepcional carrera. Estaba a punto de conseguir el único trofeo que le faltaba y sabía que ante un joven rival con unas condiciones excepcionales, tenía que aprovechar al cien por cien sus opciones: hacer valer su experiencia y su extraordinaria fuerza mental. Teniendo tan cerca su objetivo no podía fallar, y no falló, consiguiendo su objetivo, el único premio que faltaba en su impresionante palmarés: el oro olímpico individual.
Para Alcaraz, falto de continuidad, y en muchos momentos sin chispa ni su alegría habitual, el partido le habrá servido para comprobar la importancia de la fuerza mental a lo largo de todo el encuentro, y que a la espectacularidad es muy importante añadirle la eficacia.
En resumen, una dura y muy emocionante final, con un veterano ganador, al que el triunfo completa el mejor palmarés de la historia, frente a un joven finalista que sigue su estela de gran campeón.