Estoy desolado, como todos los aficionados... Lo que ha conseguido Carolina Marín es increíble. En el bádminton español somos una pequeña familia con solo 50 años de historia. Desde ahí se ha llegado a luchar contra países asiáticos, donde es el deporte rey, con más de cien millones de licencias en China.
Por el contexto en el que Carolina ha construido sus victorias es la mejor de la historia, a pesar de la mala suerte que ha tenido con las lesiones. Pero lo que le ha ocurrido esta vez nos ha superado, sobre todo por el momento y la forma. Iba de menos a más en los Juegos, sintiéndose cada vez mejor, según subía la exigencia, y adaptada al gran plan de juego que ideó con su entrenador, Fernando Rivas, y un equipo maravilloso. Las lesiones son una fatalidad, le pueden pasar a cualquiera, pero esta llegó en un momento horrible. Carolina estaba a punto de asegurarse una medalla sí o sí, su rival estaba totalmente desbordada.
Ya es una leyenda, no tiene nada que demostrar, pero quería el oro. Las lesiones forman parte del deporte, pese a la injusticia que supone que acabe así después de todo lo que ha luchado. No sé si sus rodillas aguantarán para seguir a este nivel. Si quiere seguir luchando, contará con todo nuestro apoyo.
Rodrigo Sanjurjo es el presidente de la federación gallega de bádminton