A sus 42 años, la palista de Aldán prolonga su leyenda en el K4 500 con la pontevedresa Carolina García, bordan una regata impecable, pasan directas a la final y pelearán por el podio mañana
06 ago 2024 . Actualizado a las 17:56 h.Hubo un día, ya muy lejano, en que Teresa Portela (Aldán, 1982) no entró en la final de unos Juegos Olímpicos. Sucedió en Sídney, adonde acudió siendo una niña prodigio del piragüismo, con solo 18 años. Y aquella anécdota del año 2000, cuando internet todavía estaba en pañales y George W. Bush llegó a la presidencia de Estados Unidos, ilustra la increíble permanencia en la cima de la palista gallega, que en sus siguientes seis Juegos Olímpicos alcanzó como mínimo el diploma: Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y ahora París 2024.
Ha ido retirando rivales, pero conserva a sus 42 años toda su clase y su furia sobre una piragua. Ayer, en una mañana de pegajoso calor de agosto en la pista de Vaires-sur-Marne, media hora al este de París, calibró desde la última posición del barco el primer éxito del K4 500 metros español que también forman la pontevedresa Carolina García, la asturiana Sara Ouzande y la extremeña Estefanía Fernández. Bordaron la manga y ya están en la final de manera directa, ahorrándose el esfuerzo de la semifinal un par de horas antes de la regata por las medallas (este jueves, 13.40 horas, RTVE Play).
El K4 500 de Portela y García compitió en una manga potentísima que repartía solo dos plazas directas para la final. Y en la línea de salida figuran los barcos de Nueva Zelanda, vigente campeón mundial, y de Polonia, subcampeón. Pero el kayak español controla la situación en todo momento. En el ecuador de la regata va tercero, unos metros por detrás de las oceánicas y de Noruega, cuya presencia era anecdótica. Así que, siguiendo el plan marcado por Daniel Brage durante los tres últimos años de trabajo metódico en Verducido, palean sin fijarse en los demás. Unos segundos más tarde, cruzan la línea de llegada, con 1.32.92, a cinco décimas del barco neozelandés de otra leyenda, Lisa Carrington, y con casi un segundo de ventaja sobre el bote polaco. Misión cumplida.
Aunque solo sirva como referencia, el suyo es el tercer mejor registro de las semifinales, por detrás de Nueva Zelanda y Alemania. «Será mi séptima final en los Juegos Olímpicos. ¡Increíble!», celebró Portela poco después de cruzar la línea de llegada. La deportista de Aldán confiesa que, pese a todo, sigue poniéndose nerviosa en la salida —«hay mucha tensión; si no fuese así, sería porque no le he dedicado tantísimas horas a preparar esto»—, y sigue haciéndole inmensamente feliz asegurar otro diploma: «Es un momento de celebración. Estoy contenta e ilusionada de haber alcanzado otro objetivo más de este ciclo olímpico que consiste en dar tantos pasos».
Y da valor al puesto —«las sensaciones son muy buenas y ser segundas en una manga tan potente nos da una referencia muy positiva»— antes de dejar otra reflexión: «La pista está en muy buenas condiciones, el agua está como un plato. Y hemos entrenado de todas las maneras: con viento a favor, en contra, de un lado, del otro, con olas, sin ellas... Por eso nos decimos ‘sea como sea, podemos’».
Carolina García también avanza en el K2 500 en París
La pontevedresa Carolina García y la asturiana con licencia gallega Sara Ouzande avanzaron ayer a semifinales de K2 500. En la primera serie, cuando en los últimos metros vieron que las dos primeras plazas eran inalcanzables, se dejaron ir para reservar fuerzas para la repesca de cuartos, en la que fueron terceras. El viernes tienen la semifinal (10.50 horas, RTVE Play) y la posible final (13.10 horas).