Belén Toimil necesita su mejor versión para meterse en su primera final olímpica de peso

Belén Toimil entra en escena esta mañana (10.25 horas, RTVE Play y Eurosport) con una calificación de peso de lo más exigente, porque el corte para acceder a la final está fijado en los 19,15 metros, por encima del récord de España (18,80 metros) que ostenta la propia mugardesa o las doce mejores marcas, de las 32 participantes, en su defecto. «El objetivo es intentar pasar a la final. Voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda pero sé que va a estar difícil. Esto va a ser como los juegos del hambre, va a ser una guerra», comentó la gallega, encuadrada en el grupo B, que tiene como principal aval la regularidad exhibida a lo largo de toda la temporada y el quinto puesto de la final del Europeo de Roma del pasado junio.

Porque a lo largo de todo el año, la gallega ha lanzado de un modo regular por encima de los 18 metros, alcanzando su mejor marca en el Campeonato de España al enviar el peso a 18,75 metros. Desde entonces, sus lanzamientos no han sido tan regulares pero Belén confía en volver por esa senda en el Estadio de Francia.

El mejor año

Belén no tiene duda de que el 2024 es su «mejor año». «Nunca había tenido un año tan regular y nunca me había sentido tan competitiva en mítines y en el Europeo», donde estuvo a las puertas del podio. Acabó quinta tras un buen trecho entre las tres primeras. «Era difícil, porque mis rivales eran muy tochas y están a nivel mundial, pero tal como iba la prueba, no le veía una utopía. En la última ronda, cuando me pasaron, fue como: ‘Qué rabia'. Pero estoy muy contenta».

Pese a que el ránking marca el camino, de cara a la calificación, Belén no descarta sorpresas. «Son tres lanzamientos a las 10.25 de la mañana y puede pasar de todo. Depende del día de cada uno y cómo llegues», matiza. Para pasar, más allá de lo que pida la organización, Belén asume que necesitará su mejor marca de la temporada, los 18,75 del estatal. Lo dice repasando las calificaciones de anteriores juegos y mundiales, en donde el corte mínimo fue de 18,50 metros.

La experiencia de Tokio

Para Belén son sus segundos juegos. En Tokio, quedó deslumbrada por todo lo que rodea al evento y no pasó a la mejora. De todo aquello sacó lecciones: «No deja de ser aprendizaje y hay que aprovecharlo de forma positiva de cara a esta nueva oportunidad». Entonces también pensaba en llegar a la final, pero hizo dos nulos para comenzar y tuvo que asegurar el tercer intento porque en caso de hacer un tercer nulo, no hubiera contado con participación olímpica. Por eso decidió asegurar. «Fue una caca, pero fue válido», recuerda.

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