Cuando se le escurrió el balón a Arconada

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso PARÍS, A RAS DE JUEGOS

DEPORTES

Benoit Tessier | REUTERS

09 ago 2024 . Actualizado a las 23:16 h.

Es fácil recordarlo. ¿Dónde estabas cuando a Arconada se le escurrió el balón bajo el pecho en el gol de Platini de la final de la Eurocopa de 1984? Entonces no había un partido del siglo cada quince días, a nadie se le ocurriría —porque además lo normal era perder— un lema tan hortera como el de «soy español, ¿a qué quieres que te gane?», nuestras medallas olímpicas de ese verano de 1984 se iban a se contaban con los dedos de una mano y lo que daba la tele imponía el tema de conversación de la semana siguiente. Así que el subcampeonato de la Eurocopa de aquel verano fue el acontecimiento deportivo fundacional para toda una generación de chavales, antes del descubrimiento de un mundo nuevo con los Juegos de Los Ángeles, pero esa es otra historia.

Aquella pifia de Arconada en la España de los Julio Alberto, Camacho, Víctor, Señor, Gallego, Santillana y Carrasco sucedió en El Parque de los Príncipes. Y cómo ha cambiado el recinto que se levanta en un barrio único, a diez minutos de Roland Garros y junto al estadio Jean Bouin. Este también tiene su historia, se dedica al rugbi y honra al atleta que deslumbró a Francia antes de morir a los 25 años en el frente de la Primera Guerra Mundial.

En el Parque de los Príncipes jugaban las selecciones francesas de rugbi y de fútbol, hasta que se trasladaron al Estadio de Francia, en Saint-Denis, antes de que acabase el siglo pasado. Y aunque ya nada es como antes —porque el campo pertenece ahora al Fondo Soberano de Inversión de Catar, igual que el PSG, que tiene allí su casa—, es un punto que la final del fútbol olímpico se haya jugado allí cuarenta años más tarde. Entre Francia y España. ¿Dónde estabas?