España regresa al Pequeño Maracaná

José Manuel Andrés COLPISA

DEPORTES

Rodrigo Jiménez | EFE

El combinado nacional Inicia la defensa del título de la Liga de Naciones en Belgrado, donde hizo historia hace medio siglo al lograr de forma agónica el billete para Argentina 1978

04 sep 2024 . Actualizado a las 21:00 h.

La puesta en escena de esta ilusionante España campeona de Europa trae consigo el recuerdo de una vieja batalla. La selección estrena su condición con el primer paso en la defensa de la Liga de Naciones, el trofeo que también conquistó en el 2023, ya bajo la tutela de Luis de la Fuente. Será este jueves ante Serbia en Belgrado (20.45 horas, La 1), concretamente en el Rajko Mitic, conocido popularmente como el Pequeño Maracaná.

En el hogar del Estrella Roja logró la selección española dirigida por el legendario Ladislao Kubala, hace ya casi medio siglo, una agónica clasificación para el Mundial de Argentina de 1978. Fue en un duelo heroico ante la extinta Yugoslavia, resuelto con un gol de Rubén Cano, que también dejó la icónica imagen del botellazo a Juanito tras la sustitución del temperamental jugador malagueño. La entonces furia rompió una sequía de doce años sin presencias mundialistas tras una auténtica batalla, plagada de duras entradas de los jugadores yugoslavos y bajo la presión de unos enfervorizados aficionados que incluso rodearon el hotel de concentración español la noche antes del partido.

Hoy ya no existe aquella Yugoslavia socialista, ni siquiera la posterior república federativa que todavía integraba a Serbia, Montenegro y Kosovo, a la que España derrotó por 4-3 en otro encuentro épico correspondiente a la Eurocopa del año 2000. Los recordados goles de Mendieta y Alfonso en el tiempo añadido dieron al combinado de José Antonio Camacho el pase a los cuartos de final de aquel torneo.

Ahora, el rival ya es solamente Serbia, la misma a la que España solo se ha medido en partido oficial en la repesca de clasificación para el Mundial de Alemania del 2006, resuelta en favor del equipo entrenado por Luis Aragonés por el mayor valor de los goles fuera de casa tras un doble empate.

El partido supone el pistoletazo de salida en la Liga de Naciones, primera aventura del ciclo que concluye con el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en el 2026. No tiene el dramatismo de otros precedentes, pero puede exponer las primeras pistas de la permanente reconstrucción a la que las ausencias obligan.

Zubimendi, doctorado en la segunda parte de la final de la Eurocopa por necesidades del guion, vuelve a contar con una de esas escasas oportunidades que genera la notable ausencia de Rodri. El mediocentro titular de la selección española deja su puesto en esta ocasión por la sanción derivada de sus cánticos sobre Gibraltar en pleno festejo, una circunstancia que provoca el primer cambio significativo en la columna vertebral. De la Fuente tampoco cuenta con su habitual portero, Unai Simón, operado en julio de la muñeca derecha, ni con su delantero de referencia, Morata, con problemas físicos en el cuádriceps. El resto, sota, caballo y rey en el regreso al Pequeño Maracaná casi medio siglo después.