En una vuelta de pocos días como es esta, con una crono en la primera etapa, el resultado de esa jornada puede decidir el ganador. Porque el reloj no engaña y, cuando corres en solitario, si no estás fuerte, no rindes. No es muy larga, solo siete kilómetros, con una subida, pero para élite sub-23 es una distancia a tener en cuenta.
En el resto de etapas, los demás ciclistas deberán correr a la contra. Galicia siempre da juego. La tónica va a ser derrotar al líder que salga de la primera jornada. Un aspecto a tener en cuenta en esta categoría es que resulta raro ver que los equipos controlen las carreras, suelen ser etapas anárquicas, de ahí que haya más emoción.
Así que podemos llegar a la última jornada, la de Sanxenxo, con el alto de Castrove, a 30 kilómetros de meta, que hay que subir dos veces y es el otro punto que puede decidir esta Volta.