Brandon Taylor: «Me apasiona ayudar a la gente, sobre todo a niños que no tienen mucho porque sé lo que es no tener dinero»
DEPORTES
«Siempre me he esforzado mucho, pero desde que tengo hijos... Quiero darles la infancia que yo no tuve», comenta el base del Leyma, que posee una organización sin ánimo de lucro y organiza partidos benéficos en Estados Unidos
29 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Desparpajo, gran dosis de personalidad y una sonrisa perenne. El combo perfecto que irradia Brandon Taylor (West Hollywood, California, 1994). El base, sin complejos, analiza su incorporación al Leyma y habla de la emoción de enfrentarse al Madrid el domingo (18.30 horas, Movistar+).
—¿Cómo se está adaptando?
—Amo A Coruña, su gente, los aficionados... Estoy encantado, es diferente a los lugares en los que he estado. Nunca había vivido tan cerca de la playa, y siempre puedo paseo por ella. Ya me han hablado de la lluvia, pero he vivido en Utah. Si pude con la nieve, podré con esto (ríe). La adaptación es, probablemente, la más sencilla que he tenido.
—Nada más llegar definió al Leyma como una familia. Ahora que lleva más tiempo, habrá reforzado la idea.
—Cuerpo técnico, jugadores, trabajadores del club... todos somos una familia. Somos un grupo muy unido. Sienta muy bien unirse a un equipo así. En una liga como esta, cuanto más unidos estemos, más nos ayudará a ganar.
—¿Qué espera de este curso?
—No quiero tener expectativas sobre la temporada. Pero creo, o por lo menos tengo la sensación, de que será muy buena. Competiremos y jugaremos duro en todos los partidos. Nadie sabe cuántos podremos ganar, pero esperamos ser un equipo que ilusione.
—La ACB no es desconocida para usted.
—No. Es la mejor liga de toda Europa, por eso quería seguir aquí. Están algunos de los mejores entrenadores, de los mejores jugadores, los mejores sistemas fuera de la NBA... Es supercompetitiva, desde el líder hasta el último.
—Comienzan fuerte, contra el Real Madrid.
—Estamos muy ilusionados. La temporada pasada, en el Manresa, mis dos primeros partidos de liga fueron los mismos que este curso: contra el Madrid y el Gran Canaria. Es emocionante. No siempre se tiene la oportunidad de jugar contra un equipo con semejante nivel. Estamos preparados. Me apetece enfrentarme a Campazzo. Es muy bueno, siempre me he fijado en él y le tengo mucho respeto.
—Hungría, Rumanía, Italia, Francia, China… Es un trotamundos.
—Lo soy (ríe). Cuando las cosas se complican es donde aparece la experiencia que tiene cada uno. He vivido muchas cosas en estos nueve años. Creo que tengo liderazgo, pero también soy una persona a la que le gusta unir a los compañeros y mantener el espíritu vivo.
—¿Se arrepiente de no haber jugado en la NBA?
—La NBA es la NBA, pero no me arrepiento. He tenido la oportunidad de ver mundo, y de que mis hijos también lo hicieran. En Estados Unidos puedes hacer millones, pero aprecio mucho mi camino en Europa. He podido conocer diferentes culturas que me han cambiado la forma de ser.
—Se exigirá más para dar una buena vida a sus hijos.
—Cien por cien. Siempre me he esforzado mucho, pero desde que tengo hijos... Quiero darles la infancia que yo no tuve. Quiero que vean que la vida privilegiada que tenemos es fruto de un trabajo. Son una motivación extra.
—¿Cómo fue su infancia?
—El baloncesto me ayudó muchísimo. Sin él no sé dónde estaría hoy, me sirvió para evadirme. Crecí en Los Ángeles, y algunas veces no tenía el mejor ambiente. Centrarme en el baloncesto y poder hacer amigos gracias a él me ayudó a formarme. Veía muchas cosas de niño... Tenía cuatro años cuando empecé a practicarlo. Siempre me han dicho que, siendo un bebé, nunca quería el chupete, que buscaba una pelota. A todos los lados me llevaba una.
—Está muy comprometido con las causas sociales, incluso organiza partidos benéficos.
—Sí, también tengo un campamento para niños desde hace un par de años. No siempre los niños de barrios mejores o peores se encuentran en el mismo ambiente, y para mí era importante que todos pudieran formar una amistad a través, o gracias, al baloncesto. Empecé por ahí y, después, creé una organización sin ánimo de lucro. Es para niños de familias sin muchos recursos. Si necesitan zapatos, mochilas, o cualquier tipo de material deportivo, les ayudo.
—¿Qué le motivó para hacer esa organización que comenta?
—Soy una persona a la que le gusta conectar a diferentes personas. Me apasiona ayudar a la gente, sobre todo a niños que no tienen mucho. Yo en su día tampoco tenía, sé qué es no tener dinero o no poder comprarte los mejores zapatos...
—¿Cómo definiría al Brandon Taylor persona?
—Enérgico, divertido, algo loco... Pero me preocupo mucho por la gente. Soy muy bromista también. En el colegio siempre me castigaban. Era el payaso de la clase. Hacía reír a la gente todo el día.
—Y, además, le apasiona el teatro, ¿no?
—Wow. Sí, lo practiqué en el colegio. Participé en un musical y en una obra. No pude continuar con ello porque mis horarios del baloncesto no me lo permitían. Pero amo el teatro, amo actuar. Me gustaría retomarlo en el futuro.
—Es un claro admirador de Kobe Bryant y de su Mamba mentality.
—Es el número uno para mí. Siempre que hablo de él, me emociono. Siempre he sido bajito, pero gracias a él nunca me ha afectado. Tenía un talento enorme y siempre decía que había que trabajar más duro que los que te rodean. Es mi mantra. Siempre he querido ser Kobe, jugar como Kobe, pensar como Kobe. Y todavía lo sigo haciendo. Esa es mi forma de continuar creciendo. Nunca estoy satisfecho, siempre quiero seguir creciendo. Cuando termine mi carrera deportiva, aunque no haya jugado en la Euroliga o la NBA, quiero mirarme al espejo y decir: «Trabajaste todo lo duro que podías». Sentirme orgulloso.