Trae Bell-Haynes, jugador del Casademont Zaragoza: «El nivel en la creación de Brandon Taylor nos va a obligar a estar muy pendientes»

JOSEMA LOUREIRO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Aitor Bouzo | acb Photo

El ágil base canadiense, que debutó en la Liga Endesa con el Río Breogán, considera que la intensidad de las aficiones gallegas es «algo inigualable»

26 oct 2024 . Actualizado a las 12:49 h.

El Leyma Básquet Coruña recibe este sábado en el Coliseum al Casademont Zaragoza (20.45 horas, Movistar Deportes), liderado por un viejo conocido del baloncesto gallego. Trae Bell-Haynes (Toronto, Canadá, 1995), con pasado en el Breogán, predica con el ejemplo en la sala de máquinas del equipo maño, que lidera en puntos y asistencias. Con rumores sobre el posible interés del Real Madrid y el Barcelona, el canadiense apunta a Brandon Taylor como el mayor peligro del cuadro herculino.

—Este sábado se enfrentan al Leyma Coruña. ¿Cómo afronta el equipo este partido?

—Creo que más o menos de la misma forma que lo hacemos para todos los partidos. Nos enfocamos en sus jugadores, sabemos que hay muchos muy buenos. Por ejemplo, Brandon Taylor ha estado jugando muy bien en este arranque de temporada, y nos hemos enfocado mucho en él y en la forma en la que se desempeñan en la pista de forma colectiva. Sabemos que son rápidos, muy buenos en el bloqueo y continuación, y, entre otras cosas, juegan en casa. Nos tenemos que enfocar en las cosas que podemos controlar y demostrar nuestra valía.

—¿Qué aspectos de su juego les preocupan más?

—Bueno, yo no diría que preocupación es la palabra, pero, obviamente, el nivel de creación de Brandon Taylor es algo de lo que tenemos que ser conscientes para poder minimizar su influencia lo máximo posible. El ataque fluye con él a la perfección y les hace jugar como equipo. Creo que están muy equilibrados, sus grandes están funcionando muy bien y la continuidad de muchos jugadores hace que se conozcan el sistema. Siento que no hay solo un aspecto que destacar de ellos, son un gran equipo. Vencieron al Real Madrid en casa, así que tendremos que jugar nuestro partido y hacerlo lo mejor que sabemos.

—Esta es su segunda temporada en Zaragoza. ¿Cómo ha sido su adaptación a la ciudad y al equipo?

—Creo que ahora todo va bastante bien. El año pasado tuvimos unos cuantos altibajos y no fuimos tan competitivos como quizás podíamos haber sido. Creo que mi adaptación a la ciudad ha sido muy sencilla. La gente es muy amistosa y acogedora. Mi novia y yo estamos muy contentos de vivir esta experiencia en Zaragoza. Creo que este año estamos teniendo un buen inicio en cuanto a nivel de baloncesto. Creemos que podemos ser mejores poco a poco. Todo el mundo está remando en la misma dirección para conseguirlo.

—El Coliseum lleva dos llenos consecutivos. ¿Cree que la afición puede ser un factor importante para su rival?

—Definitivamente, cien por cien. He jugado en el Breogán y sé perfectamente que los aficionados y la atmósfera del pabellón nos ayudaron a ganar muchos partidos difíciles. La gente del Pazo fue la razón por la que le ganamos al Baskonia en la primera vuelta de aquella Liga Endesa, solo por poner un ejemplo. Sé cómo de importantes pueden ser los aficionados para ayudarte a ganar, y también lo he experimentado aquí en Zaragoza. Es nuestro trabajo intentar jugar mejor que ellos para evitar que la grada se meta en el partido.

—Es el máximo anotador y asistente del Casademont Zaragoza. ¿Siente una mayor responsabilidad como líder del equipo?

—Sí, siento la responsabilidad de ser un líder. Es mi segundo año aquí y tenemos un puñado de jugadores nuevos. Pero creo que mi responsabilidad recae más en ayudar al equipo a ganar partidos. En los dos primeros fue anotando más que otra cosa, pero mi trabajo es encontrar de qué modo puedo ayudar a mis compañeros a ganar cada partido. A veces asistiendo, a veces anotando... Lo que sea. No me importa. Hago lo que me pide el míster.

—¿Cómo equilibra sus estadísticas individuales con el juego colectivo?

—Intento no pensar en mis números individuales, me mentalizo de que lo más importante es ganar partidos. Si tú y tu equipo jugáis bien y ganáis, las estadísticas vienen solas. Intento siempre tener en mente la forma de afectar al juego positivamente, defendiendo y eligiendo bien las jugadas de forma consistente. Las cifras vienen de la mano, pero, para mí, nunca han sido ni un enfoque ni una preocupación.

«Siempre voy a guardar a Lugo y al Breo en mi corazón»

Bell-Haynes, cuya primera etapa en España llegó en aquel espectacular Río Breogán de Musa, Kalinoski y Mahalbasic que logró la clasificación a la Copa del Rey, observa con cariño su etapa como celeste y celebra poder jugar en Galicia de nuevo.

—Pasó un año de su carrera en el Breogán. ¿Le gusta poder jugar en Galicia y en una nueva ciudad como A Coruña?

—Estoy encantado de poder jugar en A Coruña, la verdad. Obviamente, mi primera experiencia en España fue en Galicia, así que viví de cerca la pasión de los aficionados, no solo del Breogán, sino también del Obradoiro. Viendo lo que he visto del Leyma, siento que es algo inigualable en cualquier otro sitio de España. El Breogán y Lugo siempre van a tener un lugar especial en mi corazón por haberme dado la oportunidad de jugar aquí. Sigo apreciando mucho lo bien que me trató la gente allí, ese año fue fantástico.

—¿Cómo compararía su experiencia en el Breogán con la actual en Zaragoza?

—Es muy difícil compararlas, honestamente. En el Breo era más joven y era mi primera experiencia en España. No sabía qué esperar de la liga, de la cultura, la gente, el idioma... En Zaragoza, ya en mi tercer año en España, tengo una mejor relación con cómo se juega y con la forma en la que todos los equipos y aficionados respetan cómo se juega al baloncesto. Ha sido un gran aprendizaje que me ha hecho ser mejor.

—¿Cómo cree que ha evolucionado como jugador desde su llegada a España?

—En muchos sentidos. Creo que mi habilidad para leer el juego en el bloqueo y continuación y mi capacidad de generar más peligro sin necesidad de anotar ha aumentado mucho. Cuando estuve en el Breo, muchos equipos no me veían como una amenaza en el tiro y me cubrían menos. Pienso que es algo en lo que debo trabajar todavía, pero cada vez me encuentro mejor en ese aspecto.