En Galicia, numerosos deportistas compiten a un nivel destacado por encima de los 65 años de edad
02 nov 2024 . Actualizado a las 10:04 h.Los deportistas gallegos son un ejemplo de longevidad en múltiples disciplinas, con excelentes resultados a un nivel aceptable. Estos son algunos de los casos más conocidos.
PACO BAO
ATLETA, 75 AÑOS
«No entreno porque todas las semanas participo en una prueba»
A sus 75 años, el barquense Francisco Bao lleva 18 militando en el club Adas de atletismo. «Me sirve para estar activo», señala el deportista, que presume de no tener que tomar ni una sola pastilla. Camina a diario varios kilómetros junto a su perrita Xisca y cada semana participa en una andaina o una carrera. Este domingo afrontó la número 735 y planea acabar el año en 742. «No entreno, no me hace falta porque todas las semanas participo en una prueba», señala.
Es un clásico en las carreras populares y cualquier tipo de convocatoria que se organiza en la provincia y es fácil verlo animar a los más jóvenes, cuando se cruza con niños u otros atletas descolgados. Sin olvidar su destacado papel en la estructura del ADAS O Barco, su club. Es un personaje de sobra conocido en la villa valdeorresa, donde se le ha visto en los carteles de la campaña de Navidad y rebajas del centro comercial abierto, o de costalero en alguna procesión. También participó en campeonatos nacionales de 60, 200, 400, 800, 1.500, 3.000, 5.000 y 10.000 metros, llegando incluso a participar en maratones como los de A Coruña, Toral de los Vados, Roma, Praga y Oporto.
Julio fernández
FUNDADOR DEL ATHLOS, 82 AÑOS
«No paro en todo el día y sigo compitiendo en bádminton y atletismo»
Texto. Patissilin dius sedo, Cuperfe conlocres tem sed sed modicaet pri, Ti. Lutes cotesces cone octatuu stodica perficaet; et qui pratam ina, veri pubissulii cur. Sesilis vid cae nos egilis, patus, vil hacre inirm Lutes cotesces cone octatuu stodica perficaet; et qui pratam ina, veri Lutes cotesces cone octatuu stodica perficaet; et qui pratam ina, veri pubissulii cur. Sesilis vid pubissulii cur. Sesilis vid Lutes cotesces cone octatuu stodica perficaet; et qui pratam ina, veri pubissulii cur. Sesilis vid is. Ivesces sesilisquit. Nost ina, Catem apest L. Ostatiam P. Nihicibus.
ANTONIO DEVESA PÉREZ, TOLÍN
EXREMERO Y PIRAGÜISTA, 68 AÑOS
«Son competidor e rétome a min mesmo a ver canto tempo máis dou aguantado»
Antonio Devesa Pérez, Tolín (O Grove, 1956) estaba llamado a concluir su carrera deportiva como remero. Tras haber retomado su trayectoria en el costado de babor del batel y de la trainera del Club de Remo Mecos en el 2017, cinco años después de haber disputado su última Liga Galega de Traiñeiras, y de gozar de la titularidad con 60 primaveras a la espalda en la competición reina del banco fijo autonómico, el arousano fue rebajando su exigencia, ayudando a completar los barcos del club durante las regatas de pretemporada y en los entrenamientos en los que la tripulación andaba justa de efectivos. Hasta que llegó la pandemia. Entonces, en el 2020, la entrada de un ergómetro en su casa, suministrada por el Breogán do Grove a una de sus hijas, piragüista, reescribió la historia deportiva de Tolín.
«Funlle collendo o gustiño», cuenta quien había formado parte de los pioneros del remo en O Grove en el año 1981. Y en cuanto la progresiva relajación de las restricciones lo permitieron, en el 2021 se acercó al club de piragüismo de su pueblo. Su primera impresión no hizo más que consolidarse. «Eu xa non estaba para formar parte dun equipo», confiesa, no al menos para rendir al máximo nivel, y en el deporte de la pala encontró la alternativa perfecta para seguir dando rienda suelta a su pasión. Esa que ha llevado a Tolín a no dejar de acudir al gimnasio prácticamente a diario, primero del CR Mecos y después al del Breogán, de forma ininterrumpida desde el 2001.
Liberado de un plan de entrenamiento estricto y con el tiempo libre que le facilita su reciente jubilación, Tolín empezó practicando con una piragua de kayak de mar, más ancha y estable, compitiendo hoy en regatas de pista y en la modalidad de barco dragón. En esta última es en la que, dice, más disfruta. Por competir en embarcaciones de entre 12 y 22 palistas, y por hacerlo junto a su propia mujer, en una actividad en la que comparte horas «con xente moi variopinta», mucha sin experiencia previa en deporte federado, con la que ha congeniado a la perfección al tiempo que alimenta su gen competitivo —luce ya un buen botín de medallas en competiciones oficiales—.
«Son competidor. Na piragua desfruto. Gústame e rétome a min mesmo a ver canto tempo máis dou aguantado». Un reto al que Tolín añade el de tener que seguir aprendiendo a mejorar en un deporte, el piragüismo, que le había sido ajeno hasta los 64 años: «Na piragua, ademais de estar ben fisicamente, precisas de técnica. E estou niso, porque inda perdo moitas paladas», dice.
El arousano, nos cuenta, entrena del orden de una hora y media en el gimnasio, donde sigue levantando 40 kilos en arrancada, la mitad de lo que hacía en sus años mozos, y otro tanto tiempo en el agua «cando o tempo deixa». Algo a lo que le ayuda el hecho de que «lesións graves nunca tiven». El año pasado rompió el menisco externo de su rodilla derecha, pero «nunca parei de todo», aclara. Y en este un manguito rotador le está dando la lata en los hombros, pero sin llevarlo a pensar en dejar de competir. Es más, reflexiona: «Se non estivese facendo deporte de continuo, non estaría como estou de ben de saúde». Por todo ello, y por todo lo vivo que le ha hecho sentir el deporte, Tolín, el hombre sin fecha de caducidad, declara: «O que me estraña é que xente á que lle encanta o remo ou o piragüismo o deixen aos 30 anos, ou mesmo antes».
ANTONIO RIERA
ATLETA, 76 AÑOS
«Non me privo de tomar unha cervexa cando me apetece»
Antonio Riera es sinónimo de atletismo. A sus 76 años todavía conserva salud y ánimos para entrenar varias veces por semana y salir a competir. «Diso nada, seguirei mentres o meu estado físico o permita. É unha satisfacción enorme. A propia actividade física e o contacto cos compañeiros refórzame a saúde», asegura. Su pasión por la competición no llegó hasta los 46 años, cuando disputó su primera prueba federada. Ahora entrena tres veces por semana durante una hora, siempre y cuando las lesiones no aparezcan. Ahora está en un buen momento físico y pretende correr tres carreras en dos meses.
«Eu como de todo, con moderación, e teño unhas costumes saudables. Pero non me privo de tomar unha cervexiña cando me apetece», sostiene.
josé santaMARÍA
ATLETA, 76 AÑOS
«El deporte es la mejor medicina, por lo menos para la mente»
En las vitrinas de José Santamaría (A Pobra do Caramiñal, 1948) se pueden ver muchas medallas. Cuando tenía 48 años, tras el fallecimiento de su esposa, el deporte, y más concretamente el atletismo, fue su salvación. En vez de encender un cigarrillo se calzó las zapatillas y salió a correr. Su situación física no era la mejor, pero tenía claro que necesitaba cambiar su estilo de vida y fue constante. Desde entonces, es un asiduo de los podios y posee varios récords gallegos.
Ahora, el deporte vuelve a servirle de terapia. El año pasado tuvo un problema de salud y entre las intervenciones, las pruebas y la medicación pasó un bache del que logró recuperarse: «En verano fui bronce en los 100 metros en el campeonato de España». Siempre dice que tiene como meta batir el récord gallego de 85 años en los 100 metros.
ÁNGEL GARCÍA
TENISTA, 75 AÑOS
«Quisiera llegar a los 100 jugando al tenis»
No falta a su cita en A Malata con el grupo de adultos al que entrena Ricardo Alonso en el Grupo Bazán. A sus 75 años, Ángel García confiesa que se metió en el mundo de la raqueta hace más de una década: «Empecé hace quince años. Siempre hice deporte y estoy convencido que para tener una mente y un cuerpo sano, lo necesito y un deporte que implique tener que luchar y sacrificarte», relata.
Pero, ¿por qué el tenis? Lo tiene claro García: «Es uno de los deportes más competitivos. Tienes que usar la técnica y la fuerza física y la mente. El conocerte a ti mismo y controlar tu mente. Este deporte es tan completo, que por eso me animé a unirme al Grupo Bazán porque, además, socializas», determina un Ángel que ocupa una de las licencias federativas de mayores de 65 que hay en Galicia y que entiende que entrenar con personas de menor edad es un plus.
No pierde, admite, el gen competitivo. «Es parte de tu personalidad y de tu ser, lo puedes ir perdiendo con los años pero eres consciente de que tienes que hacer un esfuerzo y pasar dolor para estar y cumplir con los compañeros. Si nos dejásemos ir sería muy fácil caer en el "Uy, hoy no voy que llueve y me voy a tomar una cerveza con las amigos"», desgrana este veterano tenista que tiene muy claro cual es su reto personal.
«Quisiera llegar a los 100 jugando al tenis porque eso sería muy buena señal. Ese es el reto y lo voy a dejar cuando no me permitan seguir las lesiones, que todos las tenemos y más a los 75», concluye Ángel antes de asir la raqueta y empezar a pelotear. Va por el buen camino.
MACA CABALEIRO
EXJUGADORA DE BALONCESTO Y ÁRBITRA, 75 AÑOS
«Antes estábamos hechos de otra pasta»
Actualmente está en el dique seco por una lesión pero la ferrolana Maca Cabaleiro, primera mujer en jugar fuera de España y en ejercer de árbitro de baloncesto, se resiste a abandonar la cancha. Implicada con el club Aurum de baloncesto sénior, conformado por exjugadoras del área, confiesa que tras años alejada de primera línea este proyecto le devolvió el gusanillo por un deporte que corre por sus venas.
«Todavía no puedo entrenar porque tengo una pierna mal pero pienso volver. A mi ritmo, pero estar me apetece y mientras sea capaz me viene bien», subraya la ferrolana a la que la práctica del baloncesto, al margen de mantenerla activa, le permite compartir tiempo con otras jugadoras de menor edad: «Eso te da vida», destaca.
«Para mí el baloncesto fue todo. El baloncesto es el baloncesto. Me dio muchas cosas», explicita una de las impulsoras del baloncesto femenino en Ferrol, que puso en marcha en la década de los 70 la sección femenina del OAR, y que observa ahora, con el Baxi Ferrol disputando Eurocup por primera vez en su historia, con la conciencia de haber abierto camino. «Es un nuevo renacer. Viene de lo que otros hemos hecho antes. Tuve que luchar un poquito», destaca. Enumera a personas que hicieron posible ese avance: Cuqui Pardo, Fernando Sanmartín o Tomás Blanco, entre otros. Todos ellos, impulsores de esta disciplina de manera desinteresada porque, concluye Maca, «antes estábamos hechos de otra pasta».
MANOLO SENRA
PILOTO DE AUTOMOVILISMO, 62 AÑOS
«Cando non hay probas, saio coa moto de trial»
Manolo Senra (Olveira, Dumbría, 1962), o Tarolo, como es conocido en el mundo del automovilismo, le entra la risa cuando le preguntan si ha perdido capacidades con el paso de los años. «No 2023, co 306, meu coche de sempre, batín o récord de tódalas subidas no Galego de Montaña. E no 2024 volvín mellorar os tempos co 308», resalta el campeón, de manera consecutiva, de cinco títulos del Campionato Galego de Ralis, que desde hace años compite en la modalidad de montaña.
El truco combina amor por el volante, competitividad y mantenerse en forma. «Cando non hai probas, saio ca miña moto de trial, que a cambio cada pouco tempo, e para iso hai que estar físicamente ben. Fágoo dende os 20 anos», comenta. Ahora, con 64, ya prepara el rali de A Coruña, la carrera de los campeones en Ponferrada y la de Dani Sordo, en Santander. Todas, citas que tiene en las próximas semanas. «A ver, claro que xa non hai a mesma ilusión, pero si que sigo disfrutando igual. O que pasa é que a medida que pasan os anos igual colles un pouco máis de medo. E agora, tanto me da ser quinto que oitavo, pero intento estar a altura sempre», dice. Y sigue cumpliendo con creces.
JOSÉ DEUS BRAGE
TENISTA, 72 AÑOS
«Empezamos a jugar en la playa en la época de Santana en Australia»
Tiene 72 años y durante 50 ha estado pagando religiosamente su licencia de tenista. Actualmente sigue vinculado al Club de Tenis Redes del que es fundador, en Ares. Allí se inició, según relata, cuando tenía 15 años y actualmente ejerce de delegado y seleccionador de los veteranos en Galicia. «Éramos un grupo de chavales, que nos enganchó el tenis porque nos coincidió la época de Santana en Australia. Jugábamos en la playa y luego, para jugar a más nivel, tuvimos que fundar el club», subraya. Trabajó en la Marina Mercante y el tenis siempre fue una válvula de escape para desestresarse, agrega.
DIEGO LÓPEZ
PATRÓN DEL CRUCERO MIRFAK, 73 AÑOS
«Cuando te engancha la vela, no lo dejas ni de broma»
A sus 73 años, el ferrolano Diego López lleva toda una vida practicando vela y, como patrón del crucero Mirfak, viene de proclamarse por octava vez
consecutiva como campeón del Trofeo Presidente Xunta de Galicia. «Me decía en la entrega de trofeos Pedro Campos que le acababa de robar su récord porque él tenía siete», reseña. También campeón de la zona norte de España, Diego no sopesa la retirada. «Cuando te engancha la vela, te engancha. No lo dejas ni de broma», confiesa.
PEpín Rioseco
ATLETA, 83 AÑOS
«¿Retirada de qué? ¿De vivir? No»
A la vida frenética como médico de profesión le puso fin Pepín Rioseco (Ferrol, 1941) con 70 años y, aunque amante del deporte desde pequeño, fue entonces cuando comenzó a dedicarse activamente al altetismo. Con 83 años acumula ya once récords del mundo entre los años 2016 y 2021 en categoría máster y actualmente se encuentra, a la espera del próximo año dar un nuevo salto de categoría. Sus plusmarcas abarcan de los 800 a los 5.000 metros, entre pista y aire libre.
«Practiqué natación, tenis, atletismo y en este momento tengo seis récords al aire libre y cuatro en pista cubierta. Cada cinco años en máster subes de categoría y tengo varios récords en la misma prueba en distintas categorías», explica el internacional con la selección española en categoría máster.
¿Cómo lo hace? «No piensas en la edad que tienes. Seguimos siendo los mismos niños que cuando íbamos al instituto con los compañeros», valora. No quiere oír hablar Pepín de retirada: «¿Retirada de qué? ¿De vivir? No. Si puedo no me retiro. Sentarse a ver la televisión todo el día no es vida», subraya el atleta que, desgrana, empieza su rutina diaria a las ocho de la mañana y aprovecha para irse a las instalaciones del Club de Campo y entrenar alrededor de dos horas.
«Tengo un gimnasio magnífico, una piscina estupenda, campo... Puedo hacer lo que me dé la gana», expone el atleta que, indica, ya por la tarde se dedica a otra de sus pasiones: la lectura. Lo que no perdona, eso sí, es la siesta. Confiesa Rioseco que era una práctica que ya se permitía estando en activo: «¿Sabes quiénes echamos la siesta? Los dioses y algunos humanos muy, muy selectivos», bromea el atleta, al que acudir a competiciones lejos de su zona de confort le ha permitido conocer, señala, a gente maravillosa.
JOSÉ ANTONIO SALGADO
DOBLE CAMPEÓN DE ESPAÑA SUPERSÉNIOR DE GOLF, 70 AÑOS
«Llevo una vida saludable, hago mis ejercicios y disfruto mucho»
José Antonio Salgado es uno de los golfistas más carismáticos de España. Fue el valiente que mostró el camino a cuantos gallegos se abrían paso en el campo profesional. Por eso ganó el primer título en el Challenge Tour, en Lerma en 1993, en el escalón de acceso a la superélite de golf. A sus 70 años no solo sigue en activo, compartiendo su sabiduría en A Zapateira, sino que disfruta compitiendo, también con rivales 50 años más jóvenes. Y a los que derrota gracias a su talento interminable. Hace unos días ganó el Gallego de pitch and putt en Sarria y en mayo se proclamó campeón de la cita del circuito autonómico en el campo de A Toxa, siempre en pruebas para profesionales.
Además, Salgado compite con los amigos de su generación, como Juan Quirós. Ambos se reparten los títulos de campeón de España de supersénior (mayores de 65). El jugador gallego tiene dos, por tres del gaditano. «Somos muy amigos. Organizamos los viajes y vamos a todos lados juntos», explica.
Salgado asegura no tener secretos para continuar rindiendo al máximo nivel: «Llevo una vida saludable, hago mis ejercicios en el gimnasio y como lo adecuado. Lo normal. Pero disfruto mucho». Su talento y modestia le dan para lanzar bombazos con el driver a unos 240 metros mientras sigue forjando campeones. Un ejemplo.
Información elaborada por David Cofán, Fran Brea, Pablo Penedo, Antón Lestón, Paulo Alonso, Luis M. Rodríguez y Pablo Gómez.