La indignación del club blanco por dejar a Vinicius sin el galardón abre otro frente en su guerra contra los organismos que rigen el fútbol
29 oct 2024 . Actualizado a las 18:02 h.El Real Madrid eleva su cruzada contra el mundo. La indignación que siente el club de Chamartín después de que Vinicius se quedase el lunes sin un Balón de Oro que daba por hecho abre otro frente de batalla en la guerra que mantiene contra los organismos que rigen el fútbol. France Football, revista organizadora del trofeo, y L'Équipe, diario líder en la prensa deportiva gala que pertenece a la misma empresa, se suman a una larga lista de enemigos que encabeza la UEFA y de la que también forman parte la Liga, la Federación Española de Fútbol y su apéndice del Comité Técnico de Árbitros o la FIFA, aliada de conveniencia esta última en algunos asuntos pero respecto a la cual tiene intereses divergentes en otros. Sin olvidar, por supuesto, a sus tradicionales rivales deportivos, con el Barcelona y el Atlético en primera línea, o los vecinos del Bernabéu que han llevado a los tribunales a la entidad y le han obligado a suspender los conciertos que tenía programados, además de paralizar la construcción de dos aparcamientos junto al estadio.
La decisión del Real Madrid de no acudir a la gala del Balón de Oro suscitó el estupor y una condena generalizada. Medios de comunicación de todas partes reprochan lo que consideran una pataleta por parte de la entidad que preside Florentino Pérez, a la que afean su falta de decoro e incapacidad para aceptar los reveses que se le presentan. El desplante al prestigioso trofeo fue recibido como una cuchillada por parte de France Football y L'Équipe, que arremete contra la falta de «clase» demostrada por los blancos y les acusa de «pisotear» la caballerosidad con la que deben aceptarse las derrotas. Un valor ineludible en el deporte y en la vida que ensalzaba el antiguo himno del Real Madrid. «Cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores...», rezaba aquella tonadilla cuya letra choca de plano con el espíritu del que hicieron gala en Chamartín al cancelar el viaje que tenían programado a París.
Desenlace inesperado
No fue fiel a esa consigna el Real Madrid, pillado a desmano por un desenlace inesperado para casi todos y que no supo encarar manteniendo el tipo. El club ve detrás de lo ocurrido la mano negra de la UEFA, asociado de France Football en la entrega del Balón de Oro desde este año y con la que Florentino Pérez mantiene un duro enfrentamiento a cuenta de la Superliga. Dicho torneo, principal caballo de batalla del Real Madrid, constituye una amenaza existencial para el statu quo que trata de mantener a toda costa el organismo que preside Aleksander Ceferin, pero está lejos de ver la luz por la ausencia de apoyos entre el resto de grandes clubes europeos, pese a que los tribunales le dieron aliento al establecer que no se puede castigar a quienes participen en el proyecto.
Lo cierto, sin embargo, es que el método de elección del Balón de Oro obedece al criterio de cien periodistas de todo el mundo que escogen con libertad a quiénes votan atendiendo a unas reglas establecidas de antemano y ahí la UEFA no tiene nada que decir. Sí pudo perjudicarle a Vinicius la dispersión de votos con otros compañeros como Carvajal o Bellingham que figuraban entre los favoritos y cierta animadversión hacia el brasileño.
Solo se dejó llevar el Real Madrid por un estado de ánimo, sin tener en cuenta que esta vez los organizadores habían impuesto un secreto absoluto para evitar lo sucedido en anteriores ediciones en las que ilustres como Cristiano Ronaldo o Messi rehusaron acudir a la gala del Balón de Oro sabiendo de antemano que no iban a ganar el trofeo. La incertidumbre entonces quedaba agrietada por el reportaje previo con el ganador que realizaba France Football, que esta vez consiguió mantener el suspense hasta pocas horas antes de que comenzase el evento y la intriga saltó por los aires al conocerse que el Real Madrid se quedaba en tierra por el supuesto desaire a Vinicius.
Objeto de deseo
Rompe amarras el Real Madrid, al menos de momento, con un galardón que siempre constituyó uno de sus principales objetos de deseo y se siente perseguido por todos. Choca de frente con la Liga a causa de la Superliga, por el pacto con CVC, por el modo en el que se gestionan las retransmisiones y otro sinfín de asuntos. Tampoco hay sintonía con la Federación Español de Fútbol, cuyo Comité Técnico de Árbitros es el blanco predilecto de Real Madrid Televisión. La relaciones con el Barça, pese a ir todavía de la mano en el tema de la Superliga, se deterioraron gravemente por el caso Negreira. Y los incendiarios derbis con el Atlético han enturbiado aún más unas aguas que ya bajaban revueltas. Con la FIFA existen menos tiranteces, pero tampoco convence plenamente el Mundial de Clubes. Todo responde a una cuestión de dinero, como en tantos casos, pero el Real Madrid se está quedando solo en demasiadas batallas.