Elba Garfella, jugadora valenciana del Ensino: «Ves familias pidiendo ayuda y gente pasando hambre, es algo terrible»

DEPORTES

REBECA FERNÁNDEZ

Garfella viajó a su tierra pocos días después del trágico paso de la dana

05 nov 2024 . Actualizado a las 16:34 h.

A Elba Garfella (Manises, Valencia, 2003), como a otros muchos deportistas de élite, le tocó sufrir desde muy lejos el trágico impacto de la dana en su tierra. La jugadora del Durán Maquinaria Ensino vivió con angustia, dolor y, sobre todo, mucha preocupación las terribles consecuencias de un suceso que no ha salpicado a su entorno.

—¿Cómo vivió desde la distancia la tragedia en su tierra?

—Fue duro, muy duro. Al principio no eres muy consciente de la verdadera gravedad, pero a medida que van llegando noticias ya te das cuenta de la magnitud del suceso. Lo primero que hice fue llamar inmediatamente a mi madre: ‘¿Estáis bien? ¿Conocemos a alguien que le haya pasado algo o necesite ayuda?’. Por suerte, en mi entorno, tanto familia como amigos y conocidos, no ha habido desgracias. Como mucho, pérdidas materiales, que es lo de menos. Mi entorno entero, como casi toda Valencia, está volcado en ayudar.

—¿Alguno de los lugares que salen devastados le traen recuerdos de su infancia?

—Sí, sí, bastantes. Me produce mucha tristeza ver así pueblos en los que he estado varias veces de pequeña o algunas zonas de la capital a las que he ido infinidad de veces, como el centro comercial Bonaire. Cada vez que veo imágenes doy gracias por la suerte que ha tenido mi familia.

—Usted es del municipio de Manises. ¿Se vio muy afectado?

—No demasiado. Allí está el aeropuerto de Valencia y ese día se inundó un poco y se cancelaron vuelos, pero poco más.

—¿Qué le cuenta toda esa gente de su entorno que hacen labores de ayuda?

—Que es un horror, que lo que sale en la tele no tiene nada que ver con la realidad. Mi familia y mis amigos dicen que parece que haya pasado un sunami. Es terrible. La gente que va allí a limpiar vuelve destrozada física y mentalmente. Ves familias pidiendo ayuda o gente que está pasando hambre, personas que lo han perdido todo. Es algo terrible. También ves la otra cara, que es la de la solidaridad. Toda Valencia y toda España está volcadísima, incluso en ciertos sitios han tenido que pedir que dejen de ayudar y de colaborar porque hay suministros de sobra. Pero esto no será una semana o dos de ayudar, sino que irá para largo.

—Como es habitual después de una tragedia así, la polémica está servida. ¿Se pudieron aliviar los efectos con unas medidas de prevención más severas?

—Fallaron muchas cosas y por parte de todos. Aquí no hay bandos. Ha fallado tanto el aviso de alerta como la forma en que lo intentan arreglar. No se está recibiendo toda la ayuda necesaria. Han sido los propios ciudadanos los que desde el primer día intentaron ayudar. Mi hermano es militar y no pudieron actuar hasta que les han dado permiso. Muchos bomberos y otros profesionales fueron a colaborar por su cuenta, sin esperar las órdenes de los de arriba.

—Aprovechando el parón liguero, seguro el entrenador les dará unas pequeñas vacaciones. ¿Tiene previsto viajar a casa?

—Ya estoy en Valencia. Me fui después del partido en Ferrol, en el que, por cierto, me costó mucho concentrarme por todo lo que estaba pasando en mi tierra.

«Este parón en la liga nos va a venir muy bien para recargar las pilas»

La Liga Endesa se interrumpe este fin de semana y la plantilla del Durán Maquinaria Ensino disfruta de unas pequeñas vacaciones antes de comenzar a preparar el encuentro del próximo jueves 14 de noviembre en el Pazo ante el Ardoi navarro.

—¿Llega en buen momento para el equipo esté parón?

—Creo que nos viene bien, tanto para el cuerpo como para la cabeza. Vamos a agradecer el descanso para coger fuerzas, recargar las pilas y volver otra vez a tope. El Ensino necesita tiempo y trabajo.

—Llevan una victoria y cuatro derrotas. No es el balance esperado.

—Cierto. Esperábamos y queríamos más, pero no hemos tenido un inicio fácil por el tema de salud de Antonio [Pernas] y por la cantidad de jugadoras que llegamos nuevas. Tanto el equipo técnico como las jugadoras lo estamos dando todo para seguir mejorando. Somos un grupo muy trabajador y poco a poco irán llegando los buenos resultados porque vamos por buen camino.

—El próximo rival es un recién ascendido, el Ardoi.

—Jugamos contra ellas en pretemporada, pero creo que no tendrá nada que ver. Estarán más rodadas y es un equipo que puede dar muchos sustos.

—¿Ya está perfectamente adaptada al club y a la ciudad o todavía no ha completado el proceso?

—A la ciudad sí, me gusta mucho y estoy adaptadísima. ¿Al equipo? Me pasa un poco como al resto que llegaron nuevas. Estamos acoplándonos al ritmo y el estilo de Antonio [Pernas].