El nadador vigués del Canoe rebajó por dos veces la mejor marca nacional, que él mismo poseía, y logró la mínima que le otorga plaza para el Mundial de Budapest
15 nov 2024 . Actualizado a las 23:52 h.La piscina M-86 de Madrid vivió ayer en el Campeonato de España Absoluto de Invierno Astralpool de piscina corta una jornada trepidante durante las series masculinas de los 200 mariposa, que encumbraron a Miguel Martínez Novoa (Vigo, 2000). La corona no vino sola. El campeón de España batió por dos veces el récord nacional y se garantizó ya en las semifinales una plaza para el Mundial de Budapest, que se celebrará entre el 10 y el 15 de diciembre.
El nadador gallego del Canoe rebajó en su serie de semifinales el récord de España (1.52,88), que él mismo poseía, para dejarlo en 1.52,63. Esa marca supuso para él la mínima para el Mundial. Tocó la campana, pero la gloria fue demasiado efímera. En la serie siguiente, apenas con la diferencia de unos minutos en la matinal, el asturiano Arbidel González, su gran rival en la especialidad, y ya clasificado para la cita de Budapest, se lo arrebató tras detener el reloj en 1.52,07. El pulso de la gran final, previsto para la sesión vespertina, salpicaba chispas. Cumplió las expectativas. Lo ganó Martínez Novoa y para ello volvió a rebajar una vez más el récord de España. Lo estableció en 1.51,97. Arbidel acabó segundo (1.52,24). Ambos son pupilos de Rob Greenwood en el CAR de Madrid.
«Fue muy duro volver a empezar tras no clasificarme para los Juegos y sentía la presión de tener que meterme en el Mundial»
Desde la habitación del hotel de Madrid en el que se dirige a descansar para la tercera jornada del nacional, Miguel Martínez Novoa atiende a La Voz. Reconoce haberse sacado una mochila de encima con la plaza mundialista. Le atormentaba más que las marcas, más que ser o no campeón de España. «El año pasado no pude conseguir la clasificación olímpica y este año me costó mucho tener que empezar la temporada otra vez», reconoce el vigués, becado desde septiembre del 2021 en la Blume.
«Llevo unos meses de entrenamiento muy duros, con el objetivo de conseguir una plaza para el Mundial de piscina corta de Budapest. Lo conseguí ya en las series y es lo que me ha reconfortado, me ha puesto muy contento», dice. «Por la tarde nadé sin la presión que tenía, que era la de clasificarme, y rebatí el récord de España. Me sentí muy cómodo en la final», confiesa.
Miguel cedió durante unas horas el récord de España al asturiano Arbidel González, con el que le une una estrecha relación. «Me alegro mucho por él, por el momento en el que rebajó mi marca. Al final somos compañeros de entrenamiento y nos estamos apoyando mucho el uno al otro. Eso nos ha permitido a los dos ir mejorando poco a poco», admite. «Todavía queda campeonato y tengo que seguir dando guerra». La plaza para Budapest ya está en la maleta.
Buen papel de Mario Méndez
La jornada, en la que también el tarraconense Carles Coll batió por dos veces el récord de España de los 100 braza, para dejarlo en 57.17, y garantizarse la mínima que le otorga el billete para Budapest, dejó también la quinta plaza en la final de los 400 libre del vigués del Club Náutico Santa Olaya de Gijón Mario Méndez, que se había proclamado subcampeón de España de los 800 libre en la primera jornada. Ambas pruebas estuvieron dominadas por el granadino Carlos Garach, que también logró la mínima mundialista.
Paula Otero, quinta en los 800
En la final femenina del 800 libre, en la que se impuso Ángela Martínez Guillén (8.27,11), con plaza para Budapest, acabó quinta la coruñesa del Club Natación Arteixo Paula Otero (8.39,34), un puesto por delante de la malagueña, ex del Liceo, María de Valdés (8.39,68).
También hubo presencia gallega en la final femenina de los 100 metros braza, con el sexto puesto de Sofía Mourenza, nadadora del Porta Miñá Lugo, En esa prueba acabó décima Sofía Carballo, misma plaza que obtuvo en los 200 mariposa Inés Mourenza.
Sin plaza para Mireia Belmonte
La delegación española se aseguró también el pasaporte para Hungría del riojano Iván Martínez Sota en los 50 espalda y de la catalana Emma Carrasco en los 200 braza. Lejos del sueño mundialista se quedó Mireia Belmonte en la final de los 400 estilos. La todavía plusmarquista mundial, desde el 2017, acabó quinta, a casi siete segundos de la mínima exigida.