Los Bryan confirman que hay vida más allá de Lamine Yamal y Nico Williams en un combinado con infinitos recursos que piensa ya en marzo
19 nov 2024 . Actualizado a las 15:38 h.Clausurada con otra victoria en Tenerife la exitosa gira triunfal que ha llevado a cabo en este inolvidable año del 2024, la selección española piensa ya en marzo. Los cuartos de final de la Liga de Naciones, cuyo sorteo se celebrará el viernes en Suiza con tres posibles rivales de tronío como Italia, Países Bajos y Croacia en el bombo, serán la siguiente cita que afrontará la selección española, con la ida a domicilio y la vuelta en casa, posiblemente en Valencia a beneficio de los damnificados por la dana. Volverá a entrar entonces en acción una España plural que disfruta especialmente yéndose a los extremos, como puso de manifiesto una vez más este lunes en el Estadio Heliodoro Rodríguez López.
La irrupción de Bryan Gil y de Bryan Zaragoza revitalizó a un bloque que afrontó la recta final del enfrentamiento ante Suiza con un once que presentaba una media de edad de 23,4 años y que vio cómo los helvéticos empataban por dos veces, pero que acabó sumando en el descuento su decimocuarto triunfo en un año en el que recuperó el trono de campeona de Europa y se convirtió en la envidia del firmamento futbolístico con un juego brillante y vertical que está dotado de un abanico de recursos que parece infinito. Los Bryan demostraron con ese descaro y capacidad de desborde que les caracteriza que existe vida más allá de Lamine Yamal y de Nico Williams para la selección.
Con el precoz talento del Barça recuperándose en la Ciudad Condal de la lesión en el tobillo derecho que le hizo caerse de la convocatoria con España y el habilidoso futbolista del Athletic tratando de recobrar aquella versión exquisita con la que deslumbró en la Eurocopa, el combinado que dirige Luis de la Fuente agradeció la fabulosa puesta en escena que hicieron los Bryan en Tenerife. Se echaron a hombros a un equipo que el seleccionador refrescó al completo en una noche idónea para el disfrute y permitieron con su empuje y un par de goles que la selección mantuviese la marcha imparable que la mantiene invicta en partido oficial desde que sucumbiese ante Escocia en aquel duelo parturiento de la era De la Fuente celebrado en marzo del 2023 que hoy ha pasado al olvido.
Barrió aquel recuerdo una selección que derrocha personalidad cada vez que salta al césped, sin verse alterada por ausencias notables, estados de ánimo dispares o recados de clubes temerosos de que el combinado nacional les dañe la mercancía. De la Fuente ha configurado un equipo con mayúsculas que es capaz de ganar de mil maneras. Su éxito, basado en la meritocracia, no para de sumar adeptos a la causa.
Desde que tomó el timón de la absoluta, el técnico de Haro ha hecho debutar ya a 22 futbolistas con la selección que están contribuyendo a ese «presente magnífico» por el que se congratula el seleccionador y están llamados a protagonizar el «futuro maravilloso» que aventura el preparador riojano. Entran y salen de las listas sin que las puertas giratorias reduzcan la marcha de un bloque que se ha fortalecido a base de fútbol y resultados.
«Son insaciables, quieren crecer y son ejemplo de competir y de ser equipo, compañeros. Es un honor dirigir esta selección», celebraba De la Fuente el lunes tras asistir a otra actuación coral que volvió exponer la fraternidad existente entre sus pupilos. Se vio cuando Morata cedió el primer penalti a Pedri pese a que el capitán tenía a tiro el registro de 38 goles como internacional que estableció Fernando Torres y de nuevo en la otra pena máxima de la que dispuso España, concedida por Fabián a Bryan Zaragoza y que permitió al malagueño sellar su primera diana como internacional.
Revulsivos de lujo
Resultó clave en Tenerife la entrada del extremo perteneciente al Bayern de Múnich pero cedido a Osasuna. En menos de 25 minutos, registró dos disparos a puerta, completó dos de los cuatro regates que intentó y acertó seis de sus nueve pases para elevar el carácter punzante de una selección a la que previamente ya había aportado aire fresco Bryan Gil. Autor del segundo de los goles de España, el jugador del Girona se resarció en el Heliodoro Rodríguez López de los sinsabores vividos en las dos últimas convocatorias en las que había logrado entrar y de las que acabó cayéndose por lesión.
Convirtió en gol el único disparo que realizó, acertó 14 de los 18 pases que efectuó y salió victorioso de los dos regates que afrontó. Cabe recordar que además de los Bryan y de Yéremy Pino, goleador igualmente en Tenerife, España dispone de un suculento surtido de futbolistas con los que completar el desequilibrio por bandas que abanderan Lamine Yamal y Nico Williams y que es diferencial en el fútbol actual, donde cuesta encontrar espacios por dentro. Oyarzabal, Baena, Ferran Torres o el propio Ayoze han dejado ya su impronta con una selección que tendrá una nueva prueba de fuego en marzo pero a la que no intimida ningún reto.