Verstappen vuelve a su lugar en un gran premio de menos a más

David Sánchez de Castro

DEPORTES

JAKUB PORZYCKI | REUTERS

Leclerc y Piastri lo acompañaron en el podio de Catar, Sainz fue sexto y Alonso, séptimo

01 dic 2024 . Actualizado a las 21:35 h.

Iba camino de convertirse en una de las carreras más aburridas del año, pero el gran premio de Catar acabó siendo uno de los más divertidos. Hay que agradecérselo a unos comisarios sorprendentemente duros, para desgracia de Lando Norris (entre otros), y a un retrovisor del Williams de Alexander Albon, que provocó un aleteo de mariposa para dejar una de las carreras más entretenidas de la temporada.

El ganador fue Max Verstappen, que celebró su cuarto título a lo grande, con Charles Leclerc y Oscar Piastri acompañándole en el podio. Los españoles tuvieron un buen resultado, con Carlos Sainz sexto (optaba a más, pero tuvo un inoportuno pinchazo) y Fernando Alonso séptimo. El asturiano no puntuaba desde el gran premio de Singapur disputado en septiembre. Tras ellos, la noticia del día: el chino Guanyu Zhou sumó cuatro puntos, los primeros de Sauber este año.

La pole heredada de George Russell le duró media curva, ya que Verstappen regresó al primer puesto que la FIA le arrebató el sábado con una gran agresividad. No solo el tetracampeón, sino también el subcampeón (aún no confirmado) Norris ganaron una posición, mientras por detrás pasaba de todo.

Alonso se asomaba al top 6, pero en el cuerpo a cuerpo con Sainz se fue fuera de la pista y perdió posición también con Checo Pérez, antes de que el coche de seguridad ordenase reagrupamiento por dos accidentes múltiples. Nico Hülkenberg, Esteban Ocon y Franco Colpainto se dieron entre sí, con el francés y el argentino como víctimas fundamentales porque abandonaron y el alemán obligado a pasar por boxes para cambiar neumáticos. El otro incidente fue de Lance Stroll con Albon, con los dos fuera de pista pero reincorporándose sorprendentemente enteros.

En la relanzada, pocos cambios excepto para Alonso. El asturiano empezó a perder posiciones poco a poco y acabó estallando por la radio. Con amargor se quejaba de que llevan «dos años con el mismo puto problema», que básicamente se resume en que no tienen velocidad en las rectas. Eso no le impidió sacar los redaños, como con un gran adelantamiento a Yuki Tsunoda cocinado a fuego lento o una reincorporación a pista muy al límite de la sanción (de hecho, fue investigada) en la que casi se lleva puesto a Kevin Magnussen.