Un delantero trotamundos que reforzó la medular terminó siendo el gran protagonista en la eliminatoria que llenó el estadio ourensano
05 dic 2024 . Actualizado a las 09:57 h.Los actores secundarios también tienen sitio en el fútbol, sobre todo si saben buscárselo. De Ángel Sánchez Baró (Palma de Mallorca, 1997) ya dijo en su día Rubén Domínguez que «quizás se hubiera merecido más minutos» y Pablo López también destacó en el pospartido de Copa del Rey que había notado en seguida que era un hombre con gol.
De la cantera bermellona pasó a la del Espanyol e inició después su periplo de jornalero del balompié por las filas del Badalona, Salamanca, Barakaldo, Tudelano, Alcoyano, Eldense, SD Logroñés y San Fernando, antes de llegar a Galicia. Como no podía ser de otro modo, destacó que en momentos como el vivido en el duelo ante el Dépor, solo podía acordarse de su núcleo duro: «Piensas en todos los que están a tu lado cuando estás mal. Vengo de lesión, este mundo es complicado y, cuando viene una alegría así, solo puedes verlos a ellos».
El balear destacó que el guion del choque estaba prácticamente escrito: «Sabíamos que sería un partido muy intenso, reñido, intentamos igualar su intensidad y confiar en que tendríamos nuestra oportunidad».
También destacó Ángel que conocían los puntos fuertes de su contrincante: «Teníamos la confianza de que íbamos a pelear, pero en ningún momento nos sentimos inferiores». En cuanto a los detalles de su gol reconoció que el trabajo en la estrategia estaba hecho, si bien no estaban teniendo suerte en Liga con las de ataque. Al describirlo, se mostró sincero: «Fue todo muy rápido. Lo vi entrando y después fue la euforia máxima. Supe que tenía opción de rematar y entré con todo, lo vi entrando y fue increíble».
Camilo Díaz, presidente del Ourense CF, era uno de los hombres más felices en los aledaños del vestuario local: «Fue espectacular ver como estaba el estadio y es un orgullo ver que hace diez años estábamos en Primera Autonómica y hoy, con el campo lleno y venciendo a un rival que no podía ser mejor que el Deportivo». Destacó también el dirigente que a veces son detalles los que deciden: «Fue un partido muy igualado y estamos felices». Eso sí, no se pidió ningún rival para la próxima ronda.
Y todo en una noche que dos horas antes de la contienda ya presentaba en un entorno de O Couto atestado de aficionados, la mayoría con los colores deportivistas, habida cuenta del gran número de seguidores de la entidad herculina en el territorio ourensano. Las dificultades para estacionar se multiplicaron por 10 y también el espíritu preventivo de un buen número aficionados que optaron por acercarse con antelación a la zona. A las 18.30 horas se abrieron las puertas del estadio, a ritmo de AC/DC, comenzando una fiesta que a la postre fue larga.
Pablo López: «Nosotros confiábamos en ganar»
Pablo López es el arquitecto de la reacción del Ourense CF en el torneo de la Primera Federación y sumó a sus alegrías un éxito sin precedentes para la entidad en la Copa del Rey.
El entrenador coruñés no disimuló su felicidad: «Es un día muy especial, a nivel de club, a nivel de ciudad y de ver como nos visita un dos veces campeón de Copa y que fuéramos capaces de ganar el partido, un sueño cumplido». Daba fe de la euforia que reinaba en su vestuario, antes de reconocer el trabajo realizado por sus futbolistas: «Saben que han eliminado a un rival que quemó todas sus naves, con Lucas, con Mella o con Soriano. Aún así, fueron capaces de aguantar el resultado y conseguir la victoria en una acción de balón parado».
Y dejó bien claro, que el triunfo no llegó por casualidad: «Nosotros confiábamos en ganar. Yo estaba convencido de que podíamos competir el partido y llevarlo a nuestro terreno. Siempre es necesario que ellos no estuvieran a su mejor nivel y nosotros al 200 %, la verdad es que salió todo bien». Por soñar, no oculta que «uno de los grandes sería ideal para el club y para los jugadores, que merecen algo así».
Sobre el triple cambio que terminó siendo crucial para su equipo, Pablo explicó: «Confiamos mucho en nuestros jugadores y Ángel, desde que llegamos, está entrenando de manera espectacular. Es un jugador que tiene una finura importante en la definición y es muy potente de piernas y lo demostró hoy en el golazo que metió, porque si no hubiera sido imposible batir a Germán Parreño».
Reconoció que su plan era el de aguanta los sesenta primeros minutos y después incluir a jugadores de refresco que le dieran un impulso más al equipo, algo que salió a la perfección con la entrada Álex Gil, Carbonell y el propio Ángel Sánchez, piernas frescas y eficaces.