La base del Durán Maquinaria Ensino, con raíces en Rábade, firmó ante el IDK el registro de valoración más alto de una jugadora española en la Liga Endesa en los últimos siete años
16 dic 2024 . Actualizado a las 20:18 h.Claudia Soriano (Barcelona, 2003) propició que el Durán Maquinaria Ensino ahogara en San Sebastián las penas de la desgarradora derrota sufrida una semana antes en el derbi ante el Celta en el Pazo. La joven base catalana, con raíces en Lugo, presentó una tarjeta para el recuerdo ante el IDK Euskotren, la mejor de una jugadora nacional en la Liga Endesa femenina en los últimos siete años: 29 puntos, 7 asistencias y 8 recuperaciones, entre otras aportaciones, para un total de 43 créditos de valoración. Una actuación colosal que la pone en el foco del baloncesto femenino en España.
—Fue su mejor partido en la élite. ¿Y de su carrera?
—Seguro que también. No soy una chica que haga estas cosas (risas). En la máxima categoría mi tope anotador eran los 20 puntos que hice en el primer partido de la pasada temporada con el Baxi Ferrol, y no recuerdo cuál fue la valoración.
—Sus 43 créditos son el registro más alto de una jugadora nacional en los últimos siete años.
—Eso me han dicho. Estoy muy sorprendida, la verdad.
—En noviembre del 2017 la alero del Gernika María Pina había alcanzado los 45 créditos frente al Uni Ferrol.
—Ese dato lo desconocía. Contra mi ex equipo, qué casualidad.
—¿Qué tiene más mérito: meter 29 puntos, repartir siete asistencias o robar ocho balones?
—Mérito tampoco, pero diría que los robos porque para nuestro equipo son vitales. Insistimos mucho en poner el foco en la defensa y las recuperaciones son fundamentales y el principal objetivo. Robar para que los ataques sean más fáciles.
—¿Cómo explica el cambio de imagen tan radical del equipo con respecto al derbi ante el Celta?
—Lo que pasó ante el Celta fue un golpe durísimo, pero a la vez un punto de inflexión porque es verdad que, aunque no estábamos ganando los partidos, competíamos hasta el final en todos. De hecho, la diferencia siempre era entre uno y 10 puntos. Nuestro día a día es muy bueno, estamos trabajando muchísimo porque todas queremos invertir la dinámica, pero si no estamos conectadas los 40 minutos nos puede pasar perfectamente lo que nos pasó. Esa dura derrota en el derbi fue como una alarma final pare decir: ‘o nos ponemos las pilas o se nos va a complicar’. Ese palo ha unido mucho más al equipo.
—Usted y Esther Castedo jugaron prácticamente todo el partido. Acierto pleno de Antonio Pernas.
—Antonio no es partidario de cambiar una cosa si está funcionando. Esther y yo somos dos jugadoras que nos complementamos a la perfección. Estoy mucho más cómoda con ella en pista porque siento que tengo menos presión, y puedo jugar más libremente al saber que tengo al lado una compañero que me cubre si hago algo que no toca. Y creo que lo mismo le ocurre a ella. El equipo juega más dinámico, más fluido, cuando coincidimos en la pista.
—¿Veremos un nuevo Ensino a partir de esta victoria?
—Espero que sí. Lo decía Suso Garrido (ayudante de Antonio Pernas), al final del partido, que estaba muy contento porque por fin se vieron los frutos de nuestro trabajo diario. Es la realidad. Estamos trabajando muy bien, muchísimo, y no se acababa de ver reflejado. Espero que esto sea el inicio de una dinámica en la que al menos podamos mostrar nuestra verdadera esencia.
—¿Qué les está impidiendo despegar? ¿Cuál es el principal problema?
—Si lo tuviésemos claro sería genial porque ya lo hubiéramos cambiado. Diría que ha habido diversas circunstancias externas que nos han afectado. Por ejemplo, lo de que Antonio (Pernas) llegara un mes y medio más tarde, la lesión de Laia (Lamana)... Esto no ha ayudado a acabar de cuajar el grupo. Nos ha costado mucho entendernos en la cancha. Fuera no ha habido ningún problema porque somos un grupo genial, nos llevamos muy bien.
«Estaba muy bien en Ferrol, me cuidaron mucho»
Soriano llegó este verano al Ensino tras dos campañas, con ascenso incluido, en el Baxi Ferrol.
—¿A qué se debió el cambio de aires?
—Estaba muy bien en Ferrol, me cuidaron mucho y me permitieron dar un gran paso en mi carrera. Pero también fue ese uno de los motivos por los que me fui. Acabo de empezar mi carrera como deportista y el tener que adaptarnos como jugadoras a diferentes situaciones, véase equipos, entrenadores o sistemas de juego, nos hace crecer un montón. Me apetecía un cambio en ese sentido. Además, mi madre es lucense y tengo mucha familia aquí, y ese punto emocional me hizo decidirme por el Ensino.
—¿Ha encontrado en Lugo lo que esperaba?
—Sí, sí. Estoy muy contenta, enamorada de la ciudad y de su gente. Me han acogido muy bien y estoy cerca de mi familia, así que lo tengo todo. Es verdad que en el baloncesto nos está costando, pero el grupo que tenemos y la gente que nos rodea son tan buenos, que el día a día es muy fácil. Estoy contenta porque creo que estoy donde tenía que estar y que este el camino a seguir
—Fue internacional en categorías inferiores. ¿Sueña con una llamada de la selección absoluta?
—Cualquier jugadora, cuando empieza, algún día ha tenido algún sueño con la equipación de la absoluta, pero no es mi objetivo ahora mismo. Si me llega algún día, estaré feliz y lo aprovecharé al máximo.
—Nació en Barcelona, tiene raíces en Rábade y cumple su tercer curso en Galicia. ¿Ya se siente medio gallega?
—Llevo ya tres años aquí y mi madre es de Rábade y jugó en el Xuncas, así que Galicia se está haciendo un hueco muy grande en mi corazón,