Vinicius, Mbappé, Rodrygo y Bellingham abrochan una Intercontinental que sella el repóker de títulos de los blancos en el año que finaliza y permite que el italiano supere la leyenda de Miguel Muñoz
18 dic 2024 . Actualizado a las 21:04 h.Aferrado a la electricidad y demoledora pegada de sus atacantes, el Real Madrid alzó su cuarta Copa Intercontinental superando este miércoles al Pachuca y entronizó a Carlo Ancelotti como el técnico más laureado dentro de su gloriosa historia. Una colada de Vinicius por banda izquierda culminada por Mbappé sirvió para que los blancos descerrajasen el conjunto mexicano, brioso en el amanecer del choque pero tierno y sin filo ante un adversario que se presentó en Doha con el colmillo bien afilado y selló en la capital catarí un repóker de títulos en el año que finaliza que solo había logrado en el 2017, con Zinedine Zidane al mando.
Con Bellingham como jefe de operaciones y un arsenal ofensivo digno del ejército más poderoso del mundo, el conjunto de Chamartín rebajó el ardor de los Tuzos y volvió a asestarles una puñalada al inicio de la segunda parte. Rodrygo, letal de nuevo en otro compromiso de altura, abrió brecha para el quince veces rey del Viejo Continente y Vinicius, aprovechando un penalti de Idrissi sobre Lucas Vázquez, sentenció un partido que consagró la posición de Ancelotti en el panteón blanco con otro recital de sus cuatro fantásticos.
Con quince trofeos a sus espaldas en 316 encuentros, uno cada 21 duelos, el transalpino deja atrás a Miguel Muñoz y se queda solo en el olimpo de los entrenadores que han dirigido al Real Madrid. Tres Champions, dos Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, dos Ligas, dos Copas del Rey, dos Supercopas de España y una Copa Intercontinental, único lunar en su palmarés hasta la fecha, dan testimonio del magisterio de Carletto, otro Rey Midas de un club que regresa de Catar llevando el entorchado número 106 a sus abarrotadas vitrinas. Una leyenda inagotable la del nueve veces emperador del mundo.
Se prestaba la cita a que el Real Madrid dispusiera un asedio. Con ese plan de batalla como guía, y con Tchouaméni empotrado de nuevo en la retaguardia, Ancelotti situó a dos zapadores consumados como Valverde y Camavinga en el centro del campo, con el fin de sostener a un pelotón de artillería conformado por Rodrygo, Bellingham, Vinicius y Mbappé. Los cuatro fantásticos, reunidos de nuevo con el objetivo de hacer saltar por los aires las trincheras del Pachuca.
Acabó dinamitándolas el campeón de Europa, cumpliendo el guion previsto tras una fría puesta en escena en la que concedió tres ocasiones al Pachuca frenadas por Courtois. Tardó en imponer su superior jerarquía el conjunto de Ancelotti, fruto en buena medida de esa baja tensión que acompaña tantas veces sus compromisos frente a rivales de menor calibre. Seria, compacta y solidaria en el esfuerzo, la escuadra hidalguense logró atenazar al Real Madrid mientras le duró la gasolina, pero se vio desbordado en cuanto su depósito entró en reserva y terminó siendo despedazada.
Habían amagado Vinicius y Mbappé con un par de esprints cuando un nuevo acelerón del flamante ganador del trofeo The Best desgarró al Pachuca y acabó con el atasco. Filtró Bellingham al espacio, quebró el 7 al cancerbero mexicano a golpe de pedal y sirvió atrás para que Mbappé fusilase a placer.
Desencadenó el tanto al Real Madrid, que amenazó con doblar la renta enseguida con un zurriagazo de Mbappé y otro de Valverde que no alcanzaron puerta. Relucía ya para entonces la llave inglesa del Real Madrid, que aflojaba con soltura las tuercas de un rival desfondado que alcanzó el descanso boqueando.
Al ritmo de Vinicius
Trató de reponerse el Pachuca tras el paso por la caseta y rozó el empate con un disparo de Deossa, que pasó de revulsivo ante Botafogo y Al-Ahly a titular frente al Real Madrid. Pero los blancos abrasaron enseguida el sueño de los mexicanos con otro fogonazo. Conectó Valverde con Mbappé, dejó de primeras el francés a Rodrygo y el paulista se abrió paso hasta hallar el hueco necesario para soltar un disparo inapelable a la escuadra. Revisó el VAR un posible fuera de juego posicional de Bellingham, sin que el venezolano Jesús Valenzuela estimase la existencia de interferencia alguna por parte del inglés.
Tenía campo de visión de sobra el arquero mexicano, pero hubiera precisado de una catapulta para alcanzar el obús de Rodrygo. Buscó acortar distancias Pachuca con un centro-chut de Bryan González que obligó a Courtois a despejar de puños, pero el Real Madrid se manejaba con tanta suficiencia que Carletto pudo minimizar riesgos. Retiró a Mbappé y a Camavinga para aportar aire fresco con la entrada de Brahim y Ceballos, pese a que los Tuzos se negaban a rendirse. Probó fortuna Salomón Rondón, primero con un libre directo que Courtois abortó junto a la cepa del palo y luego con un cabezazo extraordinario que se marchó cerca de la escuadra, antes de que la recta final ofreciese metraje de sobra para que los astros blancos disfrutasen en un encuentro en el que Vinicius se erigió en MVP y Carletto se doctoró por enésima vez.
Ficha técnica
Real Madrid: Courtois, Lucas Vázquez (Asencio, min 88), Tchouaméni, Rüdiger, Fran García, Valverde, Camavinga (Ceballos, min 62), Rodrygo (Modric, min 70), Bellingham (Arda Güler, min 88), Vinicius y Mbappé (Brahim, min 62).
Pachuca: Moreno, Luis Rodríguez (Carlos Sánchez, min 75), Barreto, Micolta, Bryan González, Montiel, Pedraza, Deossa (Hernández, min 89), Bautista (Mrna, min 75), Idrissi (Domínguez, min 89) y Salomón Rondón.
Goles: 1-0, min 37: Mbappé; 2-0, min 53: Rodrygo; 3-0, min 84: Vinicius, de penalti.
Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezuela). Amonestó a Pedraza, Salomón Rondón.
Incidencias: Final de la Copa Intercontinental, disputada en el Losail Stadium antes 67.249 espectadores.