Sin Federer ni Nadal y con Djokovic en la cuesta abajo, el italiano se asienta como el dominador del tenis mundial y el español como su gran bestia negra
26 dic 2024 . Actualizado a las 19:30 h.Jannik Sinner ganó el 92,4 % de los partidos que jugó en el 2024. Un 73-6 que es uno de los mejores registros de la historia del tenis y que solo empañó Carlos Alcaraz, el hombre que le ganó las tres veces que jugaron. La rivalidad Sinner-Alcaraz, con permiso de Novak Djokovic, es ya la más importante del tenis actual, tiene pinta de prolongarse durante muchos años y permite que cualquiera de los dos tenga argumentos para erigirse como el mejor.
Sinner ha acabado el año como número uno, ha ganado ocho títulos, incluyendo sus dos primeros grand slams, en Australia y Nueva York, sus primeras Finales ATP, y dos Masters 1.000, además de la segunda Copa Davis con Italia. Sin ninguna duda, es el mejor tenista del momento, pero Alcaraz le ha vencido en los tres duelos que han disputado en el 2024.
El murciano de El Palmar le derrotó en las semifinales de Indian Wells, en las de Roland Garros y en la final de Pekín. Alcaraz, además, sumó su tercer y cuarto grandes, en París y Wimbledon, siendo uno de los pocos hombres en la historia en completar el doblete tierra batida-hierba, y añadió otros dos títulos a su 2024, Indian Wells y Pekín.
También ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París y acompañó hasta los cuartos de final a Rafael Nadal en la prueba del dobles.
El año ha sido muy bueno, pero quedan borrones como la inesperada derrota en segunda ronda del US Open, la irregular gira de tierra hasta París, perdiéndose Roma, Montecarlo y Barcelona, la cuenta pendiente del Abierto de Australia, donde cayó en cuartos de final, y la tibia temporada indoor europea, con cuartos de final en París-Bercy y una insuficiente fase de grupos en las Finales ATP de Turín. El español se convirtió, además, en el primer tenista de la historia en ganar dos Grand Slam y acabar el año fuera de los dos mejores del mundo.
Si algo se le pide a Alcaraz es una mayor consistencia a lo largo del año y no acabar el curso a 4.820 puntos de Sinner, una distancia que supera los puntos conseguidos por ganar dos grand slams.
El murciano ya ha puesto su objetivo en Australia, donde tiene tres oportunidades para convertirse en el más joven de la historia en conquistar el grand slam de carrera, es decir, ganar los cuatro grandes títulos. Si triunfa en Melbourne en el 2025, el 2026 o el 2027, superará a Nadal como el hombre que menos años necesitó para lograrlo.
La sombra del dopaje
Sinner, por su parte, está a la espera del juicio contra la Agencia Mundial Antidopaje, que le reclama uno o dos años de suspensión por el doble positivo que dio este año en Indian Wells. Este fue el gran pero del año de Sinner, las controversias y la oscuridad en torno a un caso que no salió a la luz cuando se produjo en marzo y que fue tapado bajo la excusa de la apelación, ganada a posteriori, del italiano.
El transalpino apenas estuvo suspendido unos días de forma cautelar, pero esto no se hizo público. No fue hasta agosto, una vez que Sinner fue absuelto por un tribunal independiente, cuando se dio a conocer que el italiano dio doble positivo en Indian Wells por un esteroide anabolizante que, según su versión, entró en su cuerpo al aplicar su fisioterapeuta un masaje sin guantes y con un producto que contenía trazas de dicha sustancia prohibida.
La ITIA, el organismo que regula el dopaje en el tenis, decidió aplicarle una sanción mínima, retirándole los puntos y el dinero que ganó en Indian Wells. Sin embargo, la AMA no está contenta con dicha resolución y reabrió el asunto unas semanas después, pidiendo una sanción de entre uno y dos años para el tenista.
El caso ha sido motivo de debate también por las diferencias en el trato a otros tenistas y, por ejemplo, Simona Halep, que recibió una suspensión de cuatro años inmediata más tarde reducida a nueve meses tras su apelación. Esto ganó más relevancia aún cuando Iga Swiatek tuvo un trato parecido al de Sinner y aceptó un mes de suspensión (que cumplirá con la temporada acabada) por el consumo de un medicamento contaminado que contenía una sustancia prohibida.
Alcaraz y Sinner, además, han tenido sus diferencias fuera de las pistas, con el español clamando ante el apretado calendario: «Nos quieren matar», llegó a decir, mientras que Sinner abogó por la no obligatoriedad de los torneos y por la libre elección del tenista. «No hay que jugarlo todo», respondió el de San Cándido.
El resurgimiento de Paula Badosa
Cuando Paula Badosa tuvo que dar carpetazo a la temporada 2023 en julio por unos problemas crónicos de espalda que arrastraba todo el año, pocos podrían prever el maravilloso 2024 que viviría la tenista española.
Batallando con una lesión que incluso puso en peligro su carrera, Badosa ha acabado el curso rozando el top 10, con su primer título en más de dos años y con la seguridad de que, si su físico se lo permite, puede jugar contra las mejores del mundo.
Pese a estar en abril fuera del top 100, Badosa comenzó la reconstrucción de su carrera en la hierba, con cuartos de final y octavos en Wimbledon, lo que le permitió asegurar un escalafón lo suficientemente bueno para no tener que preocuparse de la entrada a los torneos el resto del año.
Dejó pasar los Juegos Olímpicos de París, una decisión criticada, pero a la postre positiva. No fue a la cita olímpica, donde fue cuartofinalista en Tokio, y la sustituyó por un título en Washington (el primero desde Sídney 2022), unas semifinales en Cincinnati y los cuartos de final del US Open, su mejor resultado en un grand slam desde Roland Garros 2021. Completó el año con semifinales Pekín y Ningbo antes de acompañar a España en la derrota contra Polonia en la Billie Jean King Cup.
En total, ascendió desde mayo 127 puestos en el ranking y desde julio firmó un 26-8 en el circuito, siendo de las más consistentes y dando esperanzas de cara a un 2025 donde si la espalda le respeta puede volver a codearse con las mejores como cuando en el 2021 ganó Indian Wells, fue número dos del mundo y llegó a semifinales del torneo de maestras. Si Badosa está bien es, de largo, la tenista española con más talento del circuito.