Los deportistas de la Irmandiña recolectaron una gran cantidad de medallas y lograron éxitos por todo el mundo, incluídos los Juegos Olímpicos de París
30 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Desde hace tiempo, había muchas esperanzas puestas en que París 2024 fuese el escenario de la mayor muestra de poderío de un deporte gallego que se empeña en seguir elevando su techo. 26 atletas (25 en el equipo español, uno en el húngaro), la mayor expedición que la comunidad desplegó en una cita olímpica; una delegación que festejó tres medallas y ocho diplomas. Un registro extraordinario para cualquier país de 2,7 millones de habitantes; aunque algo por debajo de la enorme expectativa que había detrás, por los grandes resultados acreditados en otras pruebas previas de primer nivel internacional.
El deporte gallego había terminado los Juegos Olímpicos de Tokio, en el 2021, pletórico por haber alcanzado su récord histórico de preseas (tres platas, tres bronces y nueve diplomas) y por superar en el medallero a países como Eslovenia, Portugal y Grecia, entre otros. Las expectativas en París eran altísimas.
Y eso que el ciclo ya había comenzado torcido al quedarse fuera el regatista Iago López Marra y por la extraña maniobra que apartó al vigués Nico Rodríguez de la pelea por ser el representante del 470 de la vela española. Además, el campeón del mundo Miguel Alvariño (tiro con arco) renunció para cuidar su salud mental ante las trabas federativas y el subcampeón del mundo Iván García (taekuondo) se lesionó de gravedad la rodilla en un momento clave para conseguir los puntos para lograr la clasificación olímpica. Otro subcampeón del mundo, Erik Noya (escalada) se quedó a las puertas de la clasificación, como Melania Rodríguez (gimnasia de trampolín).
Pero, a pesar de todo, Galicia fue a París soñando en grande. Rodrigo Germade y Carlos Arévalo, que vivieron un ciclo brillante, con algún altibajo, en el K4 500 del piragüismo español, lograron un bronce de gran sabor por todo el sufrimiento que había detrás de la hazaña. Fue la única medalla del piragüismo gallego en París, que había acreditado de forma suficiente tener nivel para más.
Empezando por Antía Jácome, que venía de un año sublime y se tuvo que conformar con dos diplomas (sexta en el C2 500 y cuarta en el C1 200); y siguiendo por la leyenda Teresa Portela y la prometedora Carolina García, sextas con el K4 femenino español que el año pasado había logrado ser bronce en el Mundial de Duisburgo. Incluso había esperanzas en la novedosas y espectacular disciplina de kayak crós, con un Manu Ochoa que iba lanzado a por la medalla hasta que una sanción lo dejó con la miel en los labios en octavos.
Galicia se tuvo que conformar con otros dos bronces: Rodrigo Corrales en balonmano y Enmanuel Reyes en boxeo. Y eso que había también muchas esperanzas con el fútbol femenino, con Teresa Abelleira (cuarta); con el triple salto de Ana Peleteiro (sexta); con el doble scull del remero Rodrigo Conde (quinto) y, quizás en menor medida, con el doble scull ligero del remero Caetano Horta (octavo) y el 800 metros de Adrián Ben (eliminado en la repesca).
Otra de las grandes noticias para la expedición gallega fue la presencia de Támara Echegoyen. La campeona en Londres 2012 puso el colofón a su trayectoria olímpica con una discreta participación en 49er; pero con la satisfacción de ser la abanderada del equipo español por el Sena.
Por último, en lo que respecta a los Juegos Paralímpicos, cabe destacar la medalla de oro de Susana Rodríguez Gacio. La triatleta viguesa completó otro año de ensueño, ya que también se proclamó campeona del mundo de su disciplina. Además, el deporte paralímpico gallego también recogió en Francia cuatro medallas de bronce. Fueron las de Damián Ramos, Juan Saavedra, Judith Rodríguez y Martín de la Puente. Éxitos de los que sentirse muy orgullosos.
Galicia brilla en un interminable abanico de deportes
Más allá de los Juegos Olímpicos, el deporte gallego vivió grandes momentos en este 2024 en prácticamente todas las disciplinas. Desde las de equipo, con ascensos sonados, a las individuales y más minoritarias. Grandes glorias, para todos los gustos.
En fútbol, el 2024 dejó una doble celebración para el Deportivo. Su equipo masculino regresó a una liga profesional como la Segunda División; mientras que el femenino alcanzó la élite con su regreso a la Liga F. Su felicidad se une a la ya sostenida en el tiempo por el Celta, con un proyecto con los de casa del que sentirse muy orgullosos; y a la del Racing, que mantuvo su plaza de plata en medio de la enorme ilusión de su afición.
En cuanto a las selecciones, Joselu Mato se proclamó campeón de la Eurocopa (también ganó la Champions y la Liga con el Real Madrid, como Lucas Vázquez); y Teresa Abelleira conquistó la Liga de las Naciones. David Mella, Lúa Arufe y Lucía Rivas fueron campeones de Europa sub-19.
En baloncesto, hubo que lamentar el descenso del Obradoiro a la nueva Primera FEB. Su plaza en la élite la cubrió el Leyma Coruña, que vivió un histórico ascenso a la Liga Endesa, en la que ahora está compitiendo por la permanencia junto al siempre meritorio Breogán. En la élite femenina, Baxi, Celta y Ensino dan gloria a Galicia; con especial mención a las ferrolanas, que están exhibiéndose en Europa con un resultado histórico (en octavos de la Eurocup).
Además, en fútbol sala, el Burela consiguió el ascenso a la élite en la categoría masculina; mientras que en la femenina conquistó los títulos de Liga y de Supercopa. En balonmano, el Cangas sigue resistiendo en la Asobal; y el Porriño y el Guardés, en la élite femenina.
En hockey sobre patines, César Carballeira, Ignacio Alabart y María Sanjurjo se proclamaron campeones del mundo con sus selecciones españolas; mientras que Jacobo Copa lo hizo en categoría júnior. En motocrós, Jorge Prado fue campeón del mundo; en atletismo, Ana Peleteiro fue bronce en el mundial en pista cubierta y oro europeo: en halterofilia, Irene Blanco fue campeona de Europa sub-23; en gimnasia, Melania Rodríguez reinó en Europa en doble minitramp (bronce por equipos); en esgrima, María Mariño, logró el primer top 8 de la historia del florete femenino español en una Copa del Mundo sénior (Túnez); en escalada, Erik Noya fue bronce en el Europeo, plata en la Copa del Mundo de Briançon y bronce en la Copa del Mundo de Chamonix, además de batir el récord de España de velocidad; en ciclismo, Carlos Canal alcanzó 17 top-10 en pruebas del UCI World Tour (7 top-5), siendo séptimo en la general del Tour de Valonia; en bádminton, Lucía Rodríguez fue oro en el Türkiye International Challenge, plata en el Scottish Open y se acaba de clasificar para el Europeo absoluto por equipos (del 12 al 16 de febrero); en yudo, Laura Vázquez fue oro europeo sub-23; en taekuondo, Iván García fue plata europea y logró tres medallas Open (oro La Nucía, plata en Bélgica y bronce en Bulgaria); mientras que Sergio Troitiño fue oro europeo sub-21 y se colgó tres medallas open absolutas; en remo, Rodrigo Conde fue plata europea en doble scull; y, en piragüismo, Pablo Graña fue plata mundial y europea en C1 200; mientras que Valeria Oliveira, Manu Fontán y Adrián Sieiro se colgaron el bronce en C4 500 mixto. Además, Roi Rodríguez fue bronce europeo en K4 1.000; Manu Fontán y Adri Sieiro, bronce europeo en C2 200; Antía Jácome, plata europea en C1 200 y oro europeo en C2 200; y Manu Ochoa, oro en la Copa del Mundo de Praga.
Mención aparte, en tenis, para Jessica Bouzas, que en este 2024 logró sus primeros triunfos en los grand slams y alcanzó el puesto 55 del circuito mundial.