
Quién sabe si fruto de un anhelo largamente reprimido durante la veda, brota en los aficionados a la pesca fluvial la pulsión de extraer del resultado del primer día de actividad un augurio premonitorio para el resto de la temporada, y olvidemos, así, que se trata de una jornada más, la inaugural, y que a lo largo de la campaña las habrá mejores y peores. Al respecto lucubraba a la orilla del río este domingo por la mañana (día claro, fresco, sin viento, bastante agua, los salgueros y alisos enseñando apenas sus renuevos), cuando me asaltó un recuerdo que creía difuminado ya en los lindes de la memoria.
Conozco desde hace muchos años a dos extraordinarios pescadores, Eli y Eduardo, que comparten con su hermana Julia tanto esta afición como una afilada astucia al tute que los hace temibles a los tres ante un tapete de naipes.

Nacidos a la orilla del río Cancelada, Doiras o Casas, que así puede llamarse, conocen todos los secretos de este afluente del Navia que se desliza desde los valles de los mayores picos de la sierra de Ancares. Un verano de hace décadas, el primero de ellos me proporcionó la visión de un prodigio: pude observar cómo, sin mover los pies de un recodo pedregoso, balanceando el cebo con una caña fija de unos cinco metros de longitud y dejándolo discurrir a la deriva de la corriente, extrajo una tras otra hasta nueve truchas en unos minutos. Desde donde yo acechaba, en la otra orilla tras unos salgueros, pude percibir cómo metía en la cesta los peces que daban la talla, y llevaba a los labios las truchas pequeñas, para liberarlas a continuación en la columna de agua.
Imbuido por un panteísmo beatífico llegué a pensar que mi amigo se disculpaba con los animales por haberlos importunado severamente y les pedía disculpas con un beso antes de restituirlos al río. Me enterneció aquella simbiosis franciscana con la naturaleza, y, a la hora sagrada del mencía de aperitivo acostumbrado, lo interrogué al respecto. Pícaro y socarrón, me desveló el enigma.
—Ás pequenas tríscolles a aleta adiposa. Así, en diante, si as volvo pillar, seino.