Adrián Ben, ante el Mundial de Nanjing: «Voy a gastar la bala que tengo para obrar el milagro de entrar en la final»

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El viveirense se estrena en un Mundial en 1.500, aunque quería correr el 800 en la cita de China en pista cubierta
21 mar 2025 . Actualizado a las 13:05 h.Adrián Ben Montenegro (Viveiro, 1998) completa el exitoso círculo disputando su primer Mundial de pista cubierta. Lo hace en la prueba de los 1.500 metros, aunque su deseo era hacerlo en el 800, con el reto de meterse en una final restringida a nueve atletas. Para conseguir lo que considera un «milagro», debe superar este viernes (12.18 horas, Teledeporte) la ronda de semifinales. Adrián correrá en la primera serie y, si consigue la gesta, se habrá convertido en finalista de los cinco grandes campeonatos del atletismo planetario. Su principal aval es que mantiene un excelente estado de forma.
—Su primer mundial bajo techo.
—Era la única de las cinco grandes competiciones que me faltaba por acudir. Solamente me queda ser finalista en un Mundial de pista cubierta para tener el repóker de finalista.
—¿Con qué expectativas encara el Mundial?
—Hacerlo lo mejor posible. Yo quería correr en el 800 metros, pero no me dejaron y en el 1.500 llego con la décimo sexta mejor marca, así que vamos a ver cómo se desarrolla la semifinal.
—¿Qué pasó para no poder competir en el 800 metros tras hacer un marcón en Gallur?
—En principio, fue porque no me presenté al Campeonato de España en la prueba de 800 metros, esa fue la explicación que me dieron. Pedí correr el 800, me dijeron que no y yo solo acato las órdenes.
—¿El objetivo es meterse en la final del 1.500?
—Sí, pero hay que tener en cuenta que hace mucho tiempo que no estoy en un gran campeonato internacional en el 1.500 y tengo que intentar ser lo más inteligente posible, gastar la bala que tengo y obrar casi un milagro para entra en la final (pasan nueve, dos por puesto en cada una de las cuatro series y uno por tiempos).
—¿Mantiene el pico de forma que demostró en el 800?
—Yo me encuentro muy bien, no fui al Europeo y eso me permitió trabajar estas dos semanas preparando la cita. Estamos a finales de marzo y ya veremos cómo se encuentran los demás. Estar en el Mundial era un objetivo para mí y creo que quedó demostrado en el mitin de Madrid que estoy muy bien de forma, sobre todo para el 800, pero en el 1.500, si estoy bien, creo que también puedo hacer un buen papel. No obstante, es un poco incógnita ver cómo me puedo encontrar y también cómo van a ser las carreras, porque solo corrí carreras de mitin.
—Comentó que le estaba costando la readaptación táctica al 1.500, ¿cómo lo lleva?
—En este caso, no creo que se salga a correr desde el primer metro y habrá que adaptarse a la táctica que quieran poner los rivales, porque yo no voy a ponerme a tirar desde el inicio.
—¿Le sirve como base la final del Campeonato de España?
—El ritmo que se impone en un Mundial es mucho más fuerte.
—¿Cómo lleva el cambio horario?
—Costó un poco. Siempre que viajas hacia el este, cuesta más que hacia el oeste, pero llevamos una semana en China y hubo tiempo suficiente para irse aclimatando.
—¿Había hecho algo al respecto antes de marcharse?
—Llevaba una época acostándome cada día más temprano y levantándome cada día más temprano. Creo que de esa forma conseguí adelantar el proceso dos o tres horas.
—¿Qué tal la pista?
—La vimos el segundo día y hasta ayer no pudimos pisarla, porque hasta el miércoles tuvimos que entrenar al aire libre. No es la misma en la que se iba a celebrar en el año 2020. Esta es una pista nueva y a mí no me parece tan rara como la del Europeo, que tenía mucha recta y poca curva. Creo que esta es una pista normal.
—¿Cómo valora que sea uno de los elegidos en una selección tan reducida?
—Muy positivamente. Esto es un Mundial que se cambió del año 2020 y que cae un poco tarde esta temporada. Hay gente que la temporada de pista cubierta, por lo concentrada que resulta, le provoca un estrés tremendo, pero en mi caso diría que los entrenamientos de calidad son la competición, lo que me permite llegar a marzo con una buena preparación. Mucha gente renuncia porque no es capaz de mantener el estado de forma o simplemente están cansados.