Reconvertido a delantero del Arsenal y salvador en la Eurocopa, apareció ante los Países Bajos para evitar la primera derrota de la selección en partido oficial desde hace dos años
20 mar 2025 . Actualizado a las 23:41 h.Volvía el tridente que le dio a España la pasada Eurocopa. Lamine Yamal y Nico Williams, dueños de los extremos, y Álvaro Morata en punta. Los tres no coincidían en un once titular desde la final ante Inglaterra. Pero este jueves en The Kuip fue el salvador de la selección quien obró la reacción del combinado de Luis de la Fuente. Fue el mismo que apareció en el minuto 119 de los cuartos de final de la Euro contra Alemania: Mikel Merino.
Pero ahora lo hace con una categoría diferente. Con una nueva que ha adquirido en el Arsenal y a la que se ha adaptado a las mil maravillas. Porque ante grandes males, grandes remedios. Así lo dejó claro Mikel Arteta, que movido por la plaga de lesiones en el ataque gunner, decidió experimentar colocando al navarro como falso nueve. Y las pruebas han hablado por sí mismas: cinco goles y una asistencia en la Premier League. «Este nuevo rol de delantero es diferente. Es duro, pero es divertido para mí», apuntó el mediocentro.
Este jueves quiso demostrar que ese nuevo olfato de killer y esa diversión no se disfrutan solo en Inglaterra, sino también con su selección. Porque el de anoche fue un gol de 9 puro. Colocado en el sitio adecuado, cazó el rechace y superó a un Verbruggen ya batido. Lo hizo in extremis, en el descuento, evitando la que habría sido la primera derrota de la selección española en partido oficial desde hace prácticamente dos años —la última fue un 2-0 ante Escocia—. Aumentó la nómina de 22 partidos sin perder y silenció The Kuip. Ahora decidirá Mestalla.
Dean Huijsen, personalidad y jerarquía moviendo el balón en su debut con la selección
No fue un partido plácido para el combinado español, que mostró por momentos una cara desconocida. Esa de una defensa blanda y lenta que se vio superada por la calidad y el desborde de Frimpongo. Sufrió, y mucho, Cucurella para frenar al carrilero derecho del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. Sobre todo en el segundo gol de los locales. Atrajo el neerlandés al lateral, amagó y, tras una pared atrás al espacio, rompió por completo a la defensa española.
Unai Simón poco pudo hacer para detener un lanzamiento ajustado. Las misma características que presentó el tanto de Gakpo, completamente solo tras superar a Pedro Porro y recibir una combinación de Kluivert.
El único que se salvaba de las críticas era Cubarsí, pero su buen hacer duró poco. En el minuto 40 se tiró al suelo por unas molestias en su tobillo. Le sustituyó una cara nueva como Dean Huijsen. Nacido en Ámsterdam e hijo de un delantero de la década de los 90 (Donny Huijsen), se mudó a Marbella con apenas cinco años. Y, tras jugar con los Países Bajos en las categorías inferiores, optó por defender la camiseta de España, con la que debutó este jueves. En su país natal, el central ambidiestro, derrochó grandes dosis de personalidad y jerarquía moviendo el balón, rompió líneas. Con 19 años, y de la mano de Iraola en el Bournemouth, grandes clubes europeos ya le siguen muy de cerca.