Ha sido una eliminatoria increíble, entre dos selecciones muy parejas en la forma de entender el juego. Dos partidos con muchísima intensidad, velocidad en el juego, cambios de ritmo... El espectador sale ganando con este tipo de partidos porque ve mucha calidad. Brilla el juego, las defensas, los ataques y los errores se pagan porque enfrente hay mucho talento. Fue una eliminatoria brillante por ambos equipos. Los dos merecían pasar. Aunque todo quedó un poco tapado por el penalti que falló en la tanda, pero Lamine Yamal es un jugador que marca diferencias. En el gol que hace, el 3-2, en la prórroga, se ve que es un futbolista top a nivel mundial.
El encuentro tuvo muchas alternativas. Posiblemente, Países Bajos tuvo un poco más el balón y quizás brilló más. Pero fue una eliminatoria muy igualada en todos los sentidos: defensa, ataque, juego... El esfuerzo que han hecho todos los jugadores ha sido grandioso y les ha permitido brillar a muchos. Incluso, me llamó la atención que el partido no perdió intensidad en la prórroga, que es algo que podría pasar por el castigo que llevaban los jugadores en sus piernas. Pero bueno, hay que decir que los cambios ayudaron a mantener ese ritmo alto.
El partido es de esos en los que el espectador disfruta porque ve goles, ve juego, percibe la calidad de los jugadores, la intensidad, la velocidad, los cambios de ritmo.... Esta eliminatoria lo ha tenido todo. Y España ha demostrado que está al nivel de las mejores del mundo, con un gran porvenir por la edad de sus futbolistas.