El salmón se extingue en Galicia: casi un mes de campaña sin picar en el Eo

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Acudir a pescar se está convirtiendo en una cuestión de fe, mientras la afición languidece entre la escasez de peces y la falta de relevo generacional
12 may 2025 . Actualizado a las 18:58 h.Francisco Javier Rois, «Taracho», ribereño de A Pontenova que comenzó a pescar con 9 años, ahora que tiene 61 no duda en su diagnóstico: «Nunca vin o río tan mal, e cada ano peor, en todo, en salmóns, troitas, angulas, lampreas...». Taracho preside el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de A Pontenova, que organiza la Festa da Troita del Eo el 1 de mayo, donde este año los 18 pescadores del concurso del salmón se fueron de vacío, mientras que en el de truchas lo hicieron 37 de 55 participantes.
Taracho es un conocido pescador que este fin de semana no faltó a la cita con el concurso internacional del Ulla: «Sei que non vou pescar un salmón, pero vou por afición e por estar cos amigos», pronosticó. Ayer no hubo ni una captura. Ese es el ánimo extendido con que los pescadores miran a los ríos gallegos, con los registros camino de hacer realidad el peor de los presagios: la desaparición del salmón atlántico.
En Asturias el panorama no es mejor. La temporada se abrió el 13 de abril y el campanu (la primera captura del año) ha sido el más tardío de la historia. Picó al cuarto día, en un cauce con pedigrí: el Narcea. Desde entonces, solo se han alcanzado once piezas en todo el Principado.
En este contexto el Eo, que serpentea entre Galicia y Asturias, ha perdido su fama de tempranero, donde antes entraban los salmones a desovar. El 13 de abril se abrió la temporada en los tramos asturianos y el 1 de mayo en los gallegos, sin que de momento haya picado un solo ejemplar.
En San Tirso de Abres está el complejo de agroturismo Amaído, mejor cámping de entorno rural de España en el 2023. Su restaurante es uno de los puntos de encuentro de pescadores que relatan las vivencias del día. La estética, fotos, aparejos y útiles expuestos remiten a un pasado glorioso de la pesca en el Eo, cuando el inicio de la temporada era un acontecimiento. Yolanda Alzú, la gerente, es testigo del declive de un arte centenario: «Cada año va a menos. Los cotos se siguen reservando y hay grupos de pescadores, pero nada comparado con hace años. El río está precioso y los pescadores siguen viniendo a pasar el día y a disfrutarlo, pero con poca esperanza de que pique un salmón. El gran problema es que van pasando los años y no hay relevo generacional, no se ve a gente joven».
Presas, cormorán, contaminación, cambio climático, escasa repoblación, mala gestión del río... A la hora de apuntar causas los tópicos se repiten. Para Taracho está claro: «Durante a pandemia non se pescou e o río non se recuperou. O problema está no mar aberto. Mentres non se deixe de pescar salmón no mar, cada vez haberá menos e non virán aos ríos desovar. Certo é que co cambio climático cada vez entran máis tarde. Imos esperar unhas semanas, pero penso que vai ser un fracaso». El año pasado el campanu del Eo en tramos asturianos picó el 22 de mayo.
Las estadísticas infunden al desánimo. En 1980, una temporada excepcional, en el Eo se pescaron 1.222 salmones. En el 2022 fueron 17 ejemplares; en el 2023, 10 y el año pasado 12. «O futuro é moi negro», concluye Taracho.
Un concurso internacional de pesca en el Ulla sin ninguna captura en toda la jornada
Ayer comenzó en A Estrada uno de los concursos con más solera en Galicia. A punto de cumplir sus bodas de oro, en esta edición fueron 43 los pescadores que se inscribieron en este certamen internacional organizado por la Sociedade Río Ulla. Para el presidente de la entidad, Manuel Sanmartín, las expectativas de alguna captura son prácticamente nulas, como ocurre desde el arranque de la temporada para el pez rey. Ayer, en la primera jornada se cumplieron los peores presagios. Nada.
El caudal del Ulla, que está a una altura muy elevada, provoca que algunos puestos estén anegados e impracticables. En esas condiciones los salmones no paran en el remonte y resulta imposible que piquen. Desde la organización decidieron este año organizar por primera vez una concurso de trucha y reo, «para que los pescadores no se vayan de vacío», dijo Sanmartín.
El Lérez, vedado a la pesca desde el 2020 y sin visos de recuperación a corto plazo
La pesca del salmón en el río Lérez se mantiene vedada desde el año 2020. Se cumplen seis años consecutivos de prohibición. Esta medida fue implementada por la Xunta de Galicia con el objetivo de recuperar la población de salmón en el río, que había disminuido significativamente. En su momento, se anunció que la veda no sería temporal, sino que se prolongaría durante unos cinco años para permitir la recuperación de la especie.
A pesar de que inicialmente se preveía una duración de cinco años, la veda se ha mantenido hasta la temporada de pesca del 2025. Ya en 1993 se impuso una veda que se prolongó durante diez años.
Vecinos de Xeve como Luis Rodríguez aún recuerdan cómo siendo niño, hace cincuenta años podía ver los salmones con solo tumbarse en la orilla. «Deitábamonos a velos durante horas e horas a nadar contra a corrente».