Sergio Ramos aún vuela en California

Ignacio Tylko COLPISA

DEPORTES

KIYOSHI MIO | REUTERS

A sus 39 años, el sevillano marcó de cabeza, a la salida de un córner lanzado por Óliver Torres, y fue el mejor en el valioso empate de los Rayados de Monterrey ante el Inter de Milán

18 jun 2025 . Actualizado a las 17:49 h.

Muchos ya le consideraban un prejubilado de oro, pero a sus 39 años Sergio Ramos sigue volando. Esta madrugada, el sevillano se elevó hacia el cielo de California, marcó el gol de cabeza que siempre le caracterizó y lideró a un equipo inferior que plantó cara a todo un subcampeón de Europa y le arrancó un valioso empate en la primera jornada del Mundial de Clubes.

El exmadridista anotó el primer gol del choque a los 25 minutos, tras un saque de esquina muy bien ejecutado por Óliver Torres, otro viejo conocido de la afición española, y los italianos empataron cerca del descanso merced a un gol con la pierna derecha del argentino Lautaro Martínez, su gran estrella. Sin duda, fue el mejor partido de los Rayados de Monterrey, equipo mexicano que dirige el español Domenec Torrent.

Cerrado el estreno de los aztecas en este Mundial, Ramos compareció ante los periodistas y se mostró feliz, como un niño con zapatos nuevos. «A nivel personal es una alegría tremenda contribuir, pero el premio individual tiene un significado menos importante. Lo colectivo es la prioridad», dijo Ramos al ser elegido el mejor jugador del partido.

Acción ensayada

«La del gol fue una jugada ensayada; necesitaba el bloqueo de mi compañero para rematar con ventaja y la ejecución salió bien; espero que no sea el último del campeonato», señaló el defensa, campeón mundial con la selección española en el histórico certamen de Sudáfrica 2020.

Para Ramos, lo más destacado del duelo fue la capacidad de Rayados de plantarle cara y jugarle sin miedo a todo un Inter de Milán. El andaluz consideró justo el empate: «Ellos tuvieron jugadas claras en la primera mitad; nosotros en la segunda. Jugarle de tú a tú al Inter dice mucho de Rayados y de la intención con la que vinimos al torneo».

Aunque los Rayados arrancaron un punto de lo más esperanzador pensando en la clasificación para octavos, Sergio Ramos confesó que cometieron errores y que desde ya deben trabajar para corregirlos y poder conseguir aún un mayor desempaño en el decisivo duelo del sábado ante el River Plate argentino.

«Hicimos muchísimas cosas bien y fallamos en muchas. Debemos analizar esos errores y mejorar porque la exigencia con el River será alta», concluyó el incombustible Ramos en referencia a un histórico rival que comenzó su andadura con un triunfo relativamente cómodo por 3-1 ante los japoneses del Urawa Red Diamonds.

Esa cita entre River y Urawa fue seguida con gran interés por los aficionados españoles, sobre todo madridistas, que no habían visto jugar aún a Franco Mastantuono, el adolescente de 17 años del que todos hablan maravillas y que tiene encandilado a Xabi Alonso desde que habló con él para convencerle de fichar por el Real Madrid y le sorprendió por su gran madurez.

Mastantuono, de más a menos

Mastantuono no marcó, aunque sí participó en la jugada del primer gol, y su actuación fue correcta, pero no excesivamente brillante. Dejó destellos de su indudable clase, pero tampoco para protagonizar portadas. Aprobó pero está por ver si aterrizará en todo un Real Madrid como titular o, tal y como pregonaba Carlo Ancelotti al referirse al turco Arda Güler, debe ser otro joven que tendrá que completar una fase de aprendizaje chupando banquillo.

El diamante de Azul, en la provincia bonaerense, fue de más a menos y no encandiló a su técnico, el Muñeco Gallardo, quien llegó a criticar que su fichaje por el Real Madrid compromete el rendimiento de Mastantuono en este Mundial de Clubes. Franco jugó costado en banda derecha, metiéndose hacia dentro buscando influir en zonas de peligro. Su estadísticas son discretas. Completó 27 de los 31 pases que intentó, completó cuatro de los ocho regates que buscó, salió victorioso en diez de los 18 duelos en los que se vio envuelto y recibió cinco faltas. Sorprende que apenas protagonizase dos disparos, de ellos uno a puerta, pese a ser su punto fuerte. Lo peor es que perdió la posesión del balón 14 veces.