Un gol de cabeza del brasileño permite al Real Madrid rescatar un pobre empate ante el Brujas el día en que el Bernabéu condenó a Courtois
01 oct 2019 . Actualizado a las 21:23 h.La Champions se ha convertido en un auténtico suplicio para el Real Madrid, que coqueteó con el desastre frente al Brujas y al final rescató un pobre empate gracias a un cabezazo de Casemiro que evitó que el escarnio fuese aún mayor. Un punto firmado a base de épica que de ningún modo puede servir de consuelo a los blancos tras dilapidar frente a un rival de escaso pedigrí internacional el caudal de confianza amasado durante sus tres últimos partidos ligueros.
Fue una sombra de ese bloque de hormigón armado el Real Madrid, que recuperó la mustia imagen del Parque de los Príncipes y sólo a última hora sorteó la que hubiese sido su tercera derrota consecutiva como anfitrión, la cuarta en sus cinco últimos partidos en la máxima competición continental. Superado por un equipo ordenado, sobrado de físico y valentía, el conjunto de Zinedine Zidane añadió otro borrón a su deambular por el torneo que siempre fue su fetiche, por mucho que el arreón final le sirviese para inaugurar su casillero de puntos el día en que el Santiago Bernabéu bajó el dedo con Courtois y vio de nuevo a una zaga de cristal. Venían los blancos avisados por sus últimos tropiezos continentales, pero ni aun así salieron en guardia. Lo pagaron de inmediato. Encontró en la banda de Carvajal y Lucas Vázquez una autopista libre de peaje Vanaken, que filtró la bola a Tao para que sirviese el pase de la muerte a Dennis, que sentó a Courtois con un remate en semifallo que citó la bola con la red. 270 minutos había pasado imbatido en Liga el Real Madrid. Diez minutos, apenas un suspiro, precisó el conjunto belga para hacer aflorar todas las alarmas en el coliseo de La Castellana, que contuvo la respiración mientras el VAR revisaba la acción por posible fuera de juego. La tecnología no dejó espacio para la duda. Justo castigo para un Madrid destensado, con un cúmulo de fallos que pusieron en solfa la solidez mostrada desde la debacle de París.
Desnortado
Era un Madrid despistado, desnortado por el gol y superado por un rival pletórico. En otros tiempos reaccionaba con la ferocidad del león ante semejantes afrentas, pero el actual es un equipo de moral quebradiza. Modric merodeó el empate y Kroos lo intentó también con un disparo lejano, pero el Brujas contenía las embestidas con suficiencia.
Los hombres de Philippe Clement aplicaban de modo escrupuloso el método del técnico: líneas juntas, orden y salida en estampida en cuanto robaban el esférico. Cada arrancada de sus delanteros sembraba la zozobra entre la hinchada del Madrid. Sólo Kroos se salvaba entre los blancos, pese a que marró una ocasión de oro a pase de Hazard. De lo poco potable que dejó el '7'.
La verticalidad del tridente africano del Brujas comprometía en grado sumo a la zaga de Zidane, otra vez de cristal. Courtois salvó el segundo despejando de puños en otra incursión a velocidad del rayo de los belgas, pero nada pudo hacer por evitar el tanto de Dennis tras un fallo imperdonable de Modric.
La tragedia se cernía en un Bernabéu estupefacto. Los blancos quedaban abocados a otra remontada heroica a fin de evitar un descalabro monumental. Intentó acortar distancias Kroos con un golpeo en la frontal y Benzema emulando la obra de arte sobre la cal que firmó en el Calderón en aquellas semifinales de Champions, pero la feroz pitada al intermedio plasmaba el hastío de una parroquia iracunda con su equipo y cebada con Courtois.
El belga sigue siendo un coladero en la Champions, donde ha concedido trece goles en sus siete partidos como madridista. Zidane le retiró en el intermedio por problemas estomacales para dar entrada a Areola, mientras Marcelo relevaba a Nacho, también renqueante. El Bernabéu reaccionó con alivio al no ver bajo palos al belga. Al respetable sí que se le aflojan los intestinos con el ex del Chelsea.
Todo eran ya prisas en un Real Madrid que se movía al toque de corneta. La precipitación dejó aún más expuesta a la retaguardia de Zidane. Dennis descosió a Varane pero se topó con Areola, victorioso allá donde se hundió Courtois. La intervención del arquero francés espoleó al público, rápido en su veredicto. Y la parroquia encontró motivos para creer. Del posible 0-3 se pasó al 1-2, de nuevo con papel crucial del VAR. Centró Benzema y cabeceó Sergio Ramos, el héroe de tantas gestas a base de tesón. Parecía en fuera de juego el sevillano, pero el chequeo demostró que una bota le habilitaba. Más de media hora era tiempo suficiente para deshacer el entuerto.
Lucas Vázquez casi pone el empate con un disparo que buscaba el palo largo. Probó Hazard con un zurdazo blando y desviado desde el carril central en otra pobre comparecencia del belga. Más clara la tuvo Modric, pero la mandó alta. Al final tuvo que ser Casemiro el que le socorriese con un cabezazo tras una falta botada por Kroos. Demasiado poco para un Madrid al que ya le han perdido el respeto también en Europa.
FICHA DEL PARTIDO
Real Madrid (2): Courtois (Areola, min. 46), Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Nacho (Marcelo, min. 46), Kroos, Casemiro, Modric, Lucas Vázquez (Vinicius, min. 67), Benzema y Hazard.
Brujas (2): Mignolet, Mata, Mechele, Deli, Ricca, Rits, Vormer, Vanaken, Diatta, Dennis (Openda, min. 70) (Cools, min. 87) y Tau (Schjrivers, min. 92).
Goles: 0-1: min. 10, Dennis. 0-2: min. 38, Dennis. 1-2: min. 54, Sergio Ramos. 2-2: min. 86, Casemiro.
Árbitro: Georgi Kabakov (Bulgaria). Amonestó a Mignolet, Openda, Hazard. Amonestó por doble amarilla a Vormer.
Incidencias: Partido de la segunda jornada del grupo A de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu ante 65.112 espectadores.