El Pajarito aprendió a jugar de falso extremo en Riazor y ahora el Real Madrid lo disfruta
14 sep 2022 . Actualizado a las 16:49 h.«El seleccionador me preguntó qué trabajaba aquí. Le dije que juego en banda y que tengo que ir hacia dentro y se rio». Se van a cumplir cinco años de aquella confesión de Fede Valverde. Un charrúa imberbe que debutaba en Primera División de la mano del Deportivo, con solo 19 primaveras y apenas unos meses de rodaje en el fútbol español, en Segunda B, en el Castilla de Solari.
Valverde era mediocentro. Richard Barral lo fichó como tal, un 22 de julio del 2017, por su capacidad para romper líneas con balón. Pero en A Coruña se encontró con la competencia por dentro de jugadores más hechos como Guilherme, Borges y Mosquera; y la carestía de hombres de banda izquierda del gusto de Pepe Mel. Ni el propio futbolista charrúa lo veía claro: «No es mi posición. No es en la que realmente me siento bien, pero he hablado con el técnico y él me pide que me meta por el medio y entre en contacto con el balón. La idea es atacar con más jugadores y entrar en contacto con el balón», explicaba en rueda de prensa, «Para un futuro siempre sirve aprender diferentes posiciones y esquemas. Hay que ser sinceros, mi lugar es más en el centro. Si el técnico cree que es lo mejor para el equipo, lo haré», añadía a la vuelta de una concentración con la Uruguay de Óscar Washington Tabárez.
Solo Pepe Mel creía en él para jugar en banda. Una decisión por la que recibió innumerables críticas: «Ni Fornals, ni Koke, ni Carlos Soler juegan de extremos en sus equipos. Valverde tiene libertad para moverse. Con él en esa posición hemos mejorado los números», se defendía el entonces técnico del Deportivo. «Desde que ocupa esa demarcación tenemos más balón que el rival, más pases, más control y mejores resultados. Tiene libertad total con la pelota y solo la obligación de defender en una zona», agregaba Mel.
Lección de la mili coruñesa
En el verano del 2018, el Dépor se fue a Segunda y Valverde regresó al Madrid con la mili hecha y un máster de cómo jugar en banda, que parecía dispuesto a tirar a la basura. De hecho, su primera idea con Zidane era ser el relevo de Casemiro como pivote defensivo. Pero ni el brasileño, ni tampoco Kroos ni Modric, le dejaban mucha opción más que contados minutos para que la CKM descansara. Fue la banda derecha su tabla de salvación, sobre todo con Ancelotti, convirtiéndose en el jugador total que es hoy en día: el centrocampista que más ocasiones ha generado tras conducción en toda la liga, con 19 conducciones de más de 10 metros en esos cinco encuentros. Su gol al Mallorca, recorriendo 52 metros con balón, una exhibición. «Federico es muy importante para nosotros. Es un líder con el ejemplo y no con la lengua», destaca Carletto. Y es que el Pajarito ya ama la banda en la que solo Pepe Mel creía.
Militao, Lucas y Benzema, las bajas contra el Leipzig
La Liga de Campeones regresa este miércoles (21 horas, Movistar Liga de Campeones) a un estadio Santiago Bernabéu donde el Real Madrid escribió grandes capítulos el curso pasado que alimentan la leyenda de las remontadas, en un duelo que encara sin su gran líder, Karim Benzema, con Vinícius al mando de un equipo sobrado de gol, que pretende extender su pleno de triunfos en su curso inmaculado ante un Leipzig resucitado por Marco Rose.
Los focos apuntan a Vinícius y él responde con fútbol y goles. Por primera vez inmerso en una racha goleadora sin fin, cinco partidos consecutivos, que le convierten en el gran referente madridista. Más aún sin Karim Benzema, lesionado en Glasgow ante el Celtic, que se perderá su segunda cita. Con un debate desatado alrededor de la figura del brasileño. Por su estilo, el regate, el baile de celebración.
El brasileño Militao ha sido descartado y se suma a las ausencias de Lucas Vázquez y Karim Benzema de una lista de convocados a la que regresa Odriozola.
Alineaciones probables
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Rüdiger, Alaba, Mendy; Tchouaméni, Kroos, Modric; Fede Valverde, Vinícius y Rodrygo.
RB Leipzig: Gulacsi; Henrichs, Orban, Gvardiol, Raum; Kampl, Schlager; Nkunku, Forsberg, Szoboszlai; y Werner.
Árbitro: Mariani (Italia)