La derrota ante el Bergantiños deja el acceso a la fase de ascenso en manos del Rápido Los rojinegros, una vez más, no pudieron mantener un marcador favorable en casa
12 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.La reciente historia negra del Club Deportivo Lalín tiene visos de repetirse. La temporada pasada el equipo de José Manuel Acevedo se quedó a las puertas de jugar la fase de ascenso a Segunda División B después de sucumbir con el Betanzos en el García Hermanos (5-1) y en este ejercicio el guión sigue similares términos de decepción. Los rojinegros, como antaño, se pasaron tres cuartas partes del campeonato inmersos en los puestos que dan derecho a pelear por el salto de categoría y ahora, sin apenas margen de maniobra, han caído al quinto puesto de la clasificación. Sin embargo, a diferencia del anterior ejercicio, lo más triste es que los lalinenses ya no dependen de sí mismos para conseguir la hazaña de cerrar el torneo entre los cuatro mejores de la Tercera Gallega. Ahora deben hacerse con los tres puntos en Cantarrana, frente a un Viveiro que se juega la permanencia en la categoría, y esperar que el Rápido de Bouzas no gane al Deportivo B. Los herculinos ya han asegurado su presencia en la promoción y eso podría facilitarle las cosas a los jugadores vigueses. Hay que confiar en que la posibilidad de acceder como primero de grupo será lo suficientemente motivante para los herculinos como para buscar con firmeza los tres puntos. De lo contrario, no habrá nada que hacer ya que está demostrado que los equipos de vacaciones no rinden. Toda esta negativa especulación cobró cuerpo el domingo con la inesperada derrota sufrida frente al Bergantiños (1-2), que llegaba al envite en una agónica penúltima posición. Inicio esperanzador Y eso que, como suele ser habitual, el Lalín pudo resolver en los primeros instantes del envite. Guerreiro tuvo en su cabeza el gol cuando aún no se había cumplido el minuto de juego. Sin embargo, en inmejorable posición para abrir el marcador, le faltaron unos centímetros para conectar el testarazo. Acto seguido, el tanto volvió a rondar la puerta foránea en un lanzamiento de falta de Nando que se marchó alto. Un jugador que volvería a escena al cuarto de hora para poner a prueba los reflejos de Simón. Se mascaba el gol. Y ya no tardó. Guerreiro fue su autor. Los vientos soplaban a favor y el 0-3 que cosechaba por aquel entonces el Rápido en Betanzos ya no parecía tan decisivo. No obstante, el Bergantiños se estiró y en un abrir y cerrar de ojos, al margen del empate materializado por Javi González de córner directo, dispuso de dos opciones en las botas de Bustillo y de Josito para darle la vuelta al resultado. El susto despertó a los rojinegros y las llegadas al área contraria regresaron. Sin embargo, Felipe, en un testarazo que neutralizó el cancerbero visitante, y Nando, con un envío desde la esquina que repelió el palo y un remate de cabeza alto, perdieron la ocasión de poner las cosas en su sitio. Las tablas dejaban todo sin resolver en el intermedio. En la reanudación, Ambrosio sacó un balón de la línea de meta y Felipe a la media vuelta disparó rozando el palo antes de que Javi González aprovechase un error de Iván para hacer saltar la sorpresa. De ahí al final, Simón con dos paradas puso el candado a los tres puntos.