Jorge Antonio Puente Madriñán trabaja desde hace seis años en la copistería Arume de Lalín. Un sector que ha experimentado notables cambios, al punto de que señala que el cliente ahora va más para imprimir documentos que para fotocopiarlos.
-¿Con quienes trabajan mayoritariamente?
-Más que nada con estudios de arquitectura; hacemos copias de planos, de apuntes. E impresiones: hoy en día es más lo que se imprime que lo que se fotocopia. El cliente trae documentos en pen-drive, CD o DVD para imprimir, porque si son muchas páginas sale más económico imprimirlas aquí que en casa.
-¿Muchos apuntes?
-Siguen viniendo alumnos, pero es habitual que se pasen los apuntes en PDF y vengan luego a imprimirlos. Y en la universidad, los profesores dejan material en Internet, que luego los alumnos traen a imprimir.
-¿Las nuevas tecnologías han revolucionado el sector?
-Aquí no podemos estar sin Internet. Trabajamos con empresas de los polígonos, que ya nos envían por Internet los documentos para imprimir y se ahorran un viaje.
-Se habla mucho del canon digital, pero aquí hay canon hace años ...
-Cuando compras las máquinas, todas incluyen un canon por la Ley de Propiedad Intelectual. Y hay una renovación de de máquinas continua, para incorporar nueva tecnología, tener más memoria: hoy te pueden traer para imprimir un documento de 50 megas.