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El tanatorio móvil busca mercados

DEZA

La funeraria Pombo de Cuntis es pionera en la organización de velatorios sobre ruedas. Ha hecho diez en un año y sigue dando a conocer su servicio en toda la zona

25 abr 2008 . Actualizado a las 10:53 h.

Era una aventura arriesgada y la familia Pombo lo sabía. Por eso, antes de encargar un tanatorio móvil a una empresa de Valladolid estudiaron bien la operación e hicieron sus números. Este velatorio itinerante de casi 90 metros cuadrados, 22 toneladas de peso y los colores de la bandera gallega inició su andadura en mayo del 2007 tras su presentación en sociedad en un acto en Cuntis.

En estos once meses la instalación realizó unos diez servicios en parroquias de Cuntis, Moraña y Caldas y también se desplazó a otros municipios de la provincia y de Galicia para darse a conocer. En A Estrada, la funeraria tiene asegurados en las parroquias del valle del Vea, donde tiene previsto desplazar su tanatorio móvil para que los potenciales clientes comprueben en qué consiste exactamente. Lupe Fontán, que está al frente de este negocio familiar admite que los servicios son «poucos», aunque añade que la acogida de la gente está siendo positiva. Su madre, María Rosa Pombo, recuerda lo que sucedió en su momento con los tanatorios fijos, especialmente en Galicia: «Hai que darlle tempo».

Contrariamente a lo que podría pensarse, las personas mayores de las aldeas son las que más aplauden la iniciativa. El primer servicio se hizo en la parroquia de Carracedo, en Caldas.

Cuando fallece una persona y su familia se decanta por el velatorio móvil lo primero es comprobar el lugar y los accesos rodados para evitar contratiempos. «Antes do servizo hai que ir mirar para ver por onde se vai e onde se vai colocar», apunta Lupe, que entre risas dice que «ata agora nunca quedamos encaixados».

El montaje es sencillo y está

listo en media hora. El tráiler suele ubicarse al lado de iglesias parroquiales o campos de la fi esta. «Moita xente maior dinos ''Xa era hora. Aquí si que podemos vir nós''», comenta la joven. Muchos mayores no conducen y para acercarse a los tanatorios de las capitales de los municipios tienen que buscar a alguien que los lleve, por lo que a veces optan por acudir sólo a la iglesia.

Según la funeraria Pombo, la principal baza del velatorio móvil es que ofrece un ambiente «cercano» e «íntimo», muy distinto a las aglomeraciones que se dan en los tanatorios que disponen de varias salas. Los 90 metros cuadrados están distribuidos en una amplia sala con asientos, dos baños insonorizados y con aspiración (uno adaptado para minusválidos) y una

máquina de bebidas, otra sala íntima para la familia del difunto y un túmulo al que se accede a través de un montacargas. La inversión fue de casi 400.000 euros y contaron con una subvención del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape).

Como en todo negocio, y el funerario no es una excepción, siempre hay que contar con la mala publicidad de la competencia. Que si es una jaula, que si con veinte personas se mueve o que es poco respetuoso para los difuntos velarlos en campos de la fiesta son algunos de los comentarios que han llegado a oídos de los propietarios.

«Son cousas que din outras funerarias, pero a nós o que nos vale é o que nos di a xente», subraya Lupe, que recuerda que en uno de los servicios trouxeron unha mesa, rosca, chocolate e café para pasar a noite. Pedíronnos permiso e nós lle dixemos que si, claro».

María Rosa añade que en otro servicio subieron tanto la calefacción por la noche que al entrar por la mañana «estaban como pitos».

El precio del servicio en el tanatorio móvil es el mismo que el de un velatorio fijo.