Deza y Tabeirós se hicieron notar en la protesta por las calles de Madrid

La Voz

DEZA

17 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los viajeros de Deza y Tabeirós-Montes se mezclaron con la marabunta ganadera montada en la puerta de Alcalá. Se desplazaron bordeando el Retiro y elevaron el tono de voz en Atocha ante el ministerio de la gallega Elena Espinosa. Eran miles y miles de voces de todo España pero con sonido especialmente gallego. Y, ente estas, el casi millar del norte provincial se hizo notar. La comitiva local se hizo espacio en la manifestación más allá de las voces. La simbología aportada a la protesta llegó a abrir telediarios nacionales como es el caso de un paso propio de Semana Santa representando el Via Crucis ganadero que se construyó en Silleda hasta poco antes de arrancar los autobuses para Madrid.

Fue uno de los referentes de una manifestación que para muchos asistentes tiene trayectoria histórica. Algunos ya pisaron las calles de Madrid en 1996 cuando se reclamaba a Loyola de Palacio el derecho a poder producir. Ahora se pidió al departamento de Espinosa garantía de recogida de lo que se produce, apoyo a la viabilidad y mecanismos de mercado para relaciones de industria, producción y distribución, sin que unos trabajen y otros se lleven el beneficio, sin dumping, y sabiendo el consumidor lo que consume. Coherencia en la cadena láctea, en definitiva. Entonces, se lograra respuesta con toneladas de leche. Ahora los ganaderos aguardan que el peso mostrado en la calles madrileñas encuentre el mismo eco en el ministerio y haya respuesta oficial contundente a la crisis.

Unións, Xóvenes, Sindicato Labrego y cooperativas se volcaron en la zona y pusieron en circulación la flota de autocares y turismos. Arrancaban más cerca de la una que de las doce de la noche previstas; luego circularon con normalidad salvo leves incidencias de atascos como el kilométrico generado por un autobús averiado en al N-VI ya cerca de Madrid. Luego en la marabunta se fueron incorporando cada uno como pudo después de ir llegando a la capital a partir de las siete y ocho de la mañana. El retorno, más liberal, situaba a algún autobús en Benavente mientras otros aún no pasaran Tordesillas. Y en los autobuses también normalidad con anécdota puntual: un bus de Silleda retornó con un viajero-ganadero menos, o subió a otro bus o volverá por otros medios, indicaron otros viajeros. Hacia media noche de ayer acababa de desactivarse en la zona todo el operativo con la llegada de los autocares. Organizaciones agrarias y representantes sectoriales fueron unánimes en destacar el éxito de la convocatoria. También los representantes municipales que en casos confluían en doble función político-ganadero. Uno, el edil de Lalín Manuel Fernández, aseguró que la protesta se situó próxima a la del 96 en su gran dimensión. Ahora él y todos los viajeros aguardan que el ministerio mueva ficha. Están convencidos de que lo hará, porque las voces agrarias sonaron con mucha fuerza en Madrid. Además, en la recámara hay otras marabuntas si hacen falta. Eso sí, con tractores.