Los bailes de Sala Gradín se prolongaron desde 1959 hasta 1980, cuando se inauguró la sala de fiestas de Lennon. Estuvieron amenizados por los artistas más aplaudidos de la época. Juan Pardo, Manolo Escobar, Antonio Machín, Camilo Sesto, María Jesús y su acordeón, Romina Power y Al Bano y Juan Erasmo Mochi son sólo algunos de los ídolos de masas que pisaron la sala estradense, en la que actuaron además orquestas de renombre, como la Poceiro, la favorita de Ramiro Abelleiro y la elegida por él como banda sonora de su boda. «En las fiestas de A Estrada había verbena en la Farola. Los músicos de la orquesta Poceiro bajaban del escenario e iban tocando con los violines por las mesas de los bares que había en la plaza», recuerda Abelleiro.
La Sala Gradín instauró además un concurso de belleza local denominado el Festival del clavel. El primero tuvo lugar en mayo de 1961. La «reina del clavel» fue Mari Carmen Rodríguez y las damas de honor Finita López y Mari Carmen de Ouzande. Cada caballero recibía a su entrada en la sala un clavel para regalar a la que, según su criterio, era la chica más guapa del baile. La que más claveles reunía al final de la sesión, era la reina.
Cuando la sala se amplió y remodeló en el año 73 llegó a haber bailes con 2.000 asistentes. Conseguir mesa era una odisea. Se podía reservar sólo previo pago de una botella de champán.