El político lalinense participa en «A vida de Brais», una parodia de los Monty Python centrada en la disgregación del nacionalismo gallego
04 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El escenario, las gradas del campo de fútbol de Sigüeiro; los protagonistas, cinco alumnos de Comunicación Audiovisual de la Universidade de Santiago y el lalinense Rafael Cuíña; el título, A vida de Brais. Son los elementos básicos que conforman una divertida parodia de la escena de la película La vida de Brian, de los Monty Python, en la que un vendedor de golosinas se incorpora al Frente Judaico Popular.
En la parodia de los universitarios, que acaba de ser colgada en Internet ?localizable en Youtube tecleando el título?, el argumento se centra en la división del nacionalismo gallego. El atribulado vendedor que recorre las gradas del campo tiene en su catálogo aperitivos españolistas, desde ensaimadas de Mallorca a plátanos de Canarias y naranjas de Valencia; tras solicitar incorporarse al grupo nacionalista, sus integrantes proclaman que solo odian más que a los españoles a otras siglas galleguistas, a las que tildan de disidentes. En esa sopa de letras del nacionalismo gallego, uno de los protagonistas tilda de disidente a su propio grupo; el cabecilla le hace ver el error, a lo que el primero responde: «Ah, eu pensei que eramos CxG».
El líder señala entonces a Rafa Cuíña, sentado en solitario en la grada, y todos le gritan: «¡Disidente!», ante lo que el lalinense gira la cabeza hacia el grupo con un gesto entre enfadado y resignado.
Grabado en mayo
Cuíña señalaba ayer que la filmación del trabajo, que dura poco más de dos minutos, se hizo el pasado mes de mayo, y se enmarca en la colaboración que mantiene con alumnos de la USC de los profesores Barreiro Rivas y Antón Losada desde hace cuatro años. En este caso, fue un grupo de alumnos de Barreiro, que el curso pasado estudiaban primero de Comunicación Audiovisual, quienes le propusieron participar en esta particular visión del nacionalismo en clave de humor: «Eu son moi fan dos Monty Python, e participei; a miña intervención é anecdótica». Fueron solo tres o cuatro tomas, en un trabajo en que los alumnos-actores bordan el espíritu de la comedia inglesa que les inspira, pero con un argumento en clave gallega: «É unha anécdota que me fixo gracia, pero sen moita máis trascendencia», apuntó el político de Lalín. Junto a esta visión cargada de retranca y humor, Cuíña participó dentro del mismo trabajo en una entrevista en la que ofrece a los alumnos su visión sobre la situación política del nacionalismo gallego.
En un vídeo de Marful
No es la primera vez que Rafa Cuíña interviene en una filmación: en el vídeo de Pasodoble universal, de Marful, compartía baile con Ugia Pedreira, al igual que lo hacía Martiño Noriega.