Los alumnos de la escuela infantil Elfos y los escolares del Pérez Viondi se alían contra los efectos del fuego
24 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los alumnos de la escuela infantil Elfos y los del primer curso de Infantil del colegio Pérez Viondi se han aliado en una batalla campal contra los efectos del fuego. Al amparo del proyecto Voz Natura han conseguido la munición perfecta para reverdecer un bosque de Outeiro (Moreira) que el año pasado fue arrasado por un incendio.
Los proyectiles fueron elaborados por los propios estudiantes en un taller en el que participaron también sus familias. Niños y adultos se embarraron hasta las cejas para fabricar bolas de semillas (denominadas nendo dango) según el método del agricultor, biólogo y filósofo japonés Masanobu Fukuoka. Semillas de gramíneas, leguminosas, árboles y arbustos se amasaron con arcilla y se aderezaron con pimienta para evitar que los pájaros devorasen las simientes. Después, tocó esperar a que las bolas secasen y a que la meteorología diese una tregua para poder salir a lanzar las bolas a cielo descubierto.
El método Fukuoka defiende la filosofía del no-hacer, o intervenir lo mínimo posible en los procesos naturales. En contra de las repoblaciones tradicionales, este sistema oriental que gana adeptos en occidente propone simplemente lanzar las bolas de semillas sobre el terreno para que germinen. La máxima es la autorregulación de la naturaleza.
Los escolares podrán comprobar la eficacia del método en tierras estradenses. Durante la mañana de ayer lanzaron una lluvia de albóndigas de arcilla sobre la superficie arrasada por el fuego. Se trata de una parcela de titularidad municipal que fue cedida por el Concello para el experimento y desbrozada y acondicionada para facilitar el acceso de los pequeños repobladores. Las Consellerías de Medio Rural y de Medio Ambiente también colaboraron aportando personal que dio una charla a las familias sobre la importancia de las repoblaciones y los devastadores efectos de los incendios.
Aprender a esperar
Tras el lanzamiento de los proyectiles de vida, los escolares colaboraron también en la plantación de varios árboles autóctonos con el sistema tradicional. Trasplantaron además los robles que los más pequeños vieron germinar en los semilleros de la guardería Elfos y regresaron a las aulas impacientes ya por comprobar los resultados de su tarea.
«Ademáis dos valores naturais da repoboación en si, con esta actividade traballamos tamén cos nenos a observación e a espera. Os pequenos non saben esperar, queren que todo sexa inmediato. Neste caso nós volveremos cada pouco a este bosque, que bautizaron como o Bosque de Viondiño, para observar os avances. E terán que aprender a esperar», comenta la directora de la escuela infantil Elfos y promotora del proyecto, Marisa Moimenta. «Se hai sorte igual recollemos castañas», indica antes de rogar a los transeúntes que respeten la repoblación para que los estudiantes puedan hacer el seguimiento que se pretende.